AZURA
El ardor que me produce la herida en mi hombro, es insoportable, necesitaba de un buen analgésico, pese a que la loca que me tiene secuestrada en un hotel de mala muerte, me sacó la bala e hizo curación, duele. No entiendo nada, solo sé que la desgraciada me apuntó, me disparó y me amenazó con hacerle daño a Rayan si no iba con ella, mostrándome una fotografía en donde aparecíamos ambos riendo en una de las fiestas de sus descerebrados amigos.
Intento respirar lento, mantener la calma, buscar una vía de escape, pero no encuentro nada, no hay nada ni nadie que me pueda ayudar, tampoco es como que el estado en el que me dejó me ayude mucho; amordazada, esposada a la cabecera de una cama y los pies atados, joder, sin contar mi estúpido atuendo de muñeca. Cuando desperté ya me encontraba así, lo sé porque frente a la ca
RAYANPasado… Campamento militar.Termino de hacerme la paja en el baño, manteniendo en mi teléfono móvil la foto deAzuracon ese vestido azul marino que tanto me gusta como se le ve, y que siempre usa en navidad cuando voy de visita a su casa. Las tetas se le notan con exageración, suscuervasy sus piernas me muestran que fueron hechas para mí, para que sea solo yo quien las admire.Mi mano sube y baja, pienso en las veces en que la he visto desnuda en su habitación sin que se dé cuenta, y llego al orgasmo imaginándome entrar en ella, abriéndole las piernas escuchando sus dulces gemidos en mi oído, capturando sus primeros orgasmos, no los ha tenido, lo sé,Eitha
—¡Nosotros los adultos responsables, les estaremos echando un vistazo de vez en cuando, mañana salen a las seis de la mañana, esperamos que lo hayan pasado bien, gracias por venir y pasen buena noche!Mentiras, no nos prestarán ni la menor atención, ya no les importa puesto que es el último día.—Esto se pondrá bueno —dice una chica a mi derecha, me lanza una mirada coqueta y le devuelvo la sonrisa solo por cortesía.A los pocos minutos la música comienza a sonar y como ya era de esperarse, sacan un barril de cerveza, sirven vasos y yo tomo unos cuantos en la soledad de un tronco, las chicas se me acercan pero mi silencio les da la respuesta que tanto busca, la noche pasa, los vasos de cerveza son sustituidos en algún punto de la noche por Vodka y comienzo a
RAYANEl sonido me aturde los sentidos, siento que quiero salir de mi cuerpo con cada segundo que transcurre y no estoy cerca de Aura, el aire me sofoca y creo que estoy a nada de matar a todos los del club nocturno, que más bien parece un prostíbulo, una chica morena choca conmigo y tira las bebidas que traía sobre otro tipo que estaba restregando su cuerpo sudado contra el de una mujer ebria.—Lo siento —se disculpa la chica conmigo y solo muevo la mano a modo de respuesta desinteresada.Los gemelos están vigilando las entradas y las salidas, mientras que Cristal y Anastasia están listas dentro del carro, con el motor encendido de ser necesario. Camino entre los cuerpos que beben, cantan y bailan, saco mi móvil cu
AZURANo sé en dónde me encuentro, escucho voces inconexas, me suele todo el cuerpo y creo que me ha pasado un maldito carro encima, poco a poco comienzo a abrir los ojos, hay algo que me dificulta la respiración, lo primero que veo es el techo, reconozco que estoy en un hospital, giro mi cabeza y mi corazón se paraliza al ver que es Rayan quien está acostado a mi lado, su cabeza descansa sobre mi pecho y su brazo me rodea como si se tratara de un niño pequeño.Abro la boca para hablar, la siento seca, ronca, tomo una ligera bocanada de aire y hago un enorme esfuerzo por hablar.—Rayan…Se remueve inquieto y tengo que hacer un nuevo intento.—Rayan.
Me ha puesto al tanto de la escuela, los apuntes que realizo en casa para no perder el año y por supuesto de los chismes de la escuela, al parecer Daria salió embarazada del nuevo Quarterback, abortó y sus padres la llevaron a un internado para señoritas en Australia, de vez en cuando sube fotos en su muro de Facebook. La vida transcurre con normalidad, mi tía y mis primos los extraños se han quedado los siguientes cuatro meses, hasta que por fin llega el día de leer el testamento de mis padres.No hay mucho que contar, al ser hija única, mamá me dejó todo su dinero, y me puso como dueña única de su empresa de moda en la que estaba trabajando en secreto, al parecer ambas compartíamos ese gusto culposo y secreto por la moda, cuando Rayan me acompañó a visitar la empresa, me di cuenta de que era un edificio enorme y que ya llevaba más de cinco años en funcionamiento, dándole trabajo a más d
AZURALos nervios me contraen los músculos, el miedo se apodera de mí por un par de segundos, pero en estas últimas semanas he aprendido a hacer lo que debo hacer para sobrevivir, para romper poco a poco lo que me ata al pasado, y esto es algo que necesito, no me enorgullece, no me siento ya como la chica buena que creían todos que era, no, soy una maldita perra egoísta, y eso es lo que aprendí de él.Desde aquella noche no he pronunciado su nombre, no lo merece y me obligo cada día a empujar su recuerdo hacia las profundidades de las aguas negras que ocultan mis más grandes secretos. Observo al chico de ojos azul zafiro que está mirándome como nunca podré hacer.—¿Est&aacu
El sonido del agua hace que su ansiedad aumente, la adrenalina no se disminuye en su sistema y la intranquilidad que siente aturde sus pensamientos, no ha dejado de masturbarse viendo la foto que tomó hace un tiempo de la chica de cabello rubio y ojos avellana, se toca pensando que la tiene desnuda sobre una cama «mi muñeca» como le suele llamar, admira con ojos llenos de lascivia su cuerpo, en la foto trae puesto un bikini de dos piezas que deja poco a la imaginación.Sus curvas, su pecho, sus piernas bien delineadas y torneadas, parece una modelo, saliva y frota más imaginando sus gemidos. Deseando pasar la lengua por sus pezones rosados, tocar su vagina y…—Te deseo, mi dulce muñequita —susurra cerrando los ojos.Las fantasías son algo que sabe degustar por las noches, luego de un larg
AZURAAbro los ojos de golpe, estoy sudando y mi corazón no deja de palpitar, la misma sensación de ahogo, incertidumbre y vacío me aplasta el pecho, mi corazón no deja de aumentar su ritmo cardíaco y me incorporo de golpe sintiendo como el miedo se apodera de mí erizando cada fibra de mi piel. Observo la hora, son las cuatro de la madrugada, llevo dos malditos años despertando de la misma manera a la misma hora, por la misma pesadilla. Quisiera decir que todo en mi vida ha marchado a la perfección, pero no es así, una parte de mí, la que siempre intento empujar al pasado, emerge con fuerza arrastrándome hacia los errores que cometí y que me asusta la idea de enfrentar las consecuencias.Me levanto y lo primero que hago es dirigirme a la cuna ubicada en un extremo de mi habitación, enciendo las luces y mis ojos se anclan