(Una semana después)

Ya ha pasado una semana desde lo ocurrido y el encuentro con ese animalote, Mateo no me deja de estar llamando no le contesto las llamadas, todos estos días ha estado muy raro mi papá al igual que Edwin, no quiero chicos en mi vida suficiente con lo que me pasó con Mateo, el grupito de Edwin donde está la novia de Agustín me cae bien creo que podemos ser buenas amigas.

Me levanto por la Alarma de mi celular lo apago y salgo de mi cama entro a la ducha, después de 10 minutos salgo y voy a mi armario por ropa, me pongo mi ropa gótica.

ya vestida me maquilló y me peino. Ya lista tomo mis cosas y bajo las escaleras, camino hasta la cocina para ver a mi padre al llegar no escucho ningún ruido no lo veo por ningún lado, tomo una manzana y salgo de la casa manejo hasta la escuela.

Llego estaciono bajo del carro camino para entrar a la escuela, escucho el motor de un carro más bien dos el segundo se me hacía familiar así que volteo vaya sorpresa me llevo al ver a dos personas bajando del carro uno Edwin y el segundo Mateo.

Los dos alzan la mano para saludarme, así que los ignoro me doy la media vuelta entro a la escuela voy derechito a mi salón, malditas seas, ¿qué hace el aquí?, ¿por qué no me deja en paz ?, llego al salón tomo asiento, estaba decidida enfrentarlo y dejar las cosas en claro.

Estoy muy metida en mis pensamientos cuando habla Roxana con sus compinches.

Rox - chicas ya vieron a dos nuevos estudiantes

Mariana - si están mmmm…. para comérselos.

Rox - obvio uno es para mi

Marina - Claro que si Rox, cuál de los dos

Rox - al rubio el otro es para ustedes.

Les iba a contestar cuando suena la campana todos los alumnos entran al salón y atrás la maestra.

Maestra - buenos días jóvenes

Todos - buenos días maestra

La maestra iba a empezar la clase cuando llaman a la puerta, alzó la vista es el director.

Director - perdón por la interrupción maestra, entra dos nuevos alumnos.

En eso entra Mateo me quedo en shock al verlo, el con la mirada me busca hasta que nuestras miradas se cruzan me saluda con la mirada y todos me voltearon a ver, Edwin me veía a mí y Mateo, pero sobre todo a él, le echaba unas miradas de odio.

Mateo - hola buenos días soy Mateo tengo 23 años, soy de México.

Raúl - hola soy Raúl tengo 20 años soy de México.

Maestra - tomen lugares chicos, por favor

Ellos hacen caso, pasa alado de Edwin se miran a los ojos con odio, se escucha dos gruñidos como de perros, se siguen viendo con odio hasta que fueron interrumpidos por la maestra.

Maestra - jóvenes a su lugar por favor

Solo se escuchó otro gruñido, pero un poco más fuerte, los chicos fueron a su lugar, Edwin y Mateo no se dejan de mirar amenazante….

Por fin el timbre sonó para salir al recreo, salgo del salón antes de que Mateo me llame, llego a la cafetería pido algo de comer.

Llevo mi comida a un comedor, me siento me disponía a comer cuando una voz me interrumpe.

Mateo - hola mi princesa

Nikki - yo no soy tu princesa, ¿no sé qué haces aquí? Y ¿qué quieres? - me disponía a pararme cuando Mateo me agarra de la mano.

Mateo - vine por ti mi amor, quiero que me perdones y quiero regresar contigo.

Nikki - no Mateo, pierdes tu tiempo yo no quiero regresar contigo, yo no te amo, así que lárgate. - quito mi mano de golpe y me voy de ahí.

Mateo - Nikki, Nikki espérame - me gritaba Mateo mientras yo camino a toda prisa... Sin darme cuenta chocó con una persona alzó la vista.

Nikki - Raúl...

Raúl - hola Nikki - en eso una mano me agarro el brazo y me giro, Mateo me agarro con sus dos manos.

Nikki - suéltame Mateo - forcejeo para que me suelte.

Edwin - suelta idiota - Mateo y yo volteamos.

Mateo - tú no te metas imbécil

Edwin - a quien le dijiste imbécil cabrón

Mateo - a ti, que no ves que estoy con mi novia

Nikki - ya te dije que yo no soy tu novia - trato de quitarme de su agarre, pero tiene más fuerza que yo, siento que me está lastimando.

Edwin - la sueltas por las buenas o por las malas.

Mateo – no, ella…. (Edwin no lo dejó terminar)

Edwin - ELLA ES MÍA (grita con una voz diferente)

Sin más Edwin le agarra una mano y me quita del agarre de Mateo, me jala hasta donde está el y me agarra.

Edwin - ella es mía - se miran a los ojos.

Mateo - no, es mía

Nikki – esperen… a ustedes quien les dijo que yo soy de ustedes o de su propiedad, como si fuera un trozo de carne o un objeto que pueden tomar.

Edwin - lo sé Nikki, pero no voy a dejar que este idiota me quite lo qué es mío.

Mateo se acerca a Edwin, se miran frente a frente me pongo a un lado para detenerlos cuando algo que vi me llamó la atención, Mateo y Edwin le cambiaron los ojos de color rojos en cuestión de segundo se transforma en unos animales grandes, pero hay uno que yo conozco viene a mi memoria cuando desperté en el bosque....