AMOR INESPERADOHISTORIA DE TADDEO FERRARIEl señor del camión al ver la colisión del hombre, se estacionó, salió corriendo a auxiliarlo, marcó al 911 el número de emergencia, informó del accidente y pidió una ambulancia. Se acercó donde estaba el herido, era un muchacho joven, cargaba el casco pues
—¡No Taddeo! ¡No mi amor tú no! Todo es mi culpa mamá, yo lo mandé a que se muriera. ¡No! ¡Por favor no! —Camilla no entendía de razones, se puso histérica, estaba tan alterada que despertó hasta a su padre, que de inmediato llegó a la habitación atraído por los gritos de Camila.—¿Qué le pasa? ¿Por
—Yo también idiota, aunque a veces quiera arrancarte la cabeza ¿Me das un abrazo? —pidió Taddeo a su gemelo.—Claro cabezón—pronunció abrazando a su hermano.—No le digas a mamá que estoy aquí.—Pero ella debe saberlo, se molestara si no lo hago.—Me echas la culpa a mí, yo asumo la responsabilidad,
—¡Oh lo siento tanto!, me arrepiento de haber discutido contigo, debí oírte. No quiero que te pase nada. Eres importante para mí —le decía subiendo su mano para acariciarle el rostro con sumo cuidado, después acercó sus labios a su boca—Te amo Taddeo, debes reponerte pronto, ¿Por qué como asistirás
AMOR INESPERADO.HISTORIA DE TADDEO FERRARI—¡Camilla!, ¡Camilla! —gritó TaddeoElla se volteó, vio su rostro atravesado por el dolor y se sintió nuevamente culpable, él sólo alcanzó a decir —Discúlpame, por favor.Cayó en el suelo, ella corrió hacía él para sostenerlo mientras le decía—No amor, lo
Enseguida se acercó Camilo, con un personal del hospital y lo colocaron en la silla de rueda y lo ingresaron nuevamente.Camilla se acercó a sus padres que esperaban un poco apartados. Al ver su triste expresión su madre le interrogó — ¿Está bien todo?Ella simplemente la abrazó y lloró —¿Por qué el
—Muchas gracias joven, mis mejores deseos para usted, que se recupere pronto.—Gracias a usted por ser un buen samaritano—se despidió del señor.Al quedar solo, Taddeo comenzó a pensar en Camilla, iba a llamarla, pero lo más probable es que estuviera trabajando, no podía interrumpirla. Se sentía enc
—No me voy a quedar aquí, voy donde papá, y si voy a correr ¡Maldición! —dijo parándose y sosteniéndose de la pared.—Espérame un momento por favor—manifestó su hermano.Se recostó de la pared y cerró los ojos, no le podía estar pasando eso, como por una impulsividad del momento había tirado su mayo