Cap. 62Su creciente vientre—Bien, entonces te dejo ir —contesta la doctora Amalia con una pequeña sonrisa— cuida muy bien de los bebés, el desprendimiento aún está visible en los eco, así que ya sabes. Tómatelo con calma.Ella asintió y acarició su creciente estómago.Tener embarazos de lobos significaba un crecimiento rápido del feto. Al menos no duraba los nueve meses de los humanos sino la mitad de eso y era una ventaja.—¿Es posible que los pueda parir? —pregunta ella con curiosidad— me gustaría un parto natural.—Si tu cuerpo coopera, no veo ningún problema —contesta la doctora a su pregunta tranquilamente.—Estoy muy ilusionada con el nacimiento, leí que podía hacerlo en el agua —dijo soñadora— ¿sería una opción para mí?—Claro, habla con el padre de los cachorros y planeemos algo —dice la doctora como si nada, pero queriendo ver la reacción de Clara.Su luz se apagó momentáneamente de sus ojos y luego volvió a levantar la mirada y sonreír con esa luz apenas brillante.—Sí, le
Cap. 63Dime algo nuevoAlessia también estaba en casa del alfa ese día, se había ido ese día a su casa, pero venía cada vez más seguido y varias veces al día con informes importantes para el alfa correspondientes con la manada y se aseguraba de que todos supiera que era ella la futura Luna y no esa Clara “buena para nada” Winters.Alessia aprovechó que todos se volvieron a ocupar en sus asuntos y se coló de nuevo en el cuarto de la Luna, pronto sería su cuarto y no quería que una recién llegara se acomodara demasiado.—Veo que ya llegaste del loquero —dijo Alessia cerrando la puerta con seguro.No recibió respuesta de Clara y eso la enojó, quería provocarla hasta que se fuera y si pierde a los mocosos mejor para ella, no va a criar los hijos de esa estúpida sirvienta.—¿Necesitas algo? —pregunta Clara luego de dos minutos de silencio en donde salían dagas de los ojos de Alessia— quiero descansar y tu mera presencia me molesta, Alessia —dijo de manera fría.La serenidad de Clara le mo
Cap. 64Susto de muerte—¡Alfa! —grita conmocionada por no haberlo escuchado entrar— me dio un susto de muerte.Sentía que su corazón se le iba a salir del pecho, para ser un hombre alto y grande no esperaba que fuera tan silencioso como un… lobo.¡Daaah! Clara casi pone los ojos en blanco por sus pensamientos.«¿Estaba aquí porque la psico le había dicho algún chisme de su encuentro hace unos minutos?» le dice su conciencia con un ligero temblor.Le estaba dando demasiada vida a su mente niega con la cabeza.Verlo hacía que se le olvidara razonar correctamente, su mente se volvía lenta, se distraía, trató de concentrarse en él porque estaba molesta con el alfa, pero era algo que se difuminaba con cada minuto que pasaba frente a ella.Era un caso perdido.—No quería asustarte —dijo seriamente hundiendo el ceño, en su mirada cruzo la preocupación. Por los cachorros, claro está— ¿Cómo te sientes?—Bien —dijo Clara simplemente, dale respuestas cortas y precisas. No necesitan alargar la a
Cap. 65A salvoComo había predicho Clara, Alessia no pudo acercarse más a ella y eso le dejó una sensación de tranquilidad. Les había pedido a los chicos que no se movieran a menos que llegará alguien a relevarlos.—No se preocupe, la mantendremos a salvo —dijo Zach, con una pequeña sonrisa en su rostro.Clara se había levantado para hablar con ellos, no quería que se volviera a repetir lo que sucedió hace un rato con Alessia y le pareció que era mejor decirles a los chicos frente a frente.—Gracias… y Alessia… Sé que es su Beta, pero… tiene prohibida la entrada en mi habitación —dijo apenada por tener que darles órdenes a los chicos, pero quería que su embarazo fuera lo más tranquilo posible.No quería a esa mujer cerca de sus hijos nunca.—Ella es la Beta, pero usted es nuestra Luna —dijo Zach y Drew asintió en acuerdo.El resto de la semana pasó tranquilo para todos en la casa, aunque había expectativas en la casa grande. Todo el personal quería que el alfa Tyler se quedará con Cl
Cap. 66Ensoñación melancólicaClara no sabía que tan de cierto era eso, pero no le refutó a la señora Hilda y solo le dio las gracias.—Gracias, señora Hilda —con sus mejilla sonrosadas— casi nunca recibo cumplidos como este —admite más para ella que para la abuela de Tyler.—Espero que sigas escuchando más de esos de parte de mi nieto —la sonrisa tensa que Clara le dio a la señora Hilda era un claro indicio de cómo iban las cosas.Humanos o míticos los hombres a veces eran muy tontos, resopló la anciana.—Abuela —saluda Tyler entrando a la habitación de Clara con una sonrisa en sus labios viendo a su abuela tiernamente —me dijeron que habías llegado, no sabía que venías.—¿Tengo que avisar? —pregunta la señora mirándolo mal— saluda a tu anciana abuela.A Clara le parecía curioso que dijera que es anciana no aparenta más de cincuenta años, es increíble que sea la abuela de Tyler cuando él mismo no aparenta más de los treinta, aunque sabe que tiene más años.La interacción entre abuel
Cap. 67¿Almorzamos?—¿Qué tal si almorzamos tú y yo abuela? —pregunta Tyler ansiosamente por sacarla de la habitación.Aún se sentía nervioso por haber besado de esa manera tan improvista a Clara, tenía que explicarle, pero delante de su abuela era imposible hacerlo.—Bien, pero primero hay que acompañarla a ella a comer, luego bajamos tú y yo —contesta la anciana viendo a clara a los ojos— ¿Comes sola todos los días, cariño?Negué con la cabeza, negándome a decir una mentira de mis labios a la dulce anciana que solo ha sido buena y compasiva conmigo.Me miró un rato y sé que no me cree y se giró para ver a su nieto con mala cara.—No puedo acompañarla todos los días, abuela —comenta despacio Tyler molesto por la intrusión de su anciana abuela, aunque de anciana nada— Nila le hace compañía siempre —termina de decir para ver si eso es del agrado de la anciana.Es bastante extraño ver al poderoso alfa reducido a cumplidos por su anciana abuela.—Manda a Nila a que le traigan su almuerz
Cap. 68Estos jóvenesTyler la volvió a tomar en brazos cuando su abuela entró y ambos se veían tan tensos como las cuerdas de una guitarra.—Ya se siente mejor —contesta Tyler a la pregunta no formulada de su abuela.—Bien, bien —dijo Hilda asintiendo y saliendo del cuarto de baño pensando que tal vez interrumpió un momento íntimo de la pareja—. Ya mandé a retirar el plato y abrí las puertas del balcón para que corra el aire.—Gracias, señora Hilda —Clara se sentía abrumada por las atenciones recibidas el día de hoy.Normalmente controlaba las náuseas matutinas, que de matutinas nada, pero hoy con el olor del pescado se sintió terrible, eso juntando la presencia del alfa Tyler era demasiado para ella.—Mejor llevémosla abajo. Así ella ve más que la habitación —habla Tyler caminando hacia la puerta.—¿Busco la silla de ruedas? —pregunta Hilda encantada con la actitud de su nieto.—No, solo estorbaría —se encogió de hombros y la cargó como si no pesará nada mientras la anciana los segu
Cap. 69No estás sorda—Estaba en una cita —dijo la beta apurada, con las mejillas rosas.Clara hizo un ruido con la garganta de incredulidad, no le creía nada. Todos sabían porque estaba vestida así.Tyler sonrió mordazmente al oírla, las mejillas y pecho de Clara se pusieron calientes y rojas al sentir la mirada de todos en ella.—¿Sucede algo, niña? —pregunta Alessia queriendo regañarla.—Nada de nada —dijo Clara tomando un poco de agua— ¿A qué venías, Beta Alessia? —pregunta Clara de manera inocente.Tyler seguía parado detrás de la silla donde se supone que debe sentarse mirando todo el espectáculo.—Viene a entregarme unos planos para un nuevo centro comercial, le dará más trabajos a la manada —explica Tyler.—No tienes que explicar nada —muerde sus palabras con rabia porque Tyler sea tan condescendiente con ella.—Tiene que hacerlo, es su futura Luna después de todo, Alessia —dijo la abuela bebiendo vino en lugar de agua.Ella no estaba enferma o embarazada como Clara, así que