¡Hola! Me tomo un poco, decidir si dejaría un comentario aquí, al final me he animado. Muchas gracias, por el cariño y la aceptación que le están dando a mi novela, realmente lo agradezco de todo corazón, me seguiré esforzando para continuar presentando algo que sea de su entero agrado. Lo siento, el capítulo del día tuvo un ligero retraso, me sentía muy triste hoy, ya que mi mascota ha cruzado el arcoíris, pero todo está bien, sé que ahora está mejor, estaba algo enferma; sin embargo, me dio 9 años de momentos felices. ¡Espero les guste el capítulo de hoy, feliz domingo!
POV NARRADOR: Esto sucede el día jueves, con Clarisa Navarro. Si bien inicialmente para Clarisa fue una grata sorpresa el saber que finalmente su hijo se había abierto para tener una cita que no fuera porque ella lo estaba obligando. Su alegría poco duro Sentada en su cama, solo podía mirar frente a ella, los documentos que tenía de Irene Páez. El mundo era muy pequeño, sin embargo, fuera o no una casualidad; ella no permitirá que la hija de Roberto Páez se mezclara con su único hijo. Cada vez que pensaba en ese hombre, nuevamente era dominada por la ira; si bien aquello había pasado, años atrás y los patrones no tenían por qué repetirse; Clarisa se negaba a que la relación entre Enzo e Irene continuará. Por lo que comenzaría a moverse para alejarlos cada vez más y también se encargaría de sacar al otro hijo de Roberto de la empresa. Ignorando que capaz su “ira” no era más que un berrinche por no haber obtenido lo que queria en su momento. ~…~ El invitar a Irene a la cena co
~Pov Irene~ En el momento en el que tome la decisión de ir hasta donde Enzo, apenas ocurrió el incidente del auto. Debo aceptar que fue, en su totalidad, una decisión tomada con la cabeza caliente; pero, era algo que sentía que debía hacer, poner los puntos sobre las “íes” en frente de estas situaciones. Aunque quizás también era un deseo inconsciente de escapar de mi casa mientras pasaba la vergüenza que sentía por lo sucedido; no era para menos, más, después de que mi madre se desmayara por la impresión. Pese, a que algo dentro de mí, me decía que era mi mente diciendo que su desmayo no era solo por la impresión de la escena novelesca que se había formado en nuestra puerta. Y en una primera instancia, al parecer había sido un acierto. ~…~ Cuando Enzo me dejo en la puerta, no espere que se fuera para entrar, como solía hacerlo; con pasos rápidos ingrese a la casa siendo recibida por Nico; quien al parecer esperaba mi retorno. Él apenas había llegado con Marie que apenas
~Pov Narrador~ Después de haber dejado a Irene en su casa, la resolución de Enzo de ir directamente a casa, disminuyo considerablemente y es que en el pecho del empresario bailaban dos emociones, luchando por dominar y como quisiera verlo, aquello no era bueno; la ira y la vergüenza juntas nunca daban buenos resultados.Razón por la cual pese a sus deseos más profundos, que eran ir hasta su madre a reclamarle lo que había hecho; condujo hasta un mirador y se quedó allí reflexionando hasta que la irá se hubiese calmado en su interior. Casi a las doce y media de la noche; detalle que genuinamente le sorprendió, su mente le había convencido de que había pasado más tiempo, pero no, realmente tenía como mucho una hora en el mirador; así fue que encendió nuevamente el motor para volver a su casa; sin embargo, a mitad del camino recibió una llamada de un número desconocido, al atenderle con el manos libres, barriendo todo lo que había en su mente; se encontró con la voz de la mujer que men
~ POV NARRADOR~ El lunes por la mañana, Marie se encontraba, sentada en su vanity, terminando de maquillarse para ir a trabajar. El fin de semana había pasado de manera rápida, pero de manera agresiva por su vida; haciendo que la llegada del lunes fuera más pesada que de costumbre. Si alguien, hubiera sido tan amable del viernes en la noche avisarle, que necesitaría un milagro para sobrevivir a todo lo que le vendría en las últimas 48 horas; definitivamente, el mismo viernes se hubiera preparado para medianamente llevar todo un poco mejor. Y, la verdad, es que en el momento que recibió la llamada de Irene pidiéndole pasar la noche en su departamento; pensó que sería como las veces anteriores, nada la prepara a ella o a cualquiera de los Páez, para que Esperanza, la madre de su mejor amiga, saliera de su cuarto, en el momento que llego a recoger a Irene. Simplemente, para soltar una bomba como lo había hecho. [Inicio Flashback]Marie, después de haber recibido la llamada de su a
~ POV NARRADOR~ — Realmente no sé qué está sucediendo con tu madre Nicolás, ¿has logrado comunicarte con tu hermana? — Enuncio con palpable preocupación Roberto Páez, a su hijo mayor. Sentados en un café, a una cuadra de la tienda de antigüedades que le pertenecía a la familia Páez; se encontraban Nicolás y Roberto, el día lunes, por la mañana. Padre e hijo se encontraban en el mismo estado de frustración, después de que Irene saliera de la casa, el ambiente se había vuelto completamente lúgubre, que termino de hundirse cuando el sábado en la mañana Nicolás también salió de la casa con una maleta. Roberto, por más que había intentado dialogar con su esposa, no había conseguido que cambiara de opinión o que le contara el porqué había tomado esa decisión de manera tan abrupta. — No con ella, pero si converse con Marie el sábado. — Informo Nicolás tomando un poco de su café. — Según me dijo la Barbie abogada, estuvo viendo películas históricas toda la noche del viernes, cuando conve
~POV IRENE~Sentía el pecho pesado, el fin de semana había superado lo que yo denominaba “Locura”. En este momento me sentía sin ningún tipo de piso estable, en el cual permanecer, y, si bien mi madre había hablado conmigo de sus deseos; no pude evitar sentir que era una puñalada que me hubiera técnicamente echado de casa de esa manera. Desde ese momento mi mente estaba en un limbo del cual, solo salía, para trabajar, que al parecer era lo único que no había cambiado. Y, a pesar, de que queria con todo mi corazón, pensar que no había mal, que por bien no viniera; realmente de solo hacerlo me sentía aún más abrumada. Logrando así que mi lunes, fuera aún más pesado de lo habitual, pero, finalmente, estaba en mi hogar de paso, es decir, casa de Marie. Si bien sabia que mi mejor amiga no tenía problema con que me quedara con ella el tiempo que necesitaba, toda esa situación, solo me causaba más estrés del que debería. Una parte de mi queria acudir a Enzo en busca de su ayuda, cosa que
~POV NARRADOR~Lunes en la noche y Candela se encontraba tumbada en su cama, sin estar muy segura de que hacer consigo misma en aquellos momentos; una parte de ella se encontraba feliz de haber comenzado la terapia que tanto deseaba realizar de hace bastante tiempo, sin embargo, nunca había encontrado un médico que le gustara. Más, otra parte de ella solo queria rendirse, por miedo a lo que vendría con todo eso.Además, que se sentía en completo en conflicto interno. Se sentía dividida, por el deseo de querer complacer a sus padres en todo lo que ellos le exigían y, por otra parte, estaba le deseo ser realmente feliz. No obstante, lo único que tenía en claro era que queria aclarar la situación que había causado con Enzo, pero su naturaleza no le permitía ser distinta con él.Aparte no sabía cómo explicarle lo que la había llevado a tratarlo de la manera en que lo hizo. Era una persona complicada realmenteLevantando su teléfono que reposaba a su lado, leyó nuevamente el mensaje que te
~POV NARRADOR~ No supo en qué momento se había dormido, cuando Marie se despertó, se encontró con que Irene nuevamente despierta y estaba sentada viendo una película, con todas las cortinas cerradas; dando un ambiente de penumbra el apartamento. Suspirando suavemente, la abogada se estiró arqueando la espalda lentamente. Antes de sentarse buscando su teléfono para confirmar la hora que era actualmente. Seis y cincuenta minutos de la mañana, dejándose caer nuevamente en el sofá, Marie cerro los ojos. Preguntándose en qué momento se había pasado para el sofá, pues sus últimos recuerdos la ubicaban apoyada contra el sofá, acariciando la cabeza de su amiga. Realmente tenía que amar a Irene para no estarse quejando de aquello; acomodando para quedar de lado, se limitó a observar todo lo que la rodeaba. Pese al episodio depresivo que estaba viviendo la menuda chica de ojos miel; porque a comparación con ella, Irene era menuda; todo estaba perfectamente organizado. Podría incluso asevera