POV FERHAT
—Uf Alá Alá —repliqué, intentando guardar la calma para nuevamente entrar a la habitación—. ¿Hasta cuándo no estas lista, Zeynep?, es muy tarde…no llegaré a tiempo para el discurso.
—Lo siento, pero me siento muy mal y mi cabeza da vueltas.
La miré fijamente y estaba pálida, aunque muy bien podría ser por su maquillaje.
Se levantó de la silla donde permanecía y trastabilló en su lugar, corrí agarrarla antes que se cayera.
—¿Quieres ir al doctor?, podría llamarlo y…
—No, no —dijo rápidamente, agarrándose de mis brazos—. Creo que algo que comí me afectó, necesito descansar, así que no podré ir.
—Si estas enferma debemos llamar al doctor, para que te revise y te recete algo…no te dejaré en ese estado antes de saber lo que realmente tienes —me miró asustada de repente—. ¿Qué?
—Te estoy diciendo que estoy enferma y aun así te iras, ¿Cómo?
—Tengo un compromiso —respondí simple—. No puedo faltar Zeynep.
—Tu esposa está enferma, tienes que cuidar de mi…¿Qué es más importante que yo? —preguntó con su ceño fruncido, empezaba a enojarse y era muy irritante cuando lo hacía.
No dije nada, simplemente la cargué y la llevé hasta la cama. Llamaría al doctor y de acuerdo con lo que diría decidiría si iría o no, aunque para cuando eso sucediera sería demasiado tarde.
—Llamaré al doctor, entonces…—sacaba mi teléfono cuando de repente me lo arrebató—. ¿Qué estás haciendo?, dámelo.
—No, no. Dije que descansaría y al levantarme estaré muy bien, pero necesito a mi amado junto a mi —entrelazó nuestras manos y sonrió—. Lütfen (por favor)
La miré fijamente por varios segundos, quería tratar de entender de que iba todo esto. Era una excusa para no asistir, pero por qué si estaba muy entusiasmada con la velada, ¿Cuál era la razón?
—Tamam (de acuerdo), no iré y me quedaré a tu lado —terminé por ceder—. Pero primero debo informarle al abuelo.
—Sağol (Gracias) —me entregó nuevamente el teléfono.
En cuanto lo encendí había muchos mensajes y muchas notificaciones.
¿Qué estaba sucediendo?
Antes de llamar, una llamada entrante del abuelo Mehmet aparecería.
—¿En dónde están?, ¿Por qué aun no llegan? —se notaba agitado.
—No podremos ir, Pardon (perdón) —estaba avergonzado, sabía lo importante que era esta noche, además era el presidente—. Zeynep está enferma, no puedo dejarla en ese estado.
Se hizo un silencio por varios segundos hasta que respondió.
—Tienes razón nieto, atiende a tu esposa. Yo me encargaré de todo.
Ahora sí que estaba seguro que algo pasaba y encima el abuelo estaba en esto, jamás diría algo como eso, no mientras inaugurábamos un nuevo hotel y el que nos dejaría grades ganancias.
—Nos vemos más tarde —colgué. Entré a W******p para ver la cantidad de mensajes que me empezaban a llegar, pero el teléfono se apagó por falta de batería.
Bueno, mañana podría ver. Seguro no era nada importante.
[…]
Sentía caricias en el rostro que me impedían seguir durmiendo, pero sonreí inevitablemente.
—No me dejas dormir, Reyyan —susurré, mientras abría mis ojos y me daba de golpe con la realidad—. Lo siento, Zeynep.
Me levanté de inmediato y salí de la cama.
No pude evitarlo, fue espontáneo…ni siquiera lo pensé y uff. Reyyan siempre lo hacía cuando se despertaba antes que yo y que Zeynep lo hubiera hecho…simplemente me recordó a ella.
No escuché que replicara algo, así que me fui hasta el baño, necesitaba salir y saber cómo había terminado la noche, aparte tenía mucho trabajo y muchas reuniones en el día. Ya arreglado salí de la habitación y Zeynep no se encontraba por ningún lado, tal vez ya estaba en el comedor. Se me estaba haciendo tarde, lo cual odiaba…era muy puntual, respetaba mi tiempo y el de los demás. Agarré mi teléfono y lo encendí, más tarde miraría los mensajes que tenía.
—¿Abuelo? —fruncí mi ceño al verlo en la mesa. También estaban mi madre, mi tía y hermana—. ¿Qué hacen aquí?, no me avisaron que iban a venir.
—Mi nieta está enferma, claro que vendríamos a primera hora para saber como se encuentra en el día de hoy…mírala, aún está mal.
Volteé a mirarla, estaba con su cabeza agachada.
—Sí, aún está mal —exclamé sarcástico—. Bueno, debo irme…que aprovechen.
—¿Por qué tan rápido, hijo? —preguntó mamá—. ¿Hace cuanto no desayunamos todo en la misma mesa?, ni siquiera recuerdo la última vez, ven y desayuna junto con nosotros…tu familia.
Ni siquiera yo podría recordarlo, estaban metidos en los negocios que los había ido olvidando poco a poco.
—Tengo trabajo —me excusé y salí del comedor para irme antes que el abuelo hablará y no tener más excusa que irme.
—Déjalo, no podemos evitar que se entere —escuché que decía.
No presté atención y seguí con mi camino.
Mi celular empezó a sonar y lo saqué rápidamente.
—¿Señor Kurt? —preguntaron.
—Sí, ¿con quién hablo? —cuestioné mientras encendía el automóvil.
—Habla el oficial Kadir, quería informarle un suceso que sucedió hace unas horas.
—Escucho —fruncí mi ceño confundido.
¿Qué había sucedido? Si hubiera pasado algo el abuelo Mehmet tendría que habérmelo dicho.
—Hoy en la mañana nos reportaron que exhumaron la tumba donde se encontraba su esposa, al ver el reporte esto no tenía por qué suceder aun, pero había una orden y al abrirlo… —se quedó en silencio por varios segundos.
—¿Qué pasa? —mi corazón empezó a latir rápidamente.
—No encontraron ningún cuerpo…el ataúd estaba vacío.
Me desconecté del mundo en ese momento y todo se volvió más lento, el oficial Kadir siguió hablando, pero no podía escuchar, estaba rebobinando sus últimas palabras una y otra vez, mientras un frío recorría todo mi cuerpo. No reaccioné hasta minutos después.
—¿Orden? ¿Quién dio la orden de abrir la tumba de mi esposa? ¿Dónde está su cadáver? ¡¿Quién se atrevió a hacer algo como eso?! —grité fuera de sí.
—La orden fue dada por la fiscalía, a petición de… Reyyan Kurt, ahora llamada Bahar Yildiz… su esposa.
El teléfono se me cayó de mis manos y todo empezó a dar vueltas en mi cabeza, salí como pude de mi automóvil tropezando con Azize y logrando caerme al suelo.
—¿Qué pasa hermano?, ¿estás bien? —me ayudó a levantarme del piso.
—R-Reyyan…Reyyan —susurré sin aliento, mi corazón dolía y mi pecho me quemaba.
Sus ojos se abrieron grandemente.
—¿Ya sabes?
Me separé de inmediato totalmente confundido.
—¿Qué me quieres decir, Azize? ¡¿de qué se trata todo esto?! ¡¿me quieren volver loco?! —las lágrimas empezaron a caer.
—Reyyan está viva, viva…estuvo ayer en la inauguración…ahora es Bahar…nieta de la familia Yildiz.
No escuché más, salí corriendo hacia mi automóvil y me subí en él. No podía pensar algo coherente, no podría ser cierto algo como eso, imposible…Mi esposa murió, mi Reyyan estaba muerta…¿Cómo?
—¡ALÁ! ¡ALÁ!
—Es extraño —susurró Onur. Volteé a mirarlo confundida—. Es extraño estar delante de lo que fue tu tumba por varios años, es como si hubieras estado muerta y acabaras de revivir.Miré nuevamente el hueco donde según todos yacía mi cuerpo e inhalé profundo.—En realidad Onur, es mi tumba y lo que enterraron aquí fue a Reyyan Kurt, enterraron sus sueños, sus metas, sus emociones, su familia…y su amor —retiré rápidamente una pequeña lagrima que se derramó—. Volví a nacer el día en que desperté, ahora solo me quedan recuerdos de mi antigua vida.—Haré todo lo posible para que esta vida la vivas lo más plena posible.Solo sonreí, no dije nada más.Me había dado cuenta que Ferhat venía a visitarme cada semana, que duraba horas sentado, mirando a la nada y el saberlo me hizo preguntarme la razón, pero no importaba…no importaba nada que tuviera que ver con él.—Debemos irnos, Bahar —asentí. Le pedí que me diera unos minutos a solas. Necesitaba despedirme.Cuando me dio espacio y se alejó, me
POV MIRAN—¿Una reunión? —volteé a mirar a Azize, quien tenía su ceño fruncido evidentemente molesta.—¿Acaso quieres que le dijera que estaba con Azize Kurt, su ex cuñada? —dije totalmente obvio—. Preguntara la razón por la que estoy contigo y se enojará cuando sepa que nos vemos a escondidas de todos… ¿quieres dañar tu reputación?—¿Por qué no pides mi mano, Miran? —se sentó a mi lado y entrelazó nuestras manos—. Todo sería más fácil así.—En estos momentos hay tensión entre nuestras familias y te aseguro que la cuerda se tensionara aún más —negué levemente—. Imposible.Suspiró y negó.—Mi hermano nos entenderá, él más que nadie sabe que es el amor y lo que podemos llegar hacer por el —chasqueé mi lengua, no soportaba tener que escuchar sobre el imbécil de Ferhat.—Bueno, su significado de amar está muy erróneo.—El ama con toda el alma a Reyyan, no sabes lo destrozado que lo paso, tener que casarse con nuestra prima fue el mayor sacrificio que hizo por nuestra familia, todo fue por
POV FERHAT.—¿Qué haces aquí?, ¿Cómo pudiste entrar? —cuestionó, empezando a enojarse—. Llamaré a seguridad si no te vas ahora mismo, Ferhat.—¿Qué hago aquí? —pregunté con mi ceño fruncido—. ¿Enserio lo preguntas? —la miré incrédulo, ella lo sabía…sabía que volvería—. Estoy aquí por ti, estoy aquí porque soy incapaz de estar sin ti y porque necesito respuestas… ¿Cómo…cómo es que estas viva y… y te hayas ocultado todo este tiempo de mí?, ¿por qué nos hiciste este daño?No podía entender como estaba viva y la razón por la que hasta ahora había aparecido.¿Acaso no me extrañaba?, ¿Qué había sucedido para que me mintiera todo este tiempo?—¿Cómo estoy viva? —sonrió sarcásticamente—. Claramente por ti no.Cerré mis ojos por varios segundos, no pudiendo soportarlo un segundo más.—No lo hagas Reyyan —caminé rápidamente hasta ella y la agarré de ambos brazos—. No lo hagas, por favor.—¿Qué estoy haciendo?, ¿Qué no haga qué?—No sigas mirándome de esa forma, el ver como me miras me duele —su
POV FERHAT.—¡¿Cómo es posible que no sepan nada del cirujano que nos atendió?! ¡¿acaso alguien puede desaparecer sin dejar rastros?! ¡Necesito hablar con el director! —grité fuera de si.—Le repetimos que el director no se encuentra en estos momentos, lamentamos no poder hacer nada por usted, señor Kurt —repitió nuevamente su secretaria.—¿Y los documentos y los videos que pedí?, necesito verlos, cámaras…lo que sea, cualquier cosa puede ayudarme.Me miró con pena y negó.—Lo siento, pero todos los archivos de ese día fueron extraviados y las cámaras estaban en mantenimiento, así que no hay nada que pueda ayudarlo.Empecé a reírme de lo ridículo que era la situación. Era obvio que todo había sido manipulado y el que el director no quisiera darme la cara, significaba que estaba involucrado en esto. Algo había sucedido y tenía que saber el qué, no pararía hasta dar con la respuesta a esta encrucijada.—¿Le parezco un hombre al que le pueda mentir? —inquirí, señalándome.—No señor.—¡¿En
POV FERHAT—¡¿Entiendes que le lloraba a una tumba vacía cuando mi esposa seguía viva?! —grité, alejándome de él. No quería respirar su mismo aire.—Era mejor que vivir con la incógnita de saber que le pasó —respondió fríamente.Lo miré totalmente sorprendido.¿Enserio se atrevía a decir algo como eso?—¿Crees que tenías el derecho? —exigí una respuesta, pero se mantuvo callado—. ¿Lo tenías?, responderé por ti… ¡No! —bramé—. Es mi esposa y si era necesario pasaría toda mi vida entera buscándola, pero te juro que no me habría quedado con la incógnita…la busco hasta encontrarla, ¿enserio crees que te crea después de que me hayas engañado tantos años?—Recuerda que te cásate con Zeynep, ahora ella es tu esposa —evadía mis preguntas y eso solo hacía enojarme aún más. No me diría nada que me ayudara a saber, no se delataría, claramente no lo haría.—Te equivocas —interrumpí—. Sigo casado con Reyyan, está viva, así que mi matrimonio con Zeynep no es válido…—Pues entonces lo haremos oficial
POV BAHAR (REYYAN)Estábamos todos desayunando en familia, pero no era como meses anteriores, ahora había mucha tensión y era sofocante el estar mas tiempo de lo necesario juntos. Había estado evitando a Onur, tenía muchísima vergüenza el que me escuchara decir aquello días antes, aunque lo habíamos hablado después y él haya afirmado que no se sentía incomodo y entendía la razón por la cual lo dije, no era suficiente para dejar de seguir sintiendo vergüenza.—Mustafa y Ahmed vendrán hoy, así que los quiero a todos temprano…¿entendieron? —inquirió el abuelo.Miré a mi hermano, quien negó levemente. No sabía de esto, últimamente no sabía nada de lo que el abuelo haría, ya no le decía las cosas como antes y me daba cierta ansiedad.—¿De nuevo? —me atreví a preguntar.—De nuevo, mi querida nieta y esta vez toda la familia estará presente… sin excepciones —recalcó lo último.Sabía que me lo decía a mí, aunque mi primo y hermano tampoco estuvieron en su visita días pasados.—Tenemos obligac
POV ZEYNEP POLAT.—AAAAAAH —gritaba sin parar, mientras arrojaba todo lo que me encontraba en el camino—. ¡Malditaseas Reyyan! ¡te odio! ¡te odio! ¡lo pagaras!Tiré todos los perfumes que tenía en mi tocador, peines, brochas y con un cofre quebré el espejo.—Por Alá, pero que es todo esto —escuché a mamá detrás, pero seguí rompiendo todo, tenía que sacar mi ira de alguna manera. No podía tenerla más conmigo, tenía que desahogarme—. ¡Basta, Zeynep! ¡detente!—¿Cómo quieres que lo haga si me dejaron? No ha vuelto desde hace días, ¡dijiste que volvería y aun no lo hace! —solté en llanto, tenía mucho dolor, lo estaba perdiendo—. Tienes que ser la mejor amiga de Reyyan, Zeynep. Lo hice. Tienes que esperar tu oportunidad, Zeynep. Lo hice, esperé pacientemente —chillé, saltando en mi lugar—. Tienes que ser una esposa dócil, Zeynep. Lo hice. Tienes que quedar embarazada, Zeynep. No pude hacerlo, ni siquiera me miraba…¿Cómo podría entonces quedar embarazada? Tienes que acostarte con tu ex y qu
POV FERHAT.Llevaba todo el día enfrascado en los nuevos negocios de la familia que ni siquiera me detuve un momento en la hora del almuerzo, eran las seis de la tarde y ya mis ojos me pedían un descanso, así que deje todo y mañana lo retomaría, no servía de nada si seguía trabajando así cansado y sin comer.Recogí mis cosas, apagué la laptop y salí de mi oficina, dándome cuenta que Melek, quien era mi secretaria desde hace tres años aún se encontraba en su puesto, igual que yo trabajando.—Pensé que te habías ido hace horas, ¿por qué aun sigues acá? —pregunté, totalmente confundido.—Lo sé, señor Kurt, pero tenía mucho trabajo y al ver que usted aun no se iba, decidí quedarme hasta su salida…logré terminar todo, ya estaba recogiendo para irme.Dios, como amaba su trabajo, era tan eficiente que jamás desde que empezó a trabajar conmigo había hecho algo malo o tenido alguna queja, era la mejor en su área y estaría perdido de no ser por ella, tenía todo organizado, cuando requería un do