17 IlianaNo sabía bien a lo que estaba accediendo, pero Dalilah estaba tan contenta de vivir las dos con Jazziel que no quise romper su ilusión.Pensé en la solución de Alexander, pero no quería estar demasiado tiempo lejos de Dalilah.Luego de que Alexander se fuera de mi casa, Jazz y yo nos quedamos viendo un tiempo y para romper el incomodo silencio tomé las llaves de mi auto.—La niña sale en media hora, vamos —le insté— me gusta llegar antes de que terminé para ver lo último de su entrenamiento.—Es una chica muy fuerte y lista —acotó Jazziel.—Lo es, me alegra que lo notes —admití.—La has criado muy bien —su rostro solemne y sus palabras calentaron algo dentro de mi pecho.Algo que pensé que había muerto hace ya mucho tiempo y, aunque no quiero sentirme así no puedo evitarlo.—Gracias —respondí sencillamente.Salimos de mi casa y subí a mí auto y me quedé viéndolo de manera extraña cuando lo vi hacer exactamente lo mismo.—¿Qué? No me veas así, es mejor ir contigo a buscar a l
IlianaLa mirada de Jazziel se apagó un poco, pero segundos después recuperó su sonrisa de siempre.—Menta y chocolate —me dijo despacio.Hice cara de asco al escucharlo hablar y él río bajito.—Bien… —dejé en el aire el resto de lo que quería decir.—Yo quiero menta y fresa —dijo mi pequeña, aunque ya lo sabía asentí y fui a buscar los helados mientras ellos buscaban una mesa.Luego de esperar por una corta fila para ser atendida, pedí y pagué mis helados, sentí una mano en mi cadera cuando esperaba que me despacharán el pedido y me giré para ver a Jazziel.—Te vengo ayudar con los conos —me comenta muy serio.—No es necesario —le dije en un murmullo sorprendida, que estoy segura que escuchó, pero que él decidió ignorar.—Insisto —dijo simplemente.Me quedé callada viendo como servían nuestra orden y Jazziel efectivamente me ayudó, nos volvimos para ir a la mesa con Dalilah que no dejaba sonreír de esa manera tan grande y brillante.—¡Que rico! —habla tomando el helado que su padre l
19 Jazziel Una vez tenerlas bajo el mismo techo era algo que me calmaba, quería hacer las cosas bien esta vez. —Me gusta mi nuevo cuarto temporal —dijo mi pequeña. Me alegraba y aliviaba que le gustará, así fuera temporal, quería que se sintiera lo más cómoda posible. —Eso me alegra, antes era el cuarto de Balthazar, mi mejor amigo —le conté como si fuera un secreto. Estaba nervioso, no quería que Iliana tomará la decisión de irse sin darme el tiempo que me dijo que nos daría. Sé que ella piensa que solo es para que yo pase tiempo con Dalilah, y no es del todo mentira. También quiero recuperarlas y tenerlas en mi vida. —¿En serio? ¡Que way! —exclama mi nena, sorprendida. Siempre he amado a Iliana, pero me alejé porque estaba dolido cuando me abandonó y solo casi 11 años después me entero de que no me dejó plantado… la alejaron de mí. Los autores intelectuales de esto tienen suerte de que me importe más recuperarlas que encontrarlos… por ahora. Solo quiero que Dalilah vea que l
20 Nessie Me interrumpen en uno de mis pocos momentos de paz mi desagradable hermano. —¿Ya me tienes la información que te pedí? —pregunta mi hermano entrando a mi consulta sin mi permiso.Menos mal que estaba sola y no con un paciente.—No y retírate, debo atender a un paciente en menos de diez minutos —le dije sin verlo, revisando unos exámenes del paciente que debo atender.Allí va la poca paz que tenía, resople internamente.—Soy tu jefe y debes hacer lo que te ordeno —me recrimina de malas maneras.—Eres mi jefe, no mi dueño —repliqué enojada— además eres mi hermano y baja la voz, no estas en un bar de mala muerte, estas en mi consultorio y por ende pido respeto, Craig.Al parecer él olvidaba que era mi hermano, y menor que yo para empeorar el asunto.—Eso aquí, dentro de este hospital —y señala al suelo para hacer énfasis en su punto— no somos familia, eres mi empleada y te mandé a averiguar que trama ese imbécil de Elliot McNeill —señala fuera de la puerta, como si El
21 JazzielLas semanas habían pasado como se había previsto y nosotros caímos en una cómoda rutina. Ayudaba a Ana a llevar y buscar a Dali y en sus cosas, sentía que me acercaba a ella, sin embargo, ella siempre ponía un alto cuando hacía un avance físico con ella.Retrocedía y no le daba importancia, una vez en casa las cosas pueden ser mejor.—¿Es Iliana la madre de tu hija? —pregunta Elliot sin rodeos al día siguiente de encontrarnos todos juntos y riéndonos.Veníamos de cenar en la calle cuando vimos a Elliot y él no dijo nada, pero sabía que estaba confundido, pero al presentarle a mi hija se le pasó el estupor y entabló conversación con ella.—Lo es, lo descubrí cuando hackeé el centro información de la clínica —confirmé con voz serena.—No se te ocurrió… no sé, ¿decirnos? —reclamó un poco dolido.—No, solo quise venir aquí y ver qué diablos pasaba por la cabeza de esa mujer, para ocultarme una hija. Nuestra hija —corregí rápidamente— ¿sabes lo que eso significa?—Que te
22 Iliana Hace muchos años mi madre viajó de México a Escocia conmigo en brazos, no era algo muy común para una latina como ella estar tan lejos, pero era una gran profesional y trabajaba mucho para darme lo más importante en mi vida, nunca me quejé y no pregunté por el donante de esperma que tengo por padre, si es verdad lo que recuerdo solo supo darle mala vida a mi madre. —No lo necesitamos en nuestras vidas —decía mamá mientras tomaba mi pequeña maleta rosa con ruedas y nos íbamos sin mirar atrás. No me sentí extraña en Escocia. Sí, era otra cultura y otro país, otro idioma tan diferente al nuestro, pero me sentía como que pertenecía a este lugar. Ver a los amigos de Jazziel combinados por toda la casa junto con mis amigos se sintió bien, era como cuando me mudé de niña a estas montañas. Se sentía correcto. «Pero… ¿qué estoy diciendo?» me preguntó viendo a mi alrededor con algo de temor, tal vez pensando que alguien puede leer mentes y ver que tengo en la cabeza. La fiesta e
23 Jazziel —Odio a ese tal Alexander —me dijo mi hija cuando me acerqué a ella ambos mirando la interacción de Iliana con Alexander. —No hables así de tus mayores —le regañé— aunque, a mí también me cae mal —murmuré para que solo ella escuchara. —¡Ja! ¡Lo sabía! —se jacta mi pequeña con pequeños saltos divertidos. ¡Dios! ¿Cómo era posible que me perdiera a este pequeño rato de luz? La acabo de conocer y aun ahora siento un inmenso amor por la pequeña de ojos tan azules como los de su madre. —Shhh… si tú mamá se entera nos mata —hice una seña con el dedo para acallarla. —Bueno, bueno, me callo… sé como ves a mamá —me suelta de repente, luego de quedarnos callados unos segundos— ¿quieres a mi mami? Me le quedé viendo pasmado por sus palabras, pero debía serle sincero. Jamás pensé que mi hija fuera tan perspicaz y analítica. —Sí, quiero a tu mamá y mucho —me le confesé a mi hija de diez años— siempre la he querido, alguien nos separó y yo nunca la busqué de nuevo porque me sentí
24 IlianaNo podía dormir.Después de que Jazz me mostrara mi habitación y asegurarme de que él acostaría a la niña me aseé un poco y me puse unos de mis pijamas favoritas, dudaba de que Jazziel me viera así, así que no lo pensé mucho.Luego de dar muchas vueltas en mi cama, bajé para calentar un poco de leche, siempre me ayuda a conciliar el sueño, lo que no esperaba era vera Jazziel con esa mirada lobuna en su rostro.Me sentía como un pequeño conejo a la merced del lobo hambriento y no sé porque eso calentaba mis entrañas.—¿Quieres un poco de leche tibia? —pregunté en su lugar.—Claro —se encogió de hombros como si no le importara, pero seguía todos y cada uno de mis pasos como un depredador.Es solo que me hice la desentendida en ese aspecto, prefería que las cosas fueran platónicas, ya habíamos intentado estar juntos y eso causó que me alejara y dejará a mi hija sin padre, no pienso repetir eso.Dalilah se merece pasar el tiempo con su padre, a veces los veo a escondidas y ni si