POV MARIANA

Llegamos a casa muy ebrios, tuvimos que venirnos en taxi, no puedo ni caminar, todo me da vueltas, Daniel me carga para llevarme a mi habitación, me aferro a su cuerpo para sentir su olor, su aroma tan masculino. la he pasado súper bien, me divertí mucho y baile hasta que me dolieron los pies, todo fue tal cual lo imagine, mi amiga y Lucían se fueron en otro taxi, ella me conto que estaba lista para perder su virginidad, así que me imagino a donde fueron.

Daniel me lleva a mi habitación, yo creo que son efectos del trago, lo veo aún más guapo de lo normal, sé que debe ser cosa de tragos. Nuestras miradas se cruzan mientras me tiene en sus brazos, la pasión y el deseo se apoderan de ambos, nos damos un beso que ninguno de los dos quiere terminar, nuestras bocas se complementan entrando en un juego perverso, nuestras lenguas están en una batalla sin fin, mi corazón late desenfrenadamente, el deseo es inevitable.

-Hija creo que es hora que te acuestes a dormir, -interrumpe mi