~POV NARRADOR~La muerte, siempre llega como una vieja amiga a recogerte; aunque no siempre te sentirás feliz de verla, ella pacientemente te acompañara hasta el final del camino. La familia Páez se encontraba de luto, la casa siempre alegre llena con carcajadas; se encontraba completamente en silencio, como si estuviera vacía, a pesar de que todos los miembros de la familia se encontraban en la sala sentados, en silencio. No hubo velorio para Esperanza, pues así lo había deseado ella, tampoco hubo un entierro, ya que también había exigido que se le cremara. Todo el proceso había sido rápido, aunque también podía ser como todos lo habían percibido, ahora solo esperaban la llamada para ir a recoger las cenizas. ¿Qué harían con ellas? Era la pregunta que se hacían en general. Samantha, las más joven de la familia, permanecía acurrucada contra su hermana mayor, aún tenía puesta la ropa de playa que llevaba en el momento que se enteró de lo que estaba pasando. Sin cambiarse, recogió
~POV NARRADOR~Con los días que pasaban, cada quien hacia lo que podía para regresar a sus actividades normales, y con eso llego el momento para Irene de enfrentarse a la persona que le estaba enviando mensajes de manera constante. Había logrado ignorarlo por unos días, pero, sinceramente, estaba agotada de que su vida se viera constantemente envuelta en tantos problemas que según ella no se buscaba. De alguna manera no sorprendió a Irene que la persona que le estaba enviando mensajes fuera Clarisa, quien la cito para encontrarse en un café en un punto céntrico. Cansada de esa situación entre ellas, y lista para darle un fin, enfrentando a su suegra. Irene se presentó a la cita, sin decirle nada a nadie. ~…~Eran las seis de la tarde, Enzo se preguntaba donde estaba su esposa, pues ni su hermana que estaba viviendo con ellos momentáneamente; ya que aún no terminaban en el proceso de compra venta de la casa; sabía dónde estaba. Aquella tarde Roberto se encontraba de visita, por lo qu
~POV IRENE~ Decir que me encontraba cansada era poco, lo cierto es que me encontraba realmente drenada emocionalmente y se que no soy la única. Sentada en el balcón del apartamento miraba el cielo nocturno, hacía horas mi padre se había ido y Enzo había salido a hablar con su madre en compañía de Lucas. De alguna manera, sentía que no estábamos haciendo las cosas bien, que estábamos dejando demasiados cabos sueltos y no estábamos realmente midiendo el peligro o consecuencias de nuestras decisiones. Aunque todo parecía un chiste mal contado, demasiado exagerado y estúpido; pero, no lo era. No me podía quejar de todo exactamente, de toda esta locura estaba sacando cosas muy buenas y aprendizajes que más adelante tomaría como un chiste, y, que quizás podría usar como anécdota laboral. Aun así, estaba agotada. ── Por un momento pensé que matarías a papá y a tu esposo. ── Dijo la voz de Samantha, quien se había sentado a mi lado sin que yo lo notara. ── Qué locura… Mire a mi h
~POV IRENE~ El tiempo sigue su curso, así nosotros no lo percibamos y sin darnos cuenta ya había pasado el primer mes desde la muerte de mi madre; se podía decir que todo había seguido su curso de una manera normal. A pesar de dolor que representaba su partida, no lloramos tanto como lo habíamos imaginado, quizás la herida ya estaba a medio curar cuando paso, siendo esté un efecto de ser algo que esperábamos. Con todo lo que había pasado recientemente, aquella calma que estaba viviendo en los últimos días se me hacía un poco irracional. De alguna forma muy extraña, sentía como si el universo me estuviera diciendo algo; como si, me estuviera preparando para una pelea, y, sinceramente, aquello solo me tenía los nervios de punta. No se que había dicho o hecho Enzo para calmar a su madre, pero, de que había funcionado y considero que eso era lo más importante. El embarazo de Marie avanzaba correctamente y muy sano ,y a pesar de que Lucas, seguía sin sentirse listo para lo que venía, de
~POV NARRADOR~Cuando Enzo llego a su casa; posterior a tratar todo el tema de su madre, el cual fue más pesado de lo que esperaba, su madre había tenido un episodio psicótico. Habían tenido que sedarla, Lucas, ante todo lo sucedido, se ofreció a quedarse con Clarisa vigilándola mientras gestionaban todo para comenzar a tratarla; lo cual Enzo agradeció infinitamente, pues también tenía que hablar con Irene y Samantha, ya que la policía le había preguntado si ellas presentaron cargos, y, aunque lo dudaba lo más sensato era confirmar. Al abrir la puerta del apartamento se encontró todo a oscuras, lo cual llamo su atención, no se escuchaba ningún ruido. En cuanto avanzo un par de pasos, pudo ver una silueta durmiendo en el sofá, tuvo que forzar la vista para reconocer a Candela. Aún más descolocado de lo que estaba inicialmente, busco en su teléfono la hora, cayendo en cuenta por primera vez que era más de media noche. Soltando un suspiro, se encaminó directamente hacia la habitación
~POV NARRADOR~Las oficinas pertenecientes a la empresa perteneciente a Jerónimo Ramírez, se encontraban vacías, luego de que el ceo llegara hecho una furia de su casa, posterior a pasar toda la noche en vela y los despachara a todos, sin pensar realmente en el asunto. Desde que había regresado, de su último viaje de negocios, las cosas habían comenzado a salir de una manera errónea a su perspectiva; además, que la realidad le cayó como un balde de agua, había creído que tenía al toro tomado por los cuernos, sin embargo, se había confiado demasiado, y su soberbia le estaba pasando factura. Puesto que la realidad era, que efectivamente no tenía el control de nada y que le habían estado viendo la cara de estúpido. No obstante, a pesar de sentirse completamente iracundo por aquella situación, se mantuvo en una postura pasiva y fingiendo que no estaba enterado de nada, hasta que se le ocurriera algo para de esa forma poder actuar sin poner en riesgo todo. Pero, el colmo había llegado, c
~POV NARRADOR~Lucas se sentía completamente aterrado, aún oculto en aquella oficina vacía, esperaba atentamente a que Jerónimo y Helena terminaran de irse para llamar a la policía, conseguir las grabaciones de las cámaras de seguridad y llamar a Enzo, aunque siendo sincero, no sabía cómo darle la noticia a su amigo. Sentía la camisa completamente empapada de sudor frío; sin embargo, en cuanto vio que todo estaba en completo silencio, saco su teléfono del bolsillo, llamando a la policía mientras corría hacia la sala de seguridad donde esperaba hubiera algún guardia de seguridad. No quiso ni asomarse a la calle, no tenía la entereza. Ahora entendía el porqué tenían tantas precauciones con los Ramírez, cuando llego a la oficina de seguridad se encontró con que esta estaba vacía en su totalidad. Justo en el momento que la línea conectaba la llamada con la policía, sin perder más tiempo, termino de hacer la denuncia y se dispuso a conseguir una copia de las grabaciones. El tiempo no pa
~POV NARRADOR~ Helena miraba a su esposo con expresión estupefacta, ambos se encontraban ocultos en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial abandonado en la zona roja de la ciudad. Jerónimo se encontraba apoyado en su auto y miraba sin mucho interés su compañera. Para ese punto, ambos estaban completamente hundidos en torres de mi****, hasta el cuello si no es que estaban cubiertos en su totalidad. ──¿Por qué me miras con esa cara mujer? ── Escupió con desde Jerónimo. ── Tenemos que deshacernos de Irene Páez, al menos así nos aseguraremos que Enzo sea tan miserable como nosotros en la cárcel.── Estás loco Jerónimo. ── Espeto Helena golpeando el piso con sus tacones. ── ¿Quieres que nos hundamos aún más en la mi**** acaso? ── Cuestiono en voz baja. ── Si a eso vamos, tenemos que sacar de la ecuación a Lucas Montiel también, él estaba ahí cuando lanzamos a Clarisa. ── Ironizo antes de masajearse las sienes. Jerónimo chasqueo la lengua pensativo, según su esposa él ten