"Trescientos uno... Trescientos dos... Trescientos tres... Trescientos cuatro...". Deslizaba mis dedos como si fueran piernas por el panel de madera mientras me sentaba acurrucada en el asiento del rincón del borde de la ventana. En mi cabeza, contaba los pasos que daba hasta que mi mano no podía l
"Disculpa por no haberme dado cuenta... Es que estaba perdida en mis pensamientos". Se quedó mirando como si estudiara mis movimientos. Lo más probable es que se diera cuenta de que mi comportamiento era más forzado que genuino. "... Está bien"."¿Sophie te ha ofrecido ya un té?", pregunté mientras
"... No sé qué quieres de mí", susurré finalmente, volviendo a mirar la taza que tenía en mis manos. "Quiero que vuelva a importarte algo, lo que sea". Suspiró y caminó por la habitación de un lado a otro mientra pensaba."¿Es por el collar? Porque ambos sabemos que no puedo hacer nada al respecto"
Y, lentamente, levanté una mano para tocarme la cara. Mis ojos se veían apagados, rodeados de ojeras, y mis mejillas estaban más hundidas. Alrededor de mi cuerpo, pude ver que había perdido parte de la masa muscular que había acumulado durante los últimos años de entrenamiento de Beta. Me veía débi
Y entonces me vino un pensamiento. ... Ella me necesitaba viva. Su maniobra en el hospital debe haber sido un truco para asustarme ese día. Ni siquiera intentó perseguirme después de que la atacara. Así que, por alguna razón, sea cual sea, me necesitaba. Respirando. Al menos por el momento.Basánd
A la mañana siguiente sonaron unos fuertes golpes en mi puerta que me despertaron al instante. Estaba oscuro, tal vez la luz de la mañana era tenue, pero definitivamente era más temprano de lo que esperaba que me molestaran ese día. Era tan temprano que sabía que ni siquiera Lucy habría llegado aún
Le agarré la mano para apartarla, ajusté el collar y la bufanda justo detrás suyo. "Te acostumbras a ello. La mayoría de las veces es solo un leve ardor que se disipa al igual que las esposas. El problema es que, como está todo el día, la piel se irrita y es mucho más sensible. Sin embargo, tengo un
Condujimos en silencio el resto del camino. Mi mente se llenaba de ansiedad cuanto más nos acercábamos a nuestro destino, hasta que finalmente, vi la frontera a la vista. Varios guerreros de la manada Garra de Diamante hacían guardia y revisaban los antecedentes de todos los que cruzaban. Me pregunt