Pasan varios días y el gran Igor Hagen llama por teléfono a Freya quiere invitarla a que vaya el fin de semana a su casa con el pequeño Axel, para que por fin conozca a sus primas, todos en la casa del gran Igor están muy contestos preparando su visita, pero Ingrid es la única que no lo está, se la pasa molestando a las chicas del servicio no dejándolas hacer su trabajo, solo por los celos que tiene de que Freya ira a la que cree es su casa.

Freya llega a la casa del gran Igor y por primera vez las puertas de esa enorme casa se abren para ella y para su hijo.

— Freya hija, Erick tiene algo que decirte, me gustaría que lo escucharás, antes de que entres a esta casa, sí lo perdonas o no es una atribución tuya, pero quiero ver con mis propios ojos cuando te pide perdón —le dice el gran Igor a Freya por que se enteró por todas las humillaciones que la hizo pasar cuando murió su esposo.

— Freya, yo te pido disculpas, yo estaba muy dolido cuando murió mi hermano, yo fui muy hiriente contigo