AZURA
No sé en dónde me encuentro, escucho voces inconexas, me suele todo el cuerpo y creo que me ha pasado un maldito carro encima, poco a poco comienzo a abrir los ojos, hay algo que me dificulta la respiración, lo primero que veo es el techo, reconozco que estoy en un hospital, giro mi cabeza y mi corazón se paraliza al ver que es Rayan quien está acostado a mi lado, su cabeza descansa sobre mi pecho y su brazo me rodea como si se tratara de un niño pequeño.
Abro la boca para hablar, la siento seca, ronca, tomo una ligera bocanada de aire y hago un enorme esfuerzo por hablar.
—Rayan…
Se remueve inquieto y tengo que hacer un nuevo intento.
—Rayan.
Me ha puesto al tanto de la escuela, los apuntes que realizo en casa para no perder el año y por supuesto de los chismes de la escuela, al parecer Daria salió embarazada del nuevo Quarterback, abortó y sus padres la llevaron a un internado para señoritas en Australia, de vez en cuando sube fotos en su muro de Facebook. La vida transcurre con normalidad, mi tía y mis primos los extraños se han quedado los siguientes cuatro meses, hasta que por fin llega el día de leer el testamento de mis padres.No hay mucho que contar, al ser hija única, mamá me dejó todo su dinero, y me puso como dueña única de su empresa de moda en la que estaba trabajando en secreto, al parecer ambas compartíamos ese gusto culposo y secreto por la moda, cuando Rayan me acompañó a visitar la empresa, me di cuenta de que era un edificio enorme y que ya llevaba más de cinco años en funcionamiento, dándole trabajo a más d
AZURALos nervios me contraen los músculos, el miedo se apodera de mí por un par de segundos, pero en estas últimas semanas he aprendido a hacer lo que debo hacer para sobrevivir, para romper poco a poco lo que me ata al pasado, y esto es algo que necesito, no me enorgullece, no me siento ya como la chica buena que creían todos que era, no, soy una maldita perra egoísta, y eso es lo que aprendí de él.Desde aquella noche no he pronunciado su nombre, no lo merece y me obligo cada día a empujar su recuerdo hacia las profundidades de las aguas negras que ocultan mis más grandes secretos. Observo al chico de ojos azul zafiro que está mirándome como nunca podré hacer.—¿Est&aacu
El sonido del agua hace que su ansiedad aumente, la adrenalina no se disminuye en su sistema y la intranquilidad que siente aturde sus pensamientos, no ha dejado de masturbarse viendo la foto que tomó hace un tiempo de la chica de cabello rubio y ojos avellana, se toca pensando que la tiene desnuda sobre una cama «mi muñeca» como le suele llamar, admira con ojos llenos de lascivia su cuerpo, en la foto trae puesto un bikini de dos piezas que deja poco a la imaginación.Sus curvas, su pecho, sus piernas bien delineadas y torneadas, parece una modelo, saliva y frota más imaginando sus gemidos. Deseando pasar la lengua por sus pezones rosados, tocar su vagina y…—Te deseo, mi dulce muñequita —susurra cerrando los ojos.Las fantasías son algo que sabe degustar por las noches, luego de un larg
AZURAAbro los ojos de golpe, estoy sudando y mi corazón no deja de palpitar, la misma sensación de ahogo, incertidumbre y vacío me aplasta el pecho, mi corazón no deja de aumentar su ritmo cardíaco y me incorporo de golpe sintiendo como el miedo se apodera de mí erizando cada fibra de mi piel. Observo la hora, son las cuatro de la madrugada, llevo dos malditos años despertando de la misma manera a la misma hora, por la misma pesadilla. Quisiera decir que todo en mi vida ha marchado a la perfección, pero no es así, una parte de mí, la que siempre intento empujar al pasado, emerge con fuerza arrastrándome hacia los errores que cometí y que me asusta la idea de enfrentar las consecuencias.Me levanto y lo primero que hago es dirigirme a la cuna ubicada en un extremo de mi habitación, enciendo las luces y mis ojos se anclan
Su gesto parece relajarse y se que me estoy comportando como una perra pero es que no quería darle falsas esperanzas, no podía permitirme amar a alguien más, lo quería, pero Yelena es mi única prioridad en estos momentos y siendo honesta lo será siempre.—Perdona, pero eso es lo que quiero decir, aún somos muy jóvenes, tenemos 21 años y una hija en común, hacemos buen equipo, las amo a las dos y créeme que nada le faltará a mi pequeña, pero todo esto sería más fácil si tú aceptaras formar parte de nuestro equipo de tiempo completo —se acerca mermando el espacio entre ambos y no sé porque me quedo inmóvil, pasa una mano por mi mejilla y acerca sus labios a los míos lentamente—. Quiero darle una familia a Yelena, en donde su mamá y su papá vivan bajo el mismo techo dándole todo el amor del mundo.Frunzo el ceño.
RAYANSiento como mis músculos se contraen, el aire acumulado en mis pulmones se comprime, el pecho me duele, la nariz me arde y la garganta se me seca. Cierro los ojos una vez más mientras termino de vendarme las manos, la cabeza me explota, pero alzo la mirada y observo mi reflejo en el espejo. Mis ojos toman el rumbo a mi pecho y sigo cada línea del tatuaje ubicado al lado de mi corazón, es simple, nada llamativo, pero quema la piel como ella. Un nombre fácil pero difícil de olvidar, en especial cuando he jurado no estar en su vida para mantenerla a salvo.El recuerdo de esa noche me persigue aún luego de dos jodidos años, vi el dolor en sus ojos, el como se rompía frente a mí, se derrumbó y no pude hacer nada porque si sucedía, entonces ella moriría. Hay cosas que son mejor no decir y callar, no soy un príncipe azul,
Las luces centellean, la gente grita, la pelea inicia luego de escuchar el gong y la adrenalina comienza a recorrer mi torrente sanguíneo.—Papi te va a masacrar, Pantera —mi contrincante camina en círculos hacia mi y le sigo el juego con una sonrisa de media luna.—Como digas —ironizo.Cansado y harto de tener que pasar dos minutos más ahí, decido dar el primer paso y atacarlo con un directo que rápidamente esquiva a la vez que se protege con ambos brazos en alto el rostro. Intenta darme con un golpe cruzado parecido al golpe frontal que intenté darle, yendo de forma lateral a mi cabeza, y logro apartarme haciendo que solo sea un roce.—¡Maldito! —brama la roca.—¿Es todo? Imaginé que qu
AZURAMi cabeza no deja de dar vueltas con lo ocurrido, siento el imperioso deseo de empacar mis cosas y salir del país con mi hija, escondernos en el culo del mundo en donde nadie nos pueda nunca encontrar, y vivir en paz. Las palabras del sujeto hacen eco en mi mente y no sé cómo debo sentirme aparte del miedo de que le hagan daño a Yelena.—Todo va a estar bien —me dice Sam sin apartar la mirada de la avenida, intenta tomar mi mano, pero por acto reflejo la aparto—. Buscaremos al responsable.Solo a Marisol le había contado lo del sujeto, la policía tanto como Sam sabían la mentira a medias. No respondo, no tengo ánimos de hacerlo, el cuerpo me duele y solo sé que necesito un baño de agua caliente, ver a mi hija, probar alimento y descansar. Perdí todo el día y mañana