—Callum POV—Tenerla en mis brazos. Tocar su cuerpo. Besar, cada parte fue increíble. Pero, lo mejor de todo es tener toda ella.Cuando aceptó mi propuesta, me sentí extremadamente feliz. Por primera vez no pensé en mi propio placer. No. Esta vez solamente pude pensar en ella y su placer, porque su placer era mi placer. Fue una sensación extraña, pero agradable para mí.No pude dejar de pensar en que esta mujer será mi mayor perdición.Sus gemidos. Sus expresiones. Mi nombre ser pronunciado de sus hermosos labios. Me volvía loco. Me generaba una sensación de paz. Me estaba enamorando de ella. Esa era la verdad.Cuando se quedó dormida, fue inevitable mirarla. Detallar cada línea que conformaba su bello rostro. Sus labios finos y rosados eran muy tentadores. El largo de sus pestañas o sus finas cejas. Me iba a volver loco.Poco a poco me quedé dormido tras escuchar su respiración pausada, era la mejor música que mis oídos han podido escuchar a lo largo de los años.La manera en como el
—Amelia POV—Cuando sonó su teléfono y vi esa expresión en su rostro, decidí dejarlo a solas para que pudiera atender sin ningún problema. Comencé a recoger todos los platos para irme a la cocina y darle su espacio. Esperé un minuto, pero su expresión no dejaba mi mente.Si él quería tener una relación conmigo, aunque fuera solamente la de unos simples amantes, no quería mentiras y en el momento en que regresé y vi aquella expresión, sentí..., sentí miedo. Era la primera vez que lo veía colocar esa mirada en sus ojos. Era una mirada de odio, una de querer asesinar, una aterradora. Se podía ver como su pecho subía y baja con rapidez, era muy evidente que le estaba costando respirar. Quería acercarme desde un principio olvidándome del miedo que sentí por un instante y lo hice, pero escuchar el nombre de Nina me desanima un poco, porque era muy claro que había otra mujer en su vida y fue extraño sentirme celosa en ese momento.Hago caso omiso a mis pensamientos y a esa sensación de celos
Me acerqué a ella y sabía que todos me miraban fijamente, podía sentir el peso de sus miradas en mi espalda.—Nina O'Brien, me llamo Amelia O'Connor. Es un placer conocerte.—Señorita O'Connor, igualmente. ¿Qué hace aquí?—Por favor, no te levantes. Te lastimarás más y la idea es que te recuperes.—Se lo agradezco.Le dedico una dulce sonrisa y parece que eso la calma. Callum se acerca y se sienta al lado de su prima en aquella incómoda silla.—¿Por qué viniste?—Por dos motivos.—¿Cuáles son esos dos motivos?—El primero es que no tiene caso escondernos, te lo dije, quiero honestidad total entre nosotros.Las tres personas ajenas a nosotros dos, se miran entre ellos, sin entender.—Callum, ¿Son ellos de tu real confianza?—Lo son.—Talía también lo es.—Es bueno saberlo.—Opino lo mismo.Nadie parecía entender nuestra conversación más que nosotros dos. Él sonríe de lado y se apoya en la silla sin dejar de mirarme. Esa manera en como recorría mi cuerpo con su mirar hace que me tiemble
—Callum POV—Nina me ha dado su permiso para hacer lo que quiera con su familia. Sus palabras eran más que certeras, puesto a que no tenía pensado en ningún momento tener piedad con ellos y en especial con su padre.Ese hombre trabajaba en la empresa por ser hijo de mi abuelo. Tenía un alto cargo gracias al abuelo, pero no hizo nada más que abusar de su poder y volverse adicto a los juegos y a las mujeres. No le ha importado usarlas como si fueran simples objetos. No le importa nada en absoluto. El abuelo es quien se ha encargado de pagar sus deudas por los juegos.—Hermano, perdóname.—No tengo nada que perdonarte, Nina.—Sí, lo hay. Yo..., hay algo que no te he dicho.—¿Qué es?Ella duda un poco sobre si debía decirme o quedarse callada. Sabía que debía esperar pacientemente a que tomará la iniciativa, nada saldría bien si la obligaba a decirlo, por eso espero en silencio.—Prométeme que no vas a enojarte.Algo me dice que no será sencillo cumplir esa promesa. Siempre que me dice es
—Amelia POV—Esta mujer no es más que una infeliz descarada.—Imagino que tú eres la abusadora que se creía la reina de la escuela y fuera de ella, y más ahora que te ves vieja.—¿Me llamaste vieja?—Lo hice.—¿Cómo te atreves? Para tu información solamente tengo veintiséis años, aún soy joven.—Eso no es lo que aparentas. ¿Por Dios qué es eso?Me inclino un poco para dramatizar «lo vieja» que está. Hago un gesto de preocupación y me cubro la boca con una mano para hacerle una pequeña broma.—¿Qué tengo?Ella se mira en el espejo y frunce el ceño al no ver nada.—¿Estás segura de que tienes veintiséis?—¡Por supuesto que lo estoy!—Siento decirte que tienes tantas arrugas que creí que eras más vieja.—¡Tú...!Me acerco a ella y me miró al espejo, finjo revisarme el rostro en busca de arrugas y suspiro aliviada.—Y pensar que soy un año mayor que tú, al menos yo no tengo arrugas en mi bello rostro que me haga ver vieja como tú. ¿No lo cree?Ella se enfada y retrocedo un paso para despu
—Callum POV—Me dirigía a la habitación en la que Catalina sería internada para ver con mis propios ojos que tan cierto es lo temible que puede ser Amelia O'Connor.Caminé por el pasillo en total silencio y a pasos lentos. En aquellas sillas de espera se encontraba el esposo de Catalina y hermano de Nina. Él, al verme ahí, se coloca de pie rápidamente junto a su madre. Agacha la cabeza como sinónimo de sumisión, pero sabía quién era él realmente y que todo era una fachada para dejarlo volver.—Callum...—Escuché que Catalina sufrió un ataque hace poco, vine a ver qué tan cierto es eso.—Es verdad. Mi esposa fue atacada por otra mujer, aún no descubrió quien fue la responsable, pero haré que pague por lo que hizo.—No podrás con ella.—¿Qué?Que tonto fui. No pensé antes de hablar y ahora podía ver que esperaba una explicación de mi parte, pero será mejor ocultar su identidad. Tomé mi teléfono sin importarme que él se diera cuenta y envío un correo a Sebastián.De: Callum O'BrienPara:
—Amelia POV—Las horas que tardaban en realizar la muestra de ADN me parecían eternas. Mi intuición me decía que esa mujer no mentía y que Nina era esa bebé que mi madre había perdido, aunque en realidad fue robada.He dado la orden para que Talía averigüe todo lo sucedido ese día y también a los padres de Nina para saber si eran o no sus padres biológicos. No podía dejar a nadie más que a Talía para realizar esta tarea, aunque ella se encargaba de toda mi agenda y era una excelente asistente, su principal profesión es médica.Cuando la conocí, ambas teníamos solamente veinte años. Me encontraba en la universidad el día en que nos conocimos, ese día sufrimos un ataque terrorista dónde salí herida por una bala en mi brazo, ella fue quien me ayudó y para entonces era una alumna de medicina. Fue una de las mejores de su clase y consiguió graduarse con honores en poco tiempo, al igual que yo. Nos hicimos amigas y desde entonces fuimos inseparables. Pero, tiempo después, supe que su padre
Lo estaba deseando y me he dejado llevar. Esta es la primera vez que yo tomaba la iniciativa, era algo torpe, pero no dejé que eso me impidiera hacer lo que deseaba. Di un paso al frente y besé su pecho. Un beso lento, pude ver como su respiración se cortaba y como recorre mi cuerpo con sus manos. Las sube lentamente desde la parte baja de mi columna hasta la nuca. Hace que lo vea a los ojos y me besa. He perdido. Esa es la verdad.Quería ser yo quien llevará las riendas, pero no era experta y él conseguí dominar la situación. Esta vez nos entregamos con un poco más de rudeza que nuestra primera vez. Me di cuenta de que ya no era doloroso, sino que era muy placentero.Intento que no me escuchen besándolo, había mucha gente en casa y no quería que se dieran cuenta de lo que estábamos haciendo.Sabía que debía hablar con él sobre Nina y lo que he descubierto sobre quién es, pero no sabía cómo tomar la iniciativa.Él hacía pequeños círculos en mi espalda mientras que yo doy pequeñas cari