Pasan varias horas en las Ingrid se la pasa deambulando por las calles, sin hacer nada, por ratos solo camina y por ratos se sienta en algún parque del camino, de repente entra en razón de que dejo a su bebé sola en casa, toma un taxi y regresa, en cuento entras las chicas del servicio la reciben, estaban muy preocupadas por ella.

— ¡Señora Ingrid!, ¡qué bueno que regreso!, estábamos preocupadas usted dejó el teléfono aquí en la casa y no podíamos localizarla — dice una de ellas en cuento la ven entrar por la puerta.

— Sí ya llegué ¿por qué estarían preocupadas?, ¿porque alguien tendría que interesarse en mí y en lo que necesito? — les pregunta, está como si no entendiera lo que pasa a su alrededor solamente camina por inercia.

— Su hija no para de llorar, es una niña recién nacida y necesita estar en los brazos de su madre, no tiene hambre y el pañal está limpio, tenga sosténgala un momento — en cuanto la bebé se siente en brazos de su madre deja de llorar, pero Ingrid no soporta ten