40 JazzielPasadoLe preparé una cena deliciosa a Ana, esperé sentado su llegada con un vaso de escoces en la mano, al pasar unas dos horas tarde ella llegó en total silencio. Le pedí que llegara temprano y ella entra dos horas después en hurtadillas como si fuera una ladrona.—Llegas tarde —dije en la oscuridad.Tomé un sorbo de mi trago, ya me sentía aturdido por beber sentado por dos horas en completa oscuridad.Dio un salto del susto y se tocó con la mano su pecho.—¡Jazziel! Me pegaste un susto de muerte —dijo con una risa nerviosa.Me dolía pensar que llegó tarde a propósito para no hablar conmigo, pero eso es imposible. Somos un equipo ¿no?—Llegas tarde —repetí apretando el vaso en mis manos— sino quería hablar conmigo me hubieras dicho para yo también llegar tarde —expliqué con un encogimiento de hombros.—Estaba… me quedé hablando sobre un trabajo que tenía que hacer —se veía más nerviosa.¿Me estaba mintiendo?—¡No me mientas! —me exalté molesto porque tratara de mentirme de
41 AnaLa vida a veces está llena de tal vez.Si tal vez le hubiera dicho que mi miedo era que fuera de esas paredes me daba miedo reconocer lo que sentía por él, miedo a que se esfumara tan rápido como vino.Si tal vez no hubiera abierto esa puerta hace tantos años atrás no me hubiera alejado de él.Si tal vez lo hubiera contactado mi hija hubiera tenido un padre presente en su vida.Miro atrás y solo puedo ver lo estúpidamente egoísta que fui por culpa de mi dolor de perderlo. Mi ego fue herido cuando no regresó por nosotras así que me negué a buscarlo.Alejé a mi hija de su padre y sus tíos, me alejé de mi familia, porque eso eran ellos antes, mi familia y ahora quiero una oportunidad para volver a sus vidas, aunque no me la merezca y pienso pedir perdón todos los días el resto de mi vida si eso hace que ellos me vuelvan a ver como antes.No le respondí a Jazziel, me negué a darle el hilo de esperanza que crecía en interior. Y no porque no quiera sino el miedo.—¿Quieres que busque
42 Jazziel—¿Cómo? —pregunté sin saber si había escuchado bien a Teresa, la amiga de Dali.—No hagas nada, papá. Solo vámonos —pidió Dali viéndome con esos enormes ojos.Mi corazón bombeaba tan rápido que sentía que estaba sordo, solo el sonido de mi sangre en mis oídos era lo único que captaba.—¿Me estás pidiendo que deje pasar el bulliyng que sufres porque ellas son unas perdedoras?—Respira, Jazz —pidió Ana a mi lado.—Nadie se va a meter con mi hija y creer que va a salir ileso, Ana —dije con dientes apretados— quiero hablar con la maestra inútil y la directora o juro por Dios…Dejé la frase en el aire, porque no sabía que hubiera instintos asesinos hasta que se metieron con mi pequeña.—Eso me gusta más, podemos hablar con los directivos y pedir que llamen a la representante de esas niñas —dijo Ana en acuerdo.—Quiero que sean expulsadas, Ana o cosas feas empezaran a pasar —le advertí.—No te vuelvas loco, por favor —me pide con algo de miedo en sus ojos— son niñas y hay que tra
AnaPasadoQuería decírselo, pero ni yo sabía cómo reaccionar con esta noticia, no sabía que hacer ni que era correcto.Una compañera de clases me mira hundiendo el ceño y se acerca a mí.—¿Estas bien? —me pregunta.La vida siempre ha sido especialmente difícil para mí y me cuesta abrirme con los demás, así que solo asentí y poco después ella se fue como otra chica.—¿Cómo se lo digo? —murmuré en voz baja.No pretendía llegar tarde, pero tampoco quería enfrentarlo, mi cabeza estaba muy enredada últimamente. Sé que Jazziel quiere que seamos más para el mundo, pero no sé si sea lo correcto.«¿Será igual que él?» me pregunté no por primera vez.Mi madre era una mujer importante en México, conoció a mi papá y se casaron al poco tiempo y el infierno cayó sobre ella. Aguantó todo por mí, para no alejarme de ese mal hombre al que yo llamaba papá.Un día mi madre cansada de todo, usó todos los ahorros que tenía, que no eran poco y tomamos un avión con ayuda de mi familia paterna.Sé que estoy
AnaActualidad.Estaba dando este paso con Jazziel, creo que ambos merecemos esta oportunidad luego de tanto dolor en nuestra vida.Somos más adultos y maduros, eso tiene que servir de algo.Verlo manejar el asunto de Dalilah me hizo darme cuenta de que es ferozmente protector con su hija y conmigo. No piensa dejarnos.Seguimos casados así que creo que nunca lo hizo.—Estas muy pensativa, pequeña Ana —dijo cuando vimos a las chicas jugar a lo lejos.Le dijimos a la madre de Teresa que la niña estaba con nosotros e íbamos por helado y la llevábamos después de la cena, para que no se preocupe.—Estaba pensando en nuestro futuro juntos —dije sin rodeos.—Me gusta como suena eso —dijo con picardía.—Lo sé, creo… creo que nos lo podemos permitir ¿no? —le dije un poco tímida.—Claro que nos podemos permitir, siempre nos hemos pertenecido. Nada cambiará eso —me asegura.—Entonces debo hablar con Alexander, no quiero que tengamos malentendidos —hablé despacio.Sabía que Alexander y él no se l
45 Jazziel Quise cocinar para ella, para estar más tranquilo y obligar a calmarme mientras cocinaba. Me está dando la oportunidad que quería y no me parece real.Entonces el plan es alimentarla y luego devorarla entera.Me parece el plan perfecto si me lo preguntas.10 años para llegar a esto y me parece un poco increíble e irreal, pero es real.Ella es real y lo nuestro siempre lo fue.Hasta que me la arrebataron y pensé que me había abandonado.—¡Esto está excelente, Jazziel! —exclama ella muy interesada en su comida.Cuando cocinaba ella me sirvió un poco de whisky, ahora estoy tomando vino con ella, le queda bien con la pasta y las albóndigas.—Me alegra que te guste —sonreí con la copa tapando mi secreto.Ella me hacía feliz.Me gustaba verla comer y disfrutar, me traía paz.—¿Por qué me ves así? —pregunta cuando me pilla viéndola de manera descarada.Ella sabe porque la veo así, aun así, respondo:—Me preguntaba si quieres postre —confesé.Tomé un poco más del vin
46 JazzielTrate de respirar profundo y tratar de frenar mi hambre por ella.—No necesitas serlo, no me voy a romper —asegura tomando la hebilla de mi cinturón y soltándolo.Pude haber soltado mi carga en su preciosa cara sino fuera porque tenía los dientes apretados y empecé a pensar en fórmulas matemáticas demasiado complicadas, sentir el calor de su mano en mi eje casi me pone de rodillas, pero tener su respiración tan cerca de mi miembro me hace abrir los ojos de golpe.No sabía que se había arrodillado y no podía verse más como una diosa que en este momento.—No tienes… —no pude decir más, porque cuando la vi abrir esa boca roja y sacar esa lengua rosada el gato me comió la lengua.Eché la cabeza atrás al sentir como se atragantaba con mi polla y como mi glande se topaba con su garganta, relajó su garganta todo lo que pudo para hacerme una garganta profunda y por un segundo pensé que podría terminar esto antes de empezar.No se iba a tragar mi semen… al me os no hoy, mi semen hoy
AnaEstando en la cama con nuestros miembros entrelazados Jazziel saca el tema más delicado de la historia para mí.—Mi hermana quiere venir a conocer a Dalilah —dijo suavemente sin dejar de acariciar mi cabello.Estaba tan relajada que casi me quedo dormida, sus palabras me despiertan de golpe me quise levantar, pero él no me dejó.—Yo… —suspiré tratando de despejar mi mente de la bruma de deseo en la que Jazziel metía mi cuerpo— ella no me hizo nada, pero no quiero que le haga preguntas incomodas a la niña.Mi miedo era que fuera igual que su madre más sin embargo creo que debería de darle el beneficio de la duda de todas formas nunca la conocí.—No lo hará, yo me encargaré de ella. Lo prometo —dijo Jazziel haciendo una cruz en su hombro cuando levanté me miraba hacía él.—Hablemos con Dalilah, si ella está de acuerdo. Yo también lo estaré —accedo a regañadientes.¿Tal vez Dalilah no quiera conocer a nadie más?Sé que es una vil mentira que me digo para hacerme sentir bien. Obviamen