Problemas como el que me estaba afectando ahora. Porque su aroma enviaba un estímulo a mi cerebro, como una droga que amenazaba con hacerme perder la concentración. Sin embargo, sabía que esto era obra de algo fuera de mi control. Una conexión no deseada. "¿Qué vas a hacer? ¿Matarme?", me espetó. "
Una sensación que duró lo que me pareció una eternidad... y terminó con un vacío que resonaba agónicamente en mi interior. "Alguna vez pensé que había una pizca de bondad en ti, Raven", tosió, incorporándose lo suficiente como para mirarme. "Pero dejé que esto durara demasiado, creyendo en algo que
No pude volver a dormirme después de aquel sueño. No... ese recuerdo. Ese recuerdo atormentador y doloroso. La imagen de los ojos de Kieran llenos de tanto odio aún me pesaba. Todo, desde la forma en que escupía mi nombre, hasta la forma en que me miraba... era como si me despreciara más que cual
Como un depredador acechando a su presa, empecé a moverme silenciosamente detrás de ellos... manteniéndome entre las sombras hasta que estuve tan cerca que pude oír vagamente las voces apagadas de los hombres de adelante. Pero no me preocupaban. Solo me preocupaba este que iba rezagado. Cuando el
"No tienes ni idea de por lo que he pasado...", continué, y las palabras empezaron a brotar rápidamente. "No tienes ni idea de cómo he tenido que luchar por mi supervivencia, corriendo literalmente por mi vida en varias ocasiones. Y no solo eso, sino que me han dicho cosas que ni siquiera podrías im
"Yo... Rheyna Knight... de la una vez perdida Manada de la Neblina Plateada", comencé, con mi voz apenas más fuerte que un susurro. "Rechazo a...". Pero no fui capaz de terminar la frase... Porque me había equivocado... demasiado. Ahora me daba cuenta. No recordé esa línea de tiempo anterior par
"Rae", lo escuché llamar detrás de mí cuando habían pasado unos minutos. No estaba segura de hacia dónde me había dirigido, simplemente avanzaba en silencio mientras ganaba más tiempo para pensar. "Rae, espera un segundo", volvió a llamarme. Maldita sea. Me detuve y me giré hacia él, sin saber q
"De acuerdo, entonces...", dije lentamente. "Es por aquí". Y con eso, comenzamos nuestro viaje a la casa de Zac. La suerte estaba aparentemente a nuestro favor, ya que llegamos antes de que empezara a caer la tormenta. Cuando llegamos a la entrada, apenas había empezado a llover y la amenaza de tr