~POV IRENE~ Al día siguiente de la propuesta de Enzo, la señora Gloria nos llamó muy temprano, antes de que siquiera que tuviéramos tiempo de llamar a alguien; inclusive antes de que nos despertáramos, pidiéndonos, que por los momentos mantuviéramos en secreto el compromiso. Y, aunque eso, principalmente a mí me dejo algo confundida; Enzo no lo pensó mucho antes de pedirme también que le hiciéramos caso a su abuela. Un par de horas después de eso, mi padre me llamo diciendo que la abuela de Enzo deseaba reunirse con él, que por favor esperara hasta que él se reuniera con ella, para ir a ver juntos a mi madre, la cual se negaba a recibir visitas; lo cual solo despertó en mí un sentimiento de incertidumbre, preguntándome ¿Por qué debíamos esperar?, la respuesta a mi pregunta, llego sin que yo tuviera que ejecutarla. “Tu madre está desmejorando, el tratamiento no avanza, creo que no desea que la veamos en su estado más vulnerable” De esa manera, pasaron dos días, en los que, a pesar
~POV NARRADOR ~La entrada de Candela, al salón, y que esta llamara a su novia como si se conocieran; fue la gota que derramo el vaso para los nervios de Enzo, quien de pronto se levantó, seguido de Irene, la cual estaba seriamente preocupada; además, de muy confundida. Antes esta serie de reacciones, Gloria, se pasó la mano por la cabeza, previo a golear el suelo con zapato, llamando la atención de los jóvenes. Si bien, cabe recalcar que, Irene y Enzo, por mucho, no eran los únicos confundidos. Incapaz de moverse, se encontraba Candela, que lo único que queria era llorar; aunque, no estaba muy segura del porqué exactamente, si era por la rabia de que fuera Irene la pareja de Enzo o por su pésima suerte en esos temas. Por otro lado, Nicolás, Roberto y Marie, solo podían observar todo como si se tratara de una película de la que son meros espectadores, aun cuando ellos eran claros personajes secundarios. ── ¿Cómo que doctora? ── Cuestiono Enzo, con un tono irritado, que nunca había
~POV IRENE~Cuando finalmente fue el momento de volver a casa, me sentía tan mareada y confundida, que mi estómago estaba somatizando. Iba en silencio, como copiloto en el auto de Enzo; posterior a que Nicolás se llevara mi auto, debido a que Sámara lo había llevado a él y a Lucas, pero no podía devolverlo a casa, pues tenía unos asuntos pendientes con el pelirrojo. Hacia un par de minutos habíamos dejado a Marie, en casa, mientras que mi padre se había quedado a conversar con Gloria. Mientras yo intentaba de digerir medianamente todo lo que habíamos hablado, momentos previos. ── ¿Cómo te sientes con todo lo que está pasando Irene? ── Me pregunto de golpe Enzo. No había despegado la mirada del frente, tenía una expresión pensativa en su rostro y las manos fuertemente apretadas en el volante. Todo su lenguaje corporal demostraban irá, contenida e incomodidad. ── Yo realmente, no se como procesar todo esto…── Respondí con un hilo de voz.── ¿Y tú? Al oír mi pregunta, Enzo libero un
~ POV NARRADOR ~Gloria miraba fijamente a Roberto Páez, quien permanencia en silencio mirando fijamente al suelo. Aunque pudiera parecer que el ambiente entre ellos era tenso, más bien existía un cómodo silencio, que se prestaba para poder analizar todo lo que pasaba. Ya que la calma se había instalado, una vez que todos los jóvenes se habían retirado. ── Realmente no esperaba, verte nuevamente y en esta situación mi niño. ── Dijo Gloria, irrumpiendo el silencio. Levantando la vista, Roberto se encontró con una cansada Gloria, qué permanencia apoyada contra el sillón individual donde estaba sentada, mientras que en su rostro se pintaban una serie de emociones en conflicto. Ante esa imagen y el recuerdo latente de todo lo que estaba aconteciendo en los últimos momentos de su vida, era necesario pensar y repetirse “Que pequeño que es el mundo.” ── Ya lo creo… Es algo irónico madrecita. ── Mascullo el hombre antes de suspirar. ── No se como afrontar las cosas, quizás en otra vida, hu
~POV NARRADOR~ ── Sinceramente no entiendo qué te sucede Lucas, tu mismo te estás contradiciendo. ── Espeto ligeramente exasperada Sámara, sentada en el sofá del balcón del apartamento de Lucas. Sus tacones estaban tirados en una esquina del mismo.── Y, no solo es eso querido idiota, te estás lastimando a ti y a Marie … La voz de Sámara, saco a Lucas de su trance, apoyado en el barandal del balcón, se volteó a mirar a la castaña, liberando un suspiro ligeramente frustrado. ── Yo tampoco entiendo. ── Mascullo como única respuesta antes de hacer la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Sámara, solo fue capaz de mirarlo con algo de pena, lamentando que tuviera que estar viviendo algo así. Aunque, viendo el panorama de los sucesos actuales, no era el único con problemas hasta el cuello; si, se queria ver o pensar, hasta ella estaba metida en más problemas de los que sería sano. ──¿Cómo van las cosas con Nicolás? ¿Cómo están sobrellevando todo lo que pasa? ── Pregunto de golpe Lucas c
~POV NARRADOR~ Recostada en el capo de su auto, en la soledad de un mirador se encontraba Candela, sus ojos permanecían fijos en el cielo, su teléfono estaba silenciado a su lado e intentaba buscar una paz que, lo más seguro es que no pudiera encontrar en los momentos actuales. Si pensaba que antes, su mente era un caos, pues, en los instantes presentes, estaba viviendo un apocalipsis después de la caída de un meteorito. ¿Ahora qué haría? Era una pregunta algo estúpida, tomando en cuenta en todo lo que estaba metida, aun así, era completamente necesaria, a pesar de estar, incompleta; ya que, faltaba lo más importar ¿Con qué?. Cerrando momentáneamente los ojos, se dispuso a hacer una lista de prioridades, una que debía seguir al pie de la letra. Más, definir prioridades no era tan fácil como realmente había creído segundos antes, y, ciertamente, no sabía por donde comenzar. Lo más obvio sería que comenzara por lo más grave, pero, eso quizás era un poco más grande de lo que podía man
~POV NARRADOR~ Cuando Enzo abrió los ojos, se encontró con que estaba solo en la cama, los recuerdos de la noche anterior se apoderaron nuevamente de su mente. Sin embargo, el sonido de cosas en la cocina, moviéndose, le indico que esa era la ubicación de Irene. Levantándose con pereza, camino hacia el baño para asearse antes de hacer acto de presencia. Tenían muchas cosas de las que hablar y decisiones que tomar, y aquello ciertamente lo preocupaba un poco. Que les esperaba. ~…~ En la cocina, Irene, estaba algo nerviosa, ella no estaba muy segura de cómo era que debía actuar, menos después de todo lo que había pasado la noche anterior. Los recuerdos no la habían abandonado desde que abrió los ojos aquella mañana, al ver a Enzo durmiendo tan tranquilo, decidió salir para asearse y hacer algo de comer, antes de enfrentarlo. Lo cierto es que aquella había sido una agradable pausa, antes de volver a realidad, que los apremiaba con su presencia. Ahora más que nunca tenían que estar d
~POV NARRADOR~La situación de Esperanza Páez, era cada vez más sombría, y el único testigo que había de eso era, su hermana que había permanecido allí, aun cuando, Esperanza le había gritado que se largara. Además, de ser el único apoyo que admitía, muy a pesar de su familia que no podía más que respetar sus deseos por ahora, fungía un papel como guardia, evitando que alguien más allá de los médicos entrara a la habitación. Aun a pesar del dolor que eso le causaba, pero, esa era una alegría falsa que le podía dar a su hermana mayor; pues el tiempo se acababa y debían anunciar a su familia, los últimos resultados. Para que, de esa manera, se tomara una decisión que posiblemente no fuera la más fácil o la más agradable de todas, más, era imprescindible tomarla. Aún más, cuando el tiempo te jugaba en contra. Eran las siete de la mañana, un día lunes, cuando Andrea recibió la llamada de su cuñado, anunciándole que sí o sí, ese día, tenía que lograr que Esperanza los recibiera. Que irí