CAPITULO 115

Después de ese beso, Guillermo se sentía atraído por ella, era el sueño que todas las noches era dueño de sus deseos.

Carolina toma un poco de aire mientras se acuesta en la área, el mete la mano debajo de su vestido sin dejar de besarla, ella por su parte, le abre la bragueta y mete su mano en ella.

Quiere sentirlo solo por una noche, mientras él besa su cuello, ella abre las piernas, él empieza a bajar con delicadeza sus pantaletas.

— No, esto no está bien y tienes que parar — Carolina estaba muy nerviosa, sabía que estaba a punto de cometer un error.

Guillermo también se detiene, no puede creer lo que estuvo a punto de hacer, estaba cegado en sus propios sentimientos.

— Perdón, sé que todo esto está mal y mucho más todo lo que estoy sintiendo dentro de mi corazón por ti, pero es el momento en que llegaste a la isla no hay un solo segundo que no deje de sentir que nosotros hemos tenido una conexión especial desde hace mucho tiempo — Guillermo en ese momento quería decir