Narrador.Durante ese tiempo, la antigua diosa de los océanos, la actual diosa oscura, se dedicó a fortalecerse para enfrentarse a quien había mandado su madre y su padre, para detenerlas, casi había acabado con las diosas quintillizas del amazonas, sólo le quedaba dos de ellas, La diosa Añanga de Brasil y la diosa Borara de Ecuador. Las grandes protectoras del reducto natural más grande de la Tierra, el Amazona.Nereida pensaba que con ellas muertas, y absorbidos sus poderes, ni su padre, ni su madre podrían hacer nada, esas niñitas que enviaron para detenerla estaban más que sentenciadas.Lo que no sabía la diosa oscura, que no solo las dos quintillizas que quedaban estaban prevenidas de lo que había sucedido a sus hermanas, así como de la intenciones de su hermana mayor, la diosa oscura, sino que mucho antes que esta absorbiera el poder de las tres anteriores, para proteger su reino, antes de morir, cada una de ellas había repartido su mayor poder entre el resto de sus hermanas, in
Arcel.-“¡Maldita sea! ¿por qué nunca hacen lo que se les dice?, siempre toman sus propias decisiones.”- la rabia en mi interior iba creciendo, no entendía que veía de maravilloso esas malditas mujeres en exponerse al peligro, en especial la suya.Se que soy ilógico con la diosa y ella, se tendrán que enfrentar al mayor de los peligros existentes, pero allí estaré yo, a su lado, para protegerla, con mi vida si fuera necesario, pero no, a esa mujer… a esa maldita loba blanca, le encantaba la adrenalina, siempre corría al peligro, como si fuera adicta a él, y normalmente, cuando yo no estaba a su lado.La ira recorría por mis venas, a medida que corría en forma de lobo, con mis guerreros, hacia el bosque cercano a la cabaña. Iba tan veloz que incluso, había dejado atrás a algunos de mis lobos, sólo, por razones obvias, Isaak, y su lobo, mi delta y cuatro de mis lobos guerreros seguían mi ritmo.Isaak, desde que Aisha nos comunicó la locura que habían hecho nuestras dos malditas mates, d
Narrador.Mientras nuestras castigadas protagonistas permanecían en la cabaña, rodeada de una grupo de ocho guerreros de la manada, muy emocionados, pero decepcionados, por no poder asistir al enfrentamiento de su Alfa y su Beta.En el pequeño claro junto al arroyo, a pocos metros de ellos, tapado por la enorme espesura de los árboles, se encontraban reunidos la mayoría de los seres mágicos, y parte de las manadas de lobos que habían asistido a la reunión.Hasta en la forma de colocarse en el claro, dejando la parte central del mismo para el “espectáculo” que se iba a desarrollar brevemente, se denotaba los niveles de poder de los mismos. En la primera fila, haciendo un gran circulo perfecto, se encontraban los seres mágicos más fuertes, como podían ser la ninfas de mayor rango, los jefes de los centauros, la hechiceras mayores, el padre de los enanos, y los príncipes elfos. También formados en ese círculo, estaban todos los Alfas de las diferentes manadas, intentando mantenerse serio
Faith.-“Tranquila lo haremos bien.”- me dijo Eli, dándome la mano antes de entrar en el gran salón de la mansión.Al ver el lujo y el boato de los invitados y de la decoración del salón, me alegraba que fuéramos así vestidas. Al parecer, la vena poética de las hechiceras de quienes habían elegido nuestro atuendo había hecho que vistiéramos con unos vestidos modernos, pero con inspiración de época, haciéndolos voluminosos, pero atractivos. El traje de la Guerrera era rojo sangre, de terciopelo, que se ajustaba a su cuerpo casi hasta la cintura, donde una falda voluminosa se abría hasta prácticamente el suelo. Los hombros estaban al descubiertos en un escote tipo barco, y unas mangas de gasa del mismos color, hasta medio brazo, donde se abría, colgando bellamente del codo.El pelo se lo habían recogido y adornado con rosas de seda, y joyas de oro, como el collar con un rubí rojo gigante, que según nos había contado las hechiceras eran el famosa joya de la familia Wagner, la llevaban t
Faith.Prácticamente ni me dio tiempo de reaccionar cuando el muy estúpido de Isaak, me levantó como si apenas pesara nada, para llevarme sobre su hombro. Esto era lo menos romántico del mundo, y para colmo, la reacción del Beta divirtió a más de un invitado, que nos miraron muertos de risa. Si ya en sí, mi piel tiende a sonrojarse, verme llevada como si fuera un trofeo que un cavernícola, mal educado, ha cazado, para llevarse a su cueva, consiguió que mi cara se pusiera del color del tomate maduro.-" Bájame ahora mismo, maldito lobo estúpido, esta me la pagas Isaak, te lo prometo."- la vergüenza dio paso a la rabia desmedida, y miles de maneras de vengarme del estúpido lobo malo, corrieron por mi peligrosa imaginación.El muy maldito no dijo nada, mas bien permaneció callado durante todo el trayecto, una vez que entramos en nuestra habitación, exigí que me bajara, y lo hizo, pero de forma abrupta sobre la cama, mientras mi cuerpo rebotaba sobre el colchón, para que, casi de manera i
Narrador.Mientras nuestras parejas arreglaban sus diferencias, a muchos kilómetros de allí la última de las diosas quintillizas del amazona, la diosa de Brasil Añanga, con la poca fuerza que le quedaba, envió los cinco poderes heredados de sus hermanas, incluido el suyo, a la última de sus hermana, la Guerrera Blanca, el esfuerzo le costó la poca energía que le quedaba, pero cuando la diosa oscura se le acercó a reclamar su trofeo, esta sólo la recibió sonriente, mientras miraba su territorio por última vez, la gran espesura del grandioso amazonas.-“No has sido rápida… diosa oscura… al final… al final, todo tu empeño… ha caído… en saco roto.”- le dijo la diosa Añanga, con el poco aliento que le quedaba.Nereida se dio cuenta que sus hermana ya no tenía ninguno de sus grandes poderes, aquellos por lo que le habían costado tanto vencerla, y que habían retrasado de manera lamentable, sus planes. La última de las quintillizas había heredado, los mayores poderes de sus hermanas, y en su
Elizabeth.-“Tienes que sentir todo lo que te rodea, conectarte con la tierra, con el aire, con los seres vivos que te rodea, cada célula de un ser vivo, cada brizna de hierva flotando en el aire, todo tiene que estar en tu radar de control, y extraer de ellas, toda la esencia.”- me explico Aisha para que yo conectara con los poderes, que me habían donado mis hermanas mayores, las diosas del amazona.Sentada en el suelo del círculo mágico que habían creado las hechiceras, yo cerré los ojos, y deje que mis sentidos lobunos se agudizaran, el oído, se amplificó, mi piel se volvió aún más sensible, y mi olfato se desarrolló, hasta que podía oler hasta muchos miles de kilómetros de distancia, sentí las gotas de roció caer de las hojas de los árboles, el aleteo de los insectos, y me concentré aún más, hasta poder observar cómo les latía el corazón a esos insectos, así como a cada ser vivo que me rodeaba, sentía la savia de los árboles recorrer sus troncos, y aún más allá, centrándome aún m
Arcel.-“Esto está siendo demasiado, prácticamente no podemos ni respirar, nos atacan por todos lados. “- se quejó Isaak, mientras se colocaba a mi lado.Llevábamos horas, recibiendo hordas y hordas, de ataque por varios frentes, de manadas y demás seres mágicos. El entrenamiento estaba siendo realmente intenso, aunque lográbamos muchos avances, así como ataques efectivos, estaba siendo de los entrenamientos más intensos y cruentos de todos los que la manda habían tenido.Las sanadoras estaban trabajando en uno y otro bando a destajo, ya que habían varios lesionados y heridos leves, varias hechiceras habían puesto un limitador de intensidad de la magia utilizada, sólo era un entrenamiento.Yo por mi parte, estaba más preocupado en cómo se encontraba mi luna, la veía allí en lo alto de la colina, espalda con espalda con la diosa, la mate de Isaak, era toda una belleza, transformada en esa gran loba blanca, con esa mancha negra en forma de luna en la frente.Bajo ella, creando un especi