—Lluvia, cariño, tenemos que hablar —la escucho pronunciar con el tono sutil que siempre utiliza cada vez que quiere que le de dinero.
No me extrañaría que por eso haya aceptado venir a verme, porque sabe muy bien que si dejo mi carrera musical, ya no habrá dinero con que mantener al holgazán que se hace llamar mi padre.
No hay mujer más inteligente que ella, sabe como manejar cualquier situación y doblarla a su favor, sabe que palabras decir y que cosas hacer con tal de que se cumpla lo que ella quiere, es una manipuladora en total. Pero aún así es mi madre y por más frívola que sea conmigo siempre es bueno sentirse amada por ella. Aunque no pienso dejarle las cosas tan fáciles, si quiere dinero esta vez tendrá que emplear muy bien su papel de mamá preocupada.
—Si vienes por tu dinero mensual,
Alguien toca la puerta de la habitación del hotel, donde por petición del mismo Arthur me estoy alojando. Decidí dejar la fraternidad y así regresarle la paz a esas pobres chicas que durante días, tuvieron que enfrentarse a problemas que no les concernían, por una parte creo que fue positivo, antes de irme Amber me dio las gracias, porque gracias al alboroto ahora hay más solicitudes de chicas que quieren ingresar a la fraternidad para el próximo semestre y a pesar de estar a penas comenzando uno nuevo, quieren reservar su cupo desde ahora.—Yo abriré —dice Brenda desde la pequeña cocina integrada, dejando a medias la preparación de un sándwich que es para ambas.Me rehusé a venir sola y por ese motivo mi mejor amiga decidió acompañarme solo por el tiempo que permanezca aquí el cual estimo no será de
CINCO AÑOS DESPUÉS...—Se les informa a los pasajeros del vuelo privado noventa dieciséis, abordado en la ciudad de Tokio Japón con destino a la ciudad de New York, que pronto aterrisaremos. Esperamos que el viaje haya sido de su total agrado y muchas gracias por confiar una vez más en nuestros servicios —dice el capitán desde la cabina de la aeronave.Hace unos días se terminó mi contrato en Asía y ahora, después de varios años de viajar por todo el continente y vivir periodos cortos en diferentes países, he decidido volver. No es por gusto propio, en mis planes no estaba regresar, he decidido quedarme viviendo en Europa por un tiempo mientras espero el lanzamiento de mi próximo disco, pero todo aquello será llevado a cabo después de la boda de mi mejor amiga.Si... después de varios años de relación y de que por fin los padres de Collins
—¿Brenda? ¿Adivida quién está en la ciudad y ha venido para hacerte pasar la mejor noche de tu vida? —digo en cuanto me responde el teléfono y solo puedo escuchar gritos.De igual manera yo me emociono y termino gritando también, Arthur me mira como si estuviera loca y se tapa los oídos al escuchar el grito de ambas ya que tengo a mi amiga en altavoz.—Eres una maldita perra, ¿por qué no me dijiste que habías llegado? —reclama mi amiga en cuanto deja de gritar y yo me río—. Hubiese ido a buscarte al aeropuerto —agrega.—Claro... y el montón de paparazzis, junto a los fanáticos locos nos hubiesen dejado pasar por la salida como si nada —digo de manera sarcástica—. No es que yo sea la gran súper star ni nada por el estilo, ¿cierto? —agregó y ella
Observo al chico con piel de ébano que baila sobre una de las mesas que fueron dispuestas para eso, mientras como un trozo de pizza hawaiana, noto lo tensa que mi amiga se encuentra cuando uno de los chicos la comienza a manosear y coloco mis ojos en blanco al ver lo mojigata que se ha vuelto.—Déjala en paz, es más probable que te lleves una parada en las bolas antes que puedas seducirla —le ordeno al tipo que le baila y el chico se retira.Miro a mi amiga con mala cara y ella niega con su cabeza.—Ya no sirvo para esta clase de cosas —se disculpa y yo vuelvo a colocar mala cara.—Ya no sirves o ya no quieres —afirmo y ella suspira mientras alcanza el ultimo pedazo de pizza que hay en la caja.—Ya no soy tan perra como antes —se encoje de hombros—. Creo que la vida después de la escuel
—Lluvia... habre la maldita puerta, ya mismo —escucho del lado de afuera de la habitación y la cabeza me taladra con cada golpe que le dan a la puerta—. Lluvia, en dos horas tienes la maldita entrevista, te dije que no hicieras algo estupido —grita Arthur y yo me coloco una almohada en la cara.Todo se vuelve a quedar en silencio y cuando creo que me dejará en paz, escucho el sonido de unas llaves y más atrás el de la puerta siendo abierta.—¡Ca-ra-jo! —que diga las cosas en sílabas, solo me hace pensar que esta vez la cagué bien feo—. No solo te bastó con desarmar casi medio pent-house, sino que ahora tu también quedaste vuelta nada —agrega y yo lo sigo ignorando.Las cortinas son abiertas de manera brusca, dejando que la luz del sol me pegue directamente en la cara. El fastidio se hace presente de inmediato y un leve lloriqueo por el dolor que me talad
—Creo que hiciste lo correcto al colocar a esa maldita vieja en su lugar —gruñe Brenda mientras una de mis maquinistas le da los últimos retoques a su maquillaje de novia.Está quedando como toda una princesa africana y la estatura de su cuerpo la hace lucir como una modelo de Victoria secret.—Ojalá todos pensaran como tú —digo mientras la miro por el reflejo del espejo y sigo en mi tarea de acomodar bien mi vestido de madrina de bodas, que ella misma se tomo el trabajo de escoger para mi.El color morado me hace ver pálida, pero debo reconocer que la apertura que posee del lado de la pierna izquierda junto a lo perfecto que se ajusta a mi silueta, me hace lucir sexy.—Solo debes dejarlo pasar, esa maldita vieja solo está haciendo hasta lo imposible por hundirte, no soporta que alguien le haya hec
—Si, acepto —dice mi amiga cuando el cura le pregunta si acepta ser esposa de Collins.Tanto carameleo me da náuseas, pero de cierta manera adoro las emociones que desencadenan este tipo de eventos y tengo que parpadear varias veces para no dejarme llevar por la nostalgia.—Collins J. Pierce, aceptas a Brenda como tu legítima esposa —lo mira fijamente—. Para amarla y respetarla sobre todas las cosas. En la salud y en la enfermedad, ¿hasta que la muerte los separe? —agrega finalizando la pregunta y Collins se queda callado.—Yo... yo... —balbucea mirando a mi amiga con dudas y en la iglesia se comienza a escuchar un murmullo.Miro a las personas que se encuentran sentadas en primera fila y noto como una mujer de mediana edad sonríe ampliamente ante la duda del chico, a su lado noto la presencia del padre de
—Lluvia, ¿estás segura de esto? —inquiere Arthur mientras me observa hacer mi maleta.—Jamás en mi vida había estado tan decidida —respondo sin mirarlo, mientras sigo colocando ropa en los espacios que aún siguen vacías.—¿No se suponía que nos iríamos hasta pasado mañana? —inquiere tratando de averiguar la razón de mi cambio de opinión, pero no le digo nada en específico.—Cambie de opinión y solo me quiero largar lo más ante posible —contesto sin dar explicaciones.—Bueno, te tengo noticias y no sé como lo vayas a tomar —dice y yo dejo de organizar mi equipaje y me giro para mirarlo.—¿En que lío ahora me has metido? —indago y este sonríe de la misma manera cuando