HENRY
—¡Aló, Aló!…. ¿Quién eres?, ¿que deseas, a quien quieres?—, de verdad estaba molesto con ese fulano que puso a mi mujer tan nerviosa, pero al escuchar mi voz, él que estaba del otro lado de la línea lo escuché dar un fuerte suspiro—, ¡vas a decir algo o ¿no?, que es lo que quieres de mi?—, todo esto se me hizo muy extraño, quería que me hablará para ver si lo identifico por la voz, cuando quise seguir hablando:
—¡Suficiente! —, me dijo Julia quitándome el celular de las manos—, ¿te distes cuenta a quien tengo en mi poder?, ahora sí hablemos claro como quieres que te lo envíe, ¿enterito sin ningún rasguño?—, iba diciendo con una voz tan cruel que me espantó no tanto por lo que decía, sino la forma en que lo decía—, o ¿más bien por partes?, así que decide ¡cuál parte quieres que te envié primero un dedo, una oreja, o mejor te lo mando directamente para el maldito infierno!—, finalizó con voz aterradora.
Esto que está pasando no sé a que se deb
JULIA En el preciso momento en que terminó de dictarme la clave la introduje sin demora, al momento de desbloquearse el celular de inmediato le estaba marcando a mi mujer hermosa, solo espero que me conteste. —¡Miry cariño!, ¿como estás, donde te encuentras mi Mujer Hermosa?—, le dije apenas abrió el celular, pero ella no fue la que respondió. —¡Ella está esperando por ti Reina FÉNIX!—, me dijo una m*****a voz macabra que reconocía muy bien, una desgraciada voz que jamás se me iba olvidar, ¡maldito miserable mil veces maldito!, miré a Henry con gran odio por qué todo esto me huele a trampa, me parece que él está metido en todo esto hasta las chapas, o ¿será que mi rabia y dolor por el pasado no me deja analizar bien las cosas?. Cómo lamento no tener mi teléfono acá para marcar el número de emergencia de Ángelo o el de Antone, ojalá mi Mujer Hermosa si lo halla hecho para que realicen las tácticas necesarias de resc
JULIA —¡Bien entonces hagamos un intercambio, está mujer por mi hijo!—, me dijo sin pensarlo dos veces, solo que algo en su voz no me aseguraba nada, la verdad lo sentí tan seguro de ser él el ganador. Por unos instantes lo pensé así y es qué creo que estoy en desventaja con él, por qué aparte que estoy incomunicada con mi gente tampoco sé cómo están las cosas allá afuera, y aun que puede ser que ya nos veníamos preparando para dar este golpe, las palabras de Vitollo se vienen a mí mente, es cierto, totalmente cierto lo que dijo el desgraciado ése, en algo tiene y le doy la razón y es que ¡bajé la guardia por culpa de un maldito pene!, por andar nuevamente detrás del mismo pene que me ha traído muchas desgracias, ahora aquí estoy encerrada con ese pene que no puedo hacerlo mío por obvias razones, pero sobre todo sin saber lo que le hará él desgraciado de su padre a mi pequeña Miriam, es que si me hubiera mantenido en el plan original no estaría como estoy
MIRIAM Mientras las chicas y yo esperábamos por mi mujer hermosa, que por cierto se estaba tardando me llegó una notificación de George que me aceleró el corazón y la mente, enseguida me puse a la acción mandé a las chicas que salieran por la salida de emergencia, mientras yo trataba de avisarle a Julia, pero había dejado su maldito celular aquí, no tenía modo de avisarle por qué hasta el intercomunicador lo tenía desconectado, que pasa por qué se descuidó tanto, estoy hecha un mar de nervios, no sé quién nos ha traicionado, pero no creo que haya sido mi cuñadito, o eso espero. George me está informando que nos encontramos en medio de una emboscada, que le han dado de baja a varios de nuestros hombres y que están a punto de llegar hasta donde estamos, le avisé que protegiera a las chicas que de mi seguridad y la de la Reina me encargaba yo. No me daba tiempo de llegar hasta donde ella, por qué ya los sentí afuera del cubículo, sola
MIRIAM Sus hombres me rodearon y tomaron de las manos yo trataba de que mi celular no se viera, pero en ese preciso momento sonó el bendito aparato, traté que no se escuchara la llamada pero no pude. —¡Vaya, vaya hablando de la famosa Reina!—, dijo emocionado mirando el identificador de llamadas cuando mi celular sonó, no puede ser Julia, por qué no escapó, todo esto estaba calculado para este momento, por qué tiene que ser tan terca. —¡Miry cariño!.. ¿como estas mi Mujer Hermosa, donde te encuentras?—, la escuché decir cuando el soquete ese abrió el celular para contestar, ¡la verdad es que su preocupación por mí la va a salir matando un día de estos!, en momentos así es que me enerva su actitud por qué no me deja demostrar de lo que soy capaz, todos ellos creen que soy tan frágil como una copa de cristal que cualquier cosa me puede romper, me imaginé que está sería mi oportunidad de demóstrale lo contrario, ¡pero prácticamente nos cogieron desprevenidas!.
MIRIAM Le iba a gritar a mi mujer hermosa para que me oyera lo que tenía que decir, no importa si hacía que el maldito desgraciado me disparara, pero de pronto escuché pasos moverse por fuera el pasillo del reservado donde me encontraba, ¡espero que no sea la tonta de Julia que venga a entregarse!, pero al mismo tiempo también escuché unos extraños movimientos por la ruta de escape que habían utilizado las chicas. Creo que por fin llegó nuestro equipo de rescate, rogué por qué así fuera, y no que el enemigo las haya descubierto, me giré un poco para observar de quién se trataba, quedé por un momento como lela pues ahí estaba mi Papirrico escondido con un rifle de asalto ak47 semi automático con mirilla y un silenciador de plata pulida, él desgraciado del señor Vitollo estaba tan concentrado y satisfecho en lo que mi mujer hermosa le decía que no se dio cuenta que él le apuntaba, lo vi como tratando de averiguar quién más estaba conmigo, cuando él señor Vi
ANTONE Cuando mi BEBEITA y yo discutíamos quizás sin razón alguna por qué se que mis celos eran infundados, pero es que cada vez que llega ese mequetrefe ese y ver la forma como actuaba disque haciéndose el enamorado con Julia, al igual que como lo hizo con mi BEBEITA, ¡me saca de quicio!. Mientras discutíamos y viendo cómo se iba subiendo de tono quise detenerla y llegar a una solución fue cuando escuché uno pasos tras la puerta de la habitación, creo que era la pequeña Julia la que se acercaba traté de bajar el tono de mi voz y guardarme todo el coraje que sentía, la verdad es que ver a ese tipo tratando de robarse el cariño de mi mujer y de mi prima me ponía así, más por qué desde el mismo instante en que conocí al idiota ese me trae con una espina atravesada de que oculta algo, aparte que me parece demasiado empalagoso y confianzudo, puede que sea el hermano menor de Ángelo pero de verdad no me pasa, no me lo trago puede ser que estoy demasiado
ANTONE Así que aunque el golpe ya se venía planeando no pensamos que se ejecutaría esta misma noche, por qué al cabo de una hora más o menos de la llamada de BEBEITA, la alarma de nuestros celulares se activó indicándonos que las chicas se encontraban en peligro, desde el momento que recibimos la alerta Ángelo comenzó a llamar al cuerpo especial de rescate y mientras él hacía eso yo llamaba a George, el jefe de seguridad encargado de los anillos de protección de mis mujeres puesto que ellos sabían la ruta de escape que debían utilizar para sacarlas. Después de organizar el plan de ataque salimos dispuestos a todo, pero tardamos en llegar por qué a la salida de la mansión ¡una lluvia de balas nos recibió! pues nos esperaban afuera para atacarnos, cuando pudimos solventar la situación para ¡escaparnos del ataque sorpresa!, llamé a George para darle aviso de la trampa que nos habían tendido al principio no me respondió, después contestó diciendo que dentro del club todo
ÁNGELO Desde el mismo momento que Tom entró por la ruta de escape, me movilicé con mis hombres por la otra entrada, por Jhon sabíamos que las chicas se encontraban separadas, estoy seguro que Tom va por la suya, yo iré por la mía, iré por mi pequeña hermana Julia. Se por Jhon mi hacker de confianza que ella se encontraba con Henry en su reservado y que estaban solos, además que según me informó uno de mis hombres de los que Tom había infiltrado entre los hombres de Henry, me dieron información de que en las afueras de ambos reservados, entre las puertas y el pasillo estaban custodiadas por los hombres de Vitollo, de modo que a mí es el que me toca armar la fiesta, y aquí voy con la ayuda de Jhon y Max, mi otro hacker de confianza, en camino de recuperar a la Reina, que gracias a sus sistemas infiltrados a través de las cámaras de seguridad del club son mis ojos para guiarme por todo el club hasta llegar a donde ella. <