CAPITULO 111

Gustavo se empezaba a preocupar por la salud mental de Pablo porque se daba cuenta que había perdido por completo la razón.

Tuvo que llevarlo a su casa a pesar de que no le gustaba cargar con este tipo de lastre, a pesar de todo lo que había pasado él quería mucho a Pablo porque sabía que tenía su sangre y eso era lo único que le interesaba.

Solamente con él había podido tener una relación cercana de familia algo que estaba lejos de haber tenido en algún momento con Guillermo y quiso haber tenido ese tipo de relación con su hermano pero la única realidad es que él jamás iba a entender los propósitos de su vida.

Gustavo decidió llevarlo a una de las habitaciones y se quedó en el estudio tomando un poco de alcohol pensando en la manera en la que podía intentar recuperar todo lo que estaba perdiendo la empresa.

Lo que más detestaba en todo esto es que la gente iba a tener razón, odiaba que todo el mundo al final tuviera razón y dijeran que él no estaba al nivel de Guillermo