Su tacto me hacía querer derretirme en sus brazos, pero conseguí contenerme. "Lo dices siempre, Xavier. Llevamos casi diez años juntos y siempre es la misma promesa". "Bueno... quiero decir que las cosas podrían ser diferentes pronto", dijo, encontrando una excusa. "El Alfa Dominic se está haciend
Esto despertó mi curiosidad y mi mente empezó a pensar en todo lo que podrían estar refiriéndose. "¿Qué quieren decir? ¿Pasó algo con la manada?", insistí.Su amiga entonces se atragantó con otro sollozo y la chica que hablaba le dio unas palmaditas en la espalda para calmarla."Fue durante una reu
"¡No tiene familia!", grité con rabia, apretando los dientes. "Llévame con él ahora". Yo era su familia. Su única familia. La única que le quedaba. La única que me quedaba. Nos habíamos encontrado el uno al otro de la forma más inesperada, y ninguno de los dos creyó nunca que seríamos realmente fel
"¿Quieres salir de aquí?", le susurré íntimamente al oído. La pregunta fue seguida de cerca por mi mano, moviéndose por su pierna mientras se sentaba a mi lado, sin dejar lugar a dudas en su mente sobre mis intenciones. Mi pregunta solo dejaba llegar a una conclusión. Esto era todo lo que se neces
"¿Qué está pasando ahí?", gritó una voz de hombre. Uno de los hombres del grupo que acababa de llegar. Levanté la vista hacia él rápidamente con lágrimas en los ojos y le supliqué sólo con la mirada que me rescatara. Que alguien más interviniera antes de que fuera demasiado tarde. "¡Ayúdenme! Este
"Bonito nombre", dijo Miles, deslizándose en el asiento del conductor. "¿En dónde te dejo?"."Mi apartamento no está lejos. Si pudieras dejarme ahí, te lo agradecería".Miles encendió rápidamente el coche y comenzó a conducir según las instrucciones que le había dado. No sería un viaje muy largo, pe
Las cosas estaban a punto de ponerse interesantes. El primer hombre se abalanzó hacia mí y lanzó un golpe a mi cabeza que esquivé sin esfuerzo. No debió darse cuenta de lo ágil que era, ya que al instante contrarresté su ataque cortando mi daga a lo largo de su costado. Había sido tan rápido que no
La oscuridad... La oscuridad, una superficie húmeda y un sabor metálico abrumador me recibieron. Sabía lo que era incluso antes de abrir los ojos, pues mis últimos recuerdos me recordaron inmediatamente lo que había sucedido. O, al menos, lo que había sucedido antes de perder la conciencia. Tembla