—¿Y cómo vienen aquí?— Cinthya se cruzó de brazos. —¿Los traen con correa o algo así?—¡¿Correa?! ¡Genial, yo quiero pasear como perrito!— Minnie brincó en brazos de su padre. —¡Mamá! ¡Debiste decirme antes que soy mitad lobo! ¡Esto es ASOMBROSO!— saltó de un sillón a otro pasando por encima de las cabezas de todos.—Ya, tú, pequeña diablilla.— Cristal la tomó en brazos cuando estuvo a punto de caerse de cara al suelo luego de saltar su cabeza. –Vuelve con tu madre y compórtate que estamos tratando de tener una conversación aquí.— se paró aun llevándola en brazos y se la entregó a Bryan y Cinthya, el primero la felicitó por sus saltos y la segunda los regañó a los dos.—¡AY! ¡Cristal, serás una muy buena madre!— felicitó Oriana aplaudiendo efusivamente con estrellas en los ojos.La adolescente se sonrojó ante aquellas palabras, sentándose un poco más apartada de Darien cuando volvió a su lugar.Continuaron hablando y puliendo detalles por lo que le pareció una eternidad, hasta que rec
Cuando fueron a la escuela, no pasó mucho tiempo de empezar su primera clase del día cuando fueron llamados por el director.Tal como Darien les había dicho, el director les informó que habían sido seleccionados por sus notas destacadas en ciertas áreas para un programa de intercambio con un instituto extranjero, y que partirían allí el siete del mes de mayo. A Oriana le comunicarían luego que ella fue aceptada para enseñar en ese supuesto instituto, de seguro, y a ellos les habían pedido comunicarle la noticia a Darien.El resto del día escolar se la pasó teniendo que soportar chismes e interrogatorios por lo que pasó en el baile. Afortunadamente Sara hizo gran parte del trabajo sucio contando su historia por ellos a gran parte de la población estudiantil. Todos chismeaban al respecto y muchos los miraban mal, pero tenía preocupaciones más grandes que lo que pensara gente con la que nunca iba a hablar en su maldita vida y no conocía ni probablemente volvería a ver.Iba a ir a un paí
Al día siguiente fue a la escuela preguntándose quién podría ser el reemplazo de la profe Oriana. Cuando llegó al salón no vio a ningún profesor, y la primera hora se suponía que la tenía Oriana, así qué se preguntó el porqué del retraso del nuevo profesor.Cuando llegó a su asiento, decidió dedicarle una pequeña mirada a Darien, descubriendo que él la miraba ceñudo de una forma que de alguna manera le produjo escalofríos, por lo que rápidamente volvió su vista al frente.Luego de un par de minutos, sorprendentemente fue Oriana la que ingresó al salón.—¡Atención clase!— llamó la atención de todos. –Yo, en este mismo momento, ya no soy su profesora.— suspiró tristemente. –Así que, permítanme presentarles a su nueva profesora.— volteó la cabeza hacia la puerta. —¡Entra, querida!Lo primero que vieron entrar por la puerta fue una bota rosa brillante con lentejuelas y un tacón de cinco centímetros que dio paso a una mujer con una falda rosa llena de moñitos y más lentejuelas y una blusa
Listo, lo soltó. Le preguntó si la amaba. Estaba hecho. Mantuvo la cabeza gacha en espera de una respuesta, animándose a dirigir su mirada hacia el chico cuando esta se demoró demasiado en llegar, tanto que el miedo ahora había aumentado al punto de casi parecer querer tragársela viva. Darien la miraba intensamente, casi como si estuviera tratando de adivinar sus intenciones tras esa pregunta, pero luego su mirada cambió a una más reflexiva, dando a entender que estaba pensando cuidadosamente en qué responder. Sea cual fuera su respuesta, sería pura sinceridad.—Cristal, yo te apreció.— finalmente contestó con la más seria de sus miradas.Cristal sintió su corazón resquebrajarse y caer en el más oscuros de los pozos de la decepción.¿Aprecio? ¿Eso era todo lo que sentía por ella aparte de atracción física? ¡Era menos que un te quiero y apenas poco más que un me gustas! Y se sentía mil veces más doloroso. Pero de alguna forma, sabía que debía haberlo estado esperando. ¿Por qué creyó
Al llegar la hora de la salida, Darien insistió en acompañarla a casa, por lo que el quinteto se fue por un camino separado al de su líder. Él la tomó de la mano mientras caminaban un poco por detrás de Sara acompañada de Jim, ellos también tomados de la mano.—Cristal.— el albino repentinamente la llamó, sacándola de sus pensamientos. Ella lo miró inquisitiva. –He logrado obtener un poco de tiempo libre hoy así que me preguntaba sí… umm… ¿estaría bien que me quedé a cenar en tu casa? —Ella de inmediato soltó su mano, mirándolo con sus ojos oscuros muy amplios.Le frunció el ceño, preguntándose si esto tendría algo que ver con que el otro día había mandado al diablo su invitación. Abrió la boca para responderle que podía irse al infierno, pero en ese momento Sara (que obviamente había estado espiando su conversación) se volteó a ellos prácticamente saltando a tomar las manos de Darien y brincando en su lugar.—¡Por supuesto, por supuesto, Darien! ¡Será un honor tenerte en casa para la
Abrió sus ojos con horror y tomó los hombros de Darien para intentar quitárselo de encima, pero él seguía demasiado absorto en su tarea de chupar su cuello y apretar sus pechos mientras ahora prácticamente se la cogía por encima de la ropa, por lo que tuvo que recurrir a medidas más drásticas.Retirando la mano que había estado cubriendo su boca, tomó impulso y de un brusco movimiento apretó sus dientes fuertemente en la mejilla, mordiéndolo despiadadamente hasta que por fin sintió sus movimientos parar y su cuerpo alejarse del suyo.—¡AUCH! ¡Maldita sea, Cristal!— se quejó y entonces los pasos se apresuraron a llegar hasta su habitación, pero afortunadamente el seguro impidió que los cacharan en su estado actual, con sus cabellos revueltos, las ropas desacomodadas, la respiración totalmente fuera de control y la evidente erección del chico casi haciendo estallar su bragueta.—¡Cristal! ¡¿Todo está bien allí dentro?!— llegó la preocupada voz de su gemela desde el otro lado.—¡Sí, sí,
—¿Hablaras de una vez, hermano?— finalmente se impacientó, haciéndolo suspirar.—Cristal, ¿por qué no me consultaste respecto a tu viaje? ¡No puedes esperar que acepte que te vayas así como así!— la miró frustrado.—No es tu decisión, hablé con papá y él me lo permitió. Y no soy estúpida, sé cuidarme.— torció los labios. –Además, quise contártelo el mismo día que se lo conté a papá, pero no quisiste escuchar y me cortaste.— lo miró rencorosa, regocijándose por su mirada culpable.—De acuerdo, lo siento por eso. Estaba molesto, aún lo estoy.— se frotó la nuca. –Pero, Cristal… Eres muy joven para alejarte tanto de casa por tanto tiempo.— de repente su expresión cambió a una que dejaba notar su absoluta preocupación. –Y Sara me dijo que ni siquiera serás capaz de llamar todos los días. ¿Cómo esperas que esté bien con eso?— refunfuñó bufando.—Ivan, yo…— debo hacer esto, quiero ayudar a la causa de una especie sobre natural, me voy a otro país y amo a un hombre lobo. —Yo siento que esta
En tan solo pocos días su vida cambiaría totalmente, pero no solo su vida, eso Cristal lo sabía muy bien. La vida en su casa acababa de cambiar con la repentina y sorpresiva llegada de la teniente mujer lobo llamada Lucia y pronto cambiaria aún más cuando ella se marchara a otro país abandonándolos para cumplir la misión que ella sentía era su responsabilidad y así ayudar al hombre lobo sobre natural que amaba a pesar de que él no la amaba de igual forma. Su padre se quedaría sin quien lo controle con sus locuras, su hermana gemela sin su otra mitad, su hermano sin quien le diga cuando está siendo un idiota e incluso extrañaría a Joe y Silver, quienes ya no tendrían a quien los forzara para que salieran (o no salieran) con chicas. Lucía estaría para suplantarla en su hogar y como mujer en el equipo que ya no era más un quinteto, pero sabía que la echarían de menos tanto como ella a este montón de idiotas que amaba.Iría a otro país muy distinto para estar con el dueño de su corazón,