Faith.Mientras salía del despacho de maldito beta, mi furia podía igualar a la de un volcán a punto de explotar, sólo necesitaba un temblor más para que desataran los infiernos.-“¿Dónde estás Fénix?, necesito romper algo.”- oí la voz de Eli en mi cabeza.-“Estoy intentando que la tierra no se trague este edificio con todos dentro, no me desconcentres.”- le dije, aunque mi voz, hasta para mí, sonaba que no lo estaba logrando.-“Ósea que ¿así de mal fue la conversación con el beta?, yo por mi parte si puedo romperle un poco la cara al Alfa, creo que estaría más tranquila, además no sería algo definitivo, siendo un lobo, en poco tiempo volvería tener de nuevo esa cara tan deseable.”- oí como me decía la Guerrera en un gruñido, casi se me escapa una carcajada ante sus palabras.Pero el destino no quiso ser misericordioso conmigo, porque la primera persona que me tropecé mientras avanzaba por el pasillo, hacia el ascensor, fue la única que no huye de mí, al verme, a la única, que por raz
Narrador.Mientras las diosa y la Guerrera, se enfrentaban contra la loba de Hedwinag, Acanta, y contra la hechicera Lianet, en las oficinas de W.W.L. Ecologists, se montaba una revuelo, el Alfa y el Beta exigían a sus hombres que las buscarán, ya que ellos no podían dar con ellas, ni siquiera las sentían, y eso los incomodaba, y los ponía nerviosos.-“Están en el bosque entrenando con Lianet y la loba de Hedwinag”- le dijo Aisha entrando en el despacho de Alfa, mientras este y el beta organizaban sus fuerzas para buscar a sus parejas.-“¿Como han…? ¡Si no han podido salir …!”- comenzó a preguntar Isaak.-“Elizabeth.”- sentencio el Alfa interrumpiendo a su beta.-“Exacto la guerrera esta agudizando el uso de sus poderes, y por lo visto ha aprendido a usarlo para teletransportar a otras personas, en este caso a la diosa.”- aclaró Aisha.-“¡Vamos a buscarlas!”- sentenció el Alfa.-“Yo no haría eso, si no queréis meter más la pata de los que lo habéis metido ya.”- les dijo la jefa de las
Faith.-“¡Están fuera!”- esa fue la sentencia que dijo Eli.Acabábamos de ducharnos y terminar de auto-curarnos, cuando mientras tomábamos una copa de vino, la guerrera blanca se puso de pie, y dijo eso, sonriéndome.La verdad era que desde que nos habíamos ejercitado un poco con nuestras “inestimables colaboradoras”, la ira hacía nuestros mates había disminuido, la sensación de vacío, y ansiedad por volverlos a ver, había vuelto con más fuerza. Era una sensación que compartíamos la guerrera y yo, estábamos tan conectadas que ambas sabíamos lo que sentía la otra.Así que sentí, en mis propias carnes la felicidad de saber por Eli, que ella había detectado a nuestros mates fuera de la cabaña. Mi corazón dio un vuelco, me encantaba saber, que cierto atractivo beta, no había podido reprimir sus ganas de buscarme, se encontraba escondido entre la espesura del bosque, cerca de la cabaña donde habíamos pasado nuestra primera noche.Estar en esta cabaña me traía muchos recuerdos, que lo único
Narrador.Durante ese tiempo, la antigua diosa de los océanos, la actual diosa oscura, se dedicó a fortalecerse para enfrentarse a quien había mandado su madre y su padre, para detenerlas, casi había acabado con las diosas quintillizas del amazonas, sólo le quedaba dos de ellas, La diosa Añanga de Brasil y la diosa Borara de Ecuador. Las grandes protectoras del reducto natural más grande de la Tierra, el Amazona.Nereida pensaba que con ellas muertas, y absorbidos sus poderes, ni su padre, ni su madre podrían hacer nada, esas niñitas que enviaron para detenerla estaban más que sentenciadas.Lo que no sabía la diosa oscura, que no solo las dos quintillizas que quedaban estaban prevenidas de lo que había sucedido a sus hermanas, así como de la intenciones de su hermana mayor, la diosa oscura, sino que mucho antes que esta absorbiera el poder de las tres anteriores, para proteger su reino, antes de morir, cada una de ellas había repartido su mayor poder entre el resto de sus hermanas, in
Arcel.-“¡Maldita sea! ¿por qué nunca hacen lo que se les dice?, siempre toman sus propias decisiones.”- la rabia en mi interior iba creciendo, no entendía que veía de maravilloso esas malditas mujeres en exponerse al peligro, en especial la suya.Se que soy ilógico con la diosa y ella, se tendrán que enfrentar al mayor de los peligros existentes, pero allí estaré yo, a su lado, para protegerla, con mi vida si fuera necesario, pero no, a esa mujer… a esa maldita loba blanca, le encantaba la adrenalina, siempre corría al peligro, como si fuera adicta a él, y normalmente, cuando yo no estaba a su lado.La ira recorría por mis venas, a medida que corría en forma de lobo, con mis guerreros, hacia el bosque cercano a la cabaña. Iba tan veloz que incluso, había dejado atrás a algunos de mis lobos, sólo, por razones obvias, Isaak, y su lobo, mi delta y cuatro de mis lobos guerreros seguían mi ritmo.Isaak, desde que Aisha nos comunicó la locura que habían hecho nuestras dos malditas mates, d
Narrador.Mientras nuestras castigadas protagonistas permanecían en la cabaña, rodeada de una grupo de ocho guerreros de la manada, muy emocionados, pero decepcionados, por no poder asistir al enfrentamiento de su Alfa y su Beta.En el pequeño claro junto al arroyo, a pocos metros de ellos, tapado por la enorme espesura de los árboles, se encontraban reunidos la mayoría de los seres mágicos, y parte de las manadas de lobos que habían asistido a la reunión.Hasta en la forma de colocarse en el claro, dejando la parte central del mismo para el “espectáculo” que se iba a desarrollar brevemente, se denotaba los niveles de poder de los mismos. En la primera fila, haciendo un gran circulo perfecto, se encontraban los seres mágicos más fuertes, como podían ser la ninfas de mayor rango, los jefes de los centauros, la hechiceras mayores, el padre de los enanos, y los príncipes elfos. También formados en ese círculo, estaban todos los Alfas de las diferentes manadas, intentando mantenerse serio
Faith.-“Tranquila lo haremos bien.”- me dijo Eli, dándome la mano antes de entrar en el gran salón de la mansión.Al ver el lujo y el boato de los invitados y de la decoración del salón, me alegraba que fuéramos así vestidas. Al parecer, la vena poética de las hechiceras de quienes habían elegido nuestro atuendo había hecho que vistiéramos con unos vestidos modernos, pero con inspiración de época, haciéndolos voluminosos, pero atractivos. El traje de la Guerrera era rojo sangre, de terciopelo, que se ajustaba a su cuerpo casi hasta la cintura, donde una falda voluminosa se abría hasta prácticamente el suelo. Los hombros estaban al descubiertos en un escote tipo barco, y unas mangas de gasa del mismos color, hasta medio brazo, donde se abría, colgando bellamente del codo.El pelo se lo habían recogido y adornado con rosas de seda, y joyas de oro, como el collar con un rubí rojo gigante, que según nos había contado las hechiceras eran el famosa joya de la familia Wagner, la llevaban t
Faith.Prácticamente ni me dio tiempo de reaccionar cuando el muy estúpido de Isaak, me levantó como si apenas pesara nada, para llevarme sobre su hombro. Esto era lo menos romántico del mundo, y para colmo, la reacción del Beta divirtió a más de un invitado, que nos miraron muertos de risa. Si ya en sí, mi piel tiende a sonrojarse, verme llevada como si fuera un trofeo que un cavernícola, mal educado, ha cazado, para llevarse a su cueva, consiguió que mi cara se pusiera del color del tomate maduro.-" Bájame ahora mismo, maldito lobo estúpido, esta me la pagas Isaak, te lo prometo."- la vergüenza dio paso a la rabia desmedida, y miles de maneras de vengarme del estúpido lobo malo, corrieron por mi peligrosa imaginación.El muy maldito no dijo nada, mas bien permaneció callado durante todo el trayecto, una vez que entramos en nuestra habitación, exigí que me bajara, y lo hizo, pero de forma abrupta sobre la cama, mientras mi cuerpo rebotaba sobre el colchón, para que, casi de manera i