Sentí que mi respiración se contraía en mi garganta y que mi cuerpo se adormecía. Esto era enfermizo incluso para Tytus. Ellos iban a matarlo. “Alfa, por favor, no...”. “Anthony, tus órdenes son matar a Caius Knight”, ordenó Tytus. “Lo mismo que antes; todas las demás órdenes, sin importar de qui
La habitación quedó en silencio mientras ellos escuchaban atentamente cada palabra que el anciano Luke había dicho. El respeto de sus compañeros, y de todos los demás en esta habitación, era claramente evidente. “... Aunque”, continuó él. “También podría especular que tal vez es solo una cuestión d
En la línea temporal pasada, yo había tenido dieciséis años cuando me di cuenta de que sentía algo por Aleric, y dieciocho cuando supe que estaba enamorada de él. Toda mi vida había crecido creyendo que él sería mío algún día, con la esperanza de hacerle sentir orgulloso. Me habían preparado, contr
Si ese era el precio de salvar miles de vidas, de salvar a Cai, que así fuera. Siempre había imaginado mientras crecía que este momento sería especial, más íntimo. Supongo que todo eso podría haber sido ignorado y me habría conformado con alguien que realmente quisiera marcarme. Tal vez debería hab
Yo nunca me había sentido tan aliviada en mi vida de escuchar que podría haber muerto momentos antes. Era suficiente para casi hacer que mis piernas cedieran debajo de mí. Sabía que este hombre era demasiado bueno para esta manada. ¿Cuántas veces había intentado el anciano Luke rescatarme? La habit
Él se estaba refiriendo a Cai. Parecía que se negaba a dejar pasar su corazonada sobre nosotros. “Oh... y una cosa más”, añadió él. “Hoy he mostrado indulgencia, teniendo en cuenta los dictámenes del consejo, pero no será así en el futuro. Cuando Aria cumpla dieciocho años, ella será marcada por Al
“Yo no recomendaría intentar quitarlo”, dijo el anciano Nathaniel, mirándome mientras palpaba suavemente el artilugio. “Se ha reforzado con el metal más resistente que pudimos encontrar, así que solo te harás daño si intentas algo. La única manera de quitarlo es con la llave y creo que el Alfa Tytus
"Trescientos uno... Trescientos dos... Trescientos tres... Trescientos cuatro...". Deslizaba mis dedos como si fueran piernas por el panel de madera mientras me sentaba acurrucada en el asiento del rincón del borde de la ventana. En mi cabeza, contaba los pasos que daba hasta que mi mano no podía l