Narra Ámber.
Mis sentidos estaban más que mejorados, ahora sentía todo al máximo, los toques sobre mi piel eran más intensos.
El aroma que emanaba el cuerpo de Vladímir era sumamente delicioso este se colaba por mis fosas nasales. Provocando que solo eso me excitara desesperadamente.
Él me tenía delante de un espejo y me sentía envuelta en un juego que me estaba llevando a la locura, sus caricias no eran para nada tiernas y estas en vez de desagradarme me hacían gemir de puro placer.
Él llevó sus dedos a mi intimidad donde me acariciaba con suavidad, haciendo pequeños círculos sobre mi clítoris mientras besaba mi cuello, pero yo quería más que eso, deseaba sentirlo dentro de mí.
No deseaba que calmara este fuego con toques o juegos eróticos, mi hambre iba más allá que esto, quería sexo r
NARRA ÁMBER. Aún no puedo creer que la conciencia molesta no era mi imaginación, sino que también tengo una perra interna, ahora no habrá quien pueda conmigo. ★ ¡Ámber soy una loba no una perra, humana loca! ★ ★ ¡Cállate perra intrusa! ★ le respondí molesta porque mi lobo no ha dejado de hablar de ella, me ha robado toda su atención. ★ ¡Humana loca, me llamo Meztli no me digas perra! ★ me reclamó la intrusa que prefería como conciencia, porque ahora que subió de rango se cree la gran cosa. ★ ¡Ese nombre es muy fino para una perra debieron de ponerte Lola no un nombre tan pipi
Narra Christian. Seguí a los padres de Ámber, los cuales entraron a un pueblo. Pero lo más extraño es que este pueblo tiene un portón donde hay varios hombres vigilando, nunca he visto un pueblo así de extraño. -No está permitida la entrada. - me dijo uno de los guardias. -Estoy buscando a Ámber Pérez y sé que ella se encuentra aquí. - le dije señalando el pueblo. El hombre hizo silencio y sin más me dijo que podía pasar, eso fue más raro que el dichoso pueblo, pero aun así continúe. Me llevaré a mi mujer conmigo para Puerto Rico, y no me importa lo que tenga que hacer con tal de tenerla. Narra Vladímir.
Narra Vladimir. Mi Luna llegó de mejor humor y sus padres no han querido irse a pesar de que Ámber no los quiere ver. Pero estoy más que seguro que ella los perdonará, ya que mi loca tiene un buen corazón. El tal Christian se fue sin poner objeciones y aunque moría de ganas por matarlo no lo hice ya que mi Luna decidió dejarlo vivir. Sobre todo porque aparte de ser un alfa soy un hombre reconocido por los humanos, así que no puedo matar a una persona teniendo tantos testigos como los que hay en mi manada en este momento. No deseo revelarle al mundo nuestra existencia, por eso me urge que estas personas se marchen como se lo ha pedido mi Luna. Estaba planeando que la presentación de mi Luna fuera hoy, pero por lo visto tendré que posponerlo para después. Pensando en todo eso, me levanté de la cama dejando a mi Luna
Narra Ámber. Naomi me ayudó a ponerme un hermoso vestido plateado que la madre de Vladimir me entregó. ¡Hasta parezco una diosa! pensé mirándome en el espejo. Todas estas prendas me hacen ver más hermosa de lo que ya soy. No puedo negar que estoy más que asustada, ya que no sé lo que verdaderamente significa ser una Luna, pero espero poderlo comprender con el tiempo. Sin dejar de mirarme en el espejo tuve una visión que me dejó un mal sabor. ¿Por qué mis manos estaban llenas de sangre? Me pregunté a mi misma sin comprender tal visión. No reveles a tu loba, anuncia que solo eres una Omega débil me habló una voz muy diferente a la de mi loba. ★ Lola, ¿has escuchado eso? ★
Narra Ámber. Quién lo diría que de ser una simple humana con muchos problemas económicos y muchas deudas…(sí, porque les cuento, en mi país tengo a varios prestamistas a los cuales le debo unos cuantos centavos, ya me imagino que piensan que no le pagaré, jajaja…no les pagaría por abusivos. ¿Tú sabes lo que es que te pongan a pagar un 20% de interés? ¡Ladrón que le roba a ladrón, igualmente lo detienen! ese es mi dicho personal). Pero como les estaba diciendo, que ahora soy la esposa de mi jefe. Bueno a decir esposa, esposa no, pero soy su Luna que es lo mismo. ¡¿Verdad?! -Mi luna deja de pensar tanto que ya me tienes mareado. - murmuró mi lobo mientras me apretaba más a su cuerpo, la calidez de este me hacía sentir relajada y el sonido de su corazón palpitante haciendo eco en mí me
Narra Aurora -Woow. - dijo Ámber impresionada tras ver la cascada en el bosque prohibido - Este lugar es hermoso. -Este es nuestro nido de amor, aquí conocí a tu padre. - le comenté emocionada. -Madre, ¿por qué me abandonaste si dices que me amas? En realidad no te comprendo. - me preguntó con una expresión triste. -Hace 26 años atrás conocí a tu padre en este mismo bosque y desde ese día nos enamoramos el uno del otro. Así que comenzamos a tener una relación prohibida ya que él no era mi pareja destinada y yo tampoco era la suya. El día que mi padre se enteró me prohibió verle nuevamente. Pero yo era una chica rebelde y cuando tomaba una decisión nadie me podía hacer cambiar de parecer, así que sin i
Narrador. El Rey Demonio había ido a reclamar lo que le pertenece por derecho, su trono. Él era el único Demonio elegido por los Dioses para gobernar el inframundo. Con eso no solo buscaba poder, sino buscaba tener el dominio de los guerreros que alguna vez lo traicionaron y que hoy le servirían para rescatar a la misma mujer que intentaron matar cuando apenas era una bebé recién nacida. Vladimir se sorprendió en el momento que vio al Rey Demonio llegar a su lado con sus legiones de soldados, nunca espero ver algo igual o parecido. Las legiones de los demonios del inframundo o como mejor se les conocen, los guerreros de Nahakhara. Son legiones eternas. Fila tras fila los guerreros están listos para matar una y otra vez en nombre de su monarca, armados con espadas mágicas y con lanza
Narrador. En el momento que Vladimir salió con Ámber entre sus brazos el Rey Vampiro había llegado con muchos de sus guerreros, duplicando a las tropas que acompañaban al rey Demonio y a Vladimir. -No tan rápido Alfa Vladimir. - le dijo el Rey Vampiro quien estaba presenciando todo desde el comienzo y junto a él estaba Naevia. -Hola Edgar, no sé por qué has traicionado nuestro acuerdo para unirte al inútil de mi primo en una guerra sin sentido. - le dijo Vladimir al Rey Vampiro. -No me uní a Michael ni a la gama, solo los usé como distracción para poder matarte. - le respondió el Rey Vampiro mientras uno de sus hombres le lanzaba a Vladimir una flecha de plata envenenada con carbofurano un veneno mortal para los lobos. La flecha se clavó en el hombro