UN BESO CON SABOR A GLORIA
JULIA
Así que desvíe mi mirada de ese maldito cuerpo que quería nuevamente acariciar, besar, sentir, pero sobre todo lo quiero ver vibrar por mí, tomé la botella para servirme otro trago, necesitaba calmar mi hambre y sed de él, así que me levanté para prepararlos, ¡debía poner mi atención en otra cosa antes de ceder!, por qué estaba apunto de caer ante él en este juego de seducción que teníamos y ¡no podía permitirlo!.
HENRY: -Estoy seguro de mis capacidades-, le dije cuando la vi un poco aturdida pues desvío su mirada, no solo eso se levantó para preparar unos tragos-, aun que dime tú que es lo que necesito hacer para probar esos labios, mejor dicho esa ¡boca que está pidiendo a gritos que la calle!-, le dije con mi voz llena de deseo, acercándome cada vez más a ella.
-JULIA: -¿Que dijiste, me estás dando a entender que deseo besarte?-, le dije más nerviosa, me sentí como aquella adolescente cuando lo vio po
HENRY HENRY: Pensé que ya la tenía que cedería, pero es tan rebelde, sigue siendo la misma niña rebelde que me trae de cabeza, se apartó como toda una mujer profesional en la seducción, su reacción y palabras que decía mientras se apartaba y alejaba de mí me dejó en un shock momentáneo, por qué ya me hacía disfrutando de esos labios y lengua que me pone a mil, ¿que pasó?, ¿que dije para qué reaccionara del modo en que lo hizo?, yo solo quería darle la confianza para que se lanzará sin miedo, pero no, se iba y me iba a dejar, no solo me iba a dejar sino que también me estaba dando a entender que estaba decepcionada. Pero no la dejaré ir tan fácil, así que me fui tras de ella y cuando estaba apunto de abrir la puerta se lo impedí, la agarré con una mano para aguantarla y con la otra la giré pegándola contra la puerta y mi cuerpo tomé sus manos las coloqué encima de su cabeza, y la ataqué a besos, me la comí como tantas veces soñé durante estos diez larg
HENRY HENRY: Al momento de ella inmovilizarme quedé un momento en shock por qué pensé que lo estaba disfrutando al igual que yo, pero la algarabía de afuera me puso en máxima alerta quise levantarme para averiguar lo que sucedía afuera, pero el golpe que me dio fue letal, creo que mató a mis pequeños hijos. Mientras la escucho decir toda sarta de mentiras que me suelta por esa boca cargada de pecado, por qué ese beso me hizo descubrir que aún me desea que aún me ama, la veo acercarse a mí. Quería refutar todo lo que decía, pero entre tratar de controlar el dolor de bolas que tenía, y estar alerta por lo que pasaba afuera, no podía estar concentrado, al estar más cerca de mí y la verdad no sé para qué, pensaba que era para atacarme nuevamente, fue cuando vi un punto rojo en su cuerpo, así que la arrastré conmigo hasta el suelo y la cubrí con mi cuerpo, ¿quién era él que la atacaba o me atacaba? me pregunté, es qué en realidad no sé para quien
HENRY —¡Aló, Aló!…. ¿Quién eres?, ¿que deseas, a quien quieres?—, de verdad estaba molesto con ese fulano que puso a mi mujer tan nerviosa, pero al escuchar mi voz, él que estaba del otro lado de la línea lo escuché dar un fuerte suspiro—, ¡vas a decir algo o ¿no?, que es lo que quieres de mi?—, todo esto se me hizo muy extraño, quería que me hablará para ver si lo identifico por la voz, cuando quise seguir hablando: —¡Suficiente! —, me dijo Julia quitándome el celular de las manos—, ¿te distes cuenta a quien tengo en mi poder?, ahora sí hablemos claro como quieres que te lo envíe, ¿enterito sin ningún rasguño?—, iba diciendo con una voz tan cruel que me espantó no tanto por lo que decía, sino la forma en que lo decía—, o ¿más bien por partes?, así que decide ¡cuál parte quieres que te envié primero un dedo, una oreja, o mejor te lo mando directamente para el maldito infierno!—, finalizó con voz aterradora. Esto que está pasando no sé a que se deb
JULIA En el preciso momento en que terminó de dictarme la clave la introduje sin demora, al momento de desbloquearse el celular de inmediato le estaba marcando a mi mujer hermosa, solo espero que me conteste. —¡Miry cariño!, ¿como estás, donde te encuentras mi Mujer Hermosa?—, le dije apenas abrió el celular, pero ella no fue la que respondió. —¡Ella está esperando por ti Reina FÉNIX!—, me dijo una m*****a voz macabra que reconocía muy bien, una desgraciada voz que jamás se me iba olvidar, ¡maldito miserable mil veces maldito!, miré a Henry con gran odio por qué todo esto me huele a trampa, me parece que él está metido en todo esto hasta las chapas, o ¿será que mi rabia y dolor por el pasado no me deja analizar bien las cosas?. Cómo lamento no tener mi teléfono acá para marcar el número de emergencia de Ángelo o el de Antone, ojalá mi Mujer Hermosa si lo halla hecho para que realicen las tácticas necesarias de resc
JULIA —¡Bien entonces hagamos un intercambio, está mujer por mi hijo!—, me dijo sin pensarlo dos veces, solo que algo en su voz no me aseguraba nada, la verdad lo sentí tan seguro de ser él el ganador. Por unos instantes lo pensé así y es qué creo que estoy en desventaja con él, por qué aparte que estoy incomunicada con mi gente tampoco sé cómo están las cosas allá afuera, y aun que puede ser que ya nos veníamos preparando para dar este golpe, las palabras de Vitollo se vienen a mí mente, es cierto, totalmente cierto lo que dijo el desgraciado ése, en algo tiene y le doy la razón y es que ¡bajé la guardia por culpa de un maldito pene!, por andar nuevamente detrás del mismo pene que me ha traído muchas desgracias, ahora aquí estoy encerrada con ese pene que no puedo hacerlo mío por obvias razones, pero sobre todo sin saber lo que le hará él desgraciado de su padre a mi pequeña Miriam, es que si me hubiera mantenido en el plan original no estaría como estoy
MIRIAM Mientras las chicas y yo esperábamos por mi mujer hermosa, que por cierto se estaba tardando me llegó una notificación de George que me aceleró el corazón y la mente, enseguida me puse a la acción mandé a las chicas que salieran por la salida de emergencia, mientras yo trataba de avisarle a Julia, pero había dejado su maldito celular aquí, no tenía modo de avisarle por qué hasta el intercomunicador lo tenía desconectado, que pasa por qué se descuidó tanto, estoy hecha un mar de nervios, no sé quién nos ha traicionado, pero no creo que haya sido mi cuñadito, o eso espero. George me está informando que nos encontramos en medio de una emboscada, que le han dado de baja a varios de nuestros hombres y que están a punto de llegar hasta donde estamos, le avisé que protegiera a las chicas que de mi seguridad y la de la Reina me encargaba yo. No me daba tiempo de llegar hasta donde ella, por qué ya los sentí afuera del cubículo, sola
MIRIAM Sus hombres me rodearon y tomaron de las manos yo trataba de que mi celular no se viera, pero en ese preciso momento sonó el bendito aparato, traté que no se escuchara la llamada pero no pude. —¡Vaya, vaya hablando de la famosa Reina!—, dijo emocionado mirando el identificador de llamadas cuando mi celular sonó, no puede ser Julia, por qué no escapó, todo esto estaba calculado para este momento, por qué tiene que ser tan terca. —¡Miry cariño!.. ¿como estas mi Mujer Hermosa, donde te encuentras?—, la escuché decir cuando el soquete ese abrió el celular para contestar, ¡la verdad es que su preocupación por mí la va a salir matando un día de estos!, en momentos así es que me enerva su actitud por qué no me deja demostrar de lo que soy capaz, todos ellos creen que soy tan frágil como una copa de cristal que cualquier cosa me puede romper, me imaginé que está sería mi oportunidad de demóstrale lo contrario, ¡pero prácticamente nos cogieron desprevenidas!.
MIRIAM Le iba a gritar a mi mujer hermosa para que me oyera lo que tenía que decir, no importa si hacía que el maldito desgraciado me disparara, pero de pronto escuché pasos moverse por fuera el pasillo del reservado donde me encontraba, ¡espero que no sea la tonta de Julia que venga a entregarse!, pero al mismo tiempo también escuché unos extraños movimientos por la ruta de escape que habían utilizado las chicas. Creo que por fin llegó nuestro equipo de rescate, rogué por qué así fuera, y no que el enemigo las haya descubierto, me giré un poco para observar de quién se trataba, quedé por un momento como lela pues ahí estaba mi Papirrico escondido con un rifle de asalto ak47 semi automático con mirilla y un silenciador de plata pulida, él desgraciado del señor Vitollo estaba tan concentrado y satisfecho en lo que mi mujer hermosa le decía que no se dio cuenta que él le apuntaba, lo vi como tratando de averiguar quién más estaba conmigo, cuando él señor Vi