~POV NARRADOR~Lucas se sentía completamente aterrado, aún oculto en aquella oficina vacía, esperaba atentamente a que Jerónimo y Helena terminaran de irse para llamar a la policía, conseguir las grabaciones de las cámaras de seguridad y llamar a Enzo, aunque siendo sincero, no sabía cómo darle la noticia a su amigo. Sentía la camisa completamente empapada de sudor frío; sin embargo, en cuanto vio que todo estaba en completo silencio, saco su teléfono del bolsillo, llamando a la policía mientras corría hacia la sala de seguridad donde esperaba hubiera algún guardia de seguridad. No quiso ni asomarse a la calle, no tenía la entereza. Ahora entendía el porqué tenían tantas precauciones con los Ramírez, cuando llego a la oficina de seguridad se encontró con que esta estaba vacía en su totalidad. Justo en el momento que la línea conectaba la llamada con la policía, sin perder más tiempo, termino de hacer la denuncia y se dispuso a conseguir una copia de las grabaciones. El tiempo no pa
~POV NARRADOR~ Helena miraba a su esposo con expresión estupefacta, ambos se encontraban ocultos en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial abandonado en la zona roja de la ciudad. Jerónimo se encontraba apoyado en su auto y miraba sin mucho interés su compañera. Para ese punto, ambos estaban completamente hundidos en torres de mi****, hasta el cuello si no es que estaban cubiertos en su totalidad. ──¿Por qué me miras con esa cara mujer? ── Escupió con desde Jerónimo. ── Tenemos que deshacernos de Irene Páez, al menos así nos aseguraremos que Enzo sea tan miserable como nosotros en la cárcel.── Estás loco Jerónimo. ── Espeto Helena golpeando el piso con sus tacones. ── ¿Quieres que nos hundamos aún más en la mi**** acaso? ── Cuestiono en voz baja. ── Si a eso vamos, tenemos que sacar de la ecuación a Lucas Montiel también, él estaba ahí cuando lanzamos a Clarisa. ── Ironizo antes de masajearse las sienes. Jerónimo chasqueo la lengua pensativo, según su esposa él ten
~POV NARRADOR~Para Enzo, todo parecía ir en cámara rápida desde el momento que Lucas le aviso lo sucedido con su madre, pero, todo comenzó a ir en una cámara lenta sumamente tortuosa en el momento que fue despertado por el choque. El castaño empresario se sentía a la deriva, primero su madre y ahora su mejor amigo. Sentado en una banca del hospital con Marie aún lado suyo, siendo vigilados por Nicolás, apenas y escuchaba el sonar de los pasos por el pasillo, según el reloj ya eran las 5 am, Lucas estaba en cirugía luego del accidente y ellos no podían más que esperar. Muy dentro de sí, sabía que Lucas estaría bien, pero; aun así, el miedo lo carcomía y no solo a él, por momentos sentía temblar a Marie a su lado. Marie, por otro lado, se encontraba en shock, pero no había dejado que la movieran del lado de Enzo, sabía que el castaño sentía lo mismo que ella y viendo cómo este había mandado a su esposa con su prima para encargarse de todos los papeles no deseaba alejarse de él además
~POV NARRADOR~ El transcurso del tiempo, no se detenía, a pesar de que en los pasillos del hospital, se sintiera como si este estuviera completamente congelado. En general todo el ambiente aséptico daba esa sensación, la operación de Lucas había terminado tan solo minutos antes, según los doctores a cargo, todo había salido bien, ya solo restaba esperar a que el pelirrojo reaccionara de la anestesia; sin embargo, lo llevarán a la UCI para tenerlo bajo monitoreo. Nicolás fue quien hizo las llamadas mientras que Enzo y Marie se abrazaban con alivio latiendo en sus pechos. Aunque, no se les permitiría verlo aún, ellos ya se sentían más tranquilos. Razón por la que siguiendo las órdenes del médico, el trío abandono el hospital, no sin antes pasar por la morgue, donde Candela seguía siendo entrevistada en compañía de Sámara, donde Irene les pidió que se adelantaran a casa a descansar mientras ella y Sámara se encargaban, no sin antes abrazar a su esposo, hermano y mejor amiga. A pesar
~POV NARRADOR~ Las noticias viajaban con rapidez y a menos que vivieras bajo una roca, no te enteras de lo que está sucediendo, incluso en el caso de Helena; que se encontraba escondida en un motel, quien luego de pensarlo y estar horas en la penumbra de aquel estacionamiento abandonado, había optado por vender su ropa, comprando una mucho más barata y menos llamativa, para así poderse ocultar; hasta saber cuál sería su próximo movimiento. Y fue cuando encendió la televisión y puso las noticias, que se enteró de lo último que había sucedido; por evitar que la fueran a descubrir por llamar la atención, tuvo que cubrirse la boca para que no saliera de ella ningún ruido indiscreto. Lo primero que salió, lo primero que llego a sus oídos, fue la noticia de la defunción de su esposo. Como pudo, se hizo con las fuerzas para saber qué había pasado y como había ocurrido. Cualquiera creería que en su matrimonio con Jerónimo no había amor, y quizás fuera así, aunque no por su parte. La rea
~POV IRENE~Después de tanto ajetreo, tantas emociones y tanto estrés, lo cierto es que no me podía relajar con facilidad. Había tantas cosas en mi mente, que a pesar de estar agotada no podía cerrar los ojos; cuando lo hacía me ardían y era incómodo. Eran pasadas la media noche, según yo, todo el mundo estaba durmiendo; por lo que era la única despierta. Estaba sentada en el jardín, bueno más bien tumbada en la grama cuando sentí que alguien salía de la casa, lentamente deslice mi mirada para encontrarme con Nicolás que salía con paso lento para terminar tumbándose a mi lado. Permanecimos en silencio unos minutos antes de que mi hermano suspirara, yo mantenía la mirada fija en el cielo nocturno. El silencio entre nosotros era calmado y nada incómodo, después de todo, todos teníamos mucho en lo que pensar. ── ¿Cómo te sientes? ── Pregunto mi hermano en voz baja. Como si alguien pudiera oírnos, como si estuviéramos hablando de un tema secreto, pronto sentí una de sus manos tomando
~POV NARRADOR~La noche paso y la llegada de la mañana fue tranquila, sin más episodios; todos en la casa estaban en silencio mientras pasaba el desayuno, organizando como iba a pasar el día, el ambiente era bastante tenso, Candela permanecía en silencio en una esquina de la mesa, intentando comer aunque más bien parecía que intentaba hacer una obra de arte conceptual con los ingredientes de la comida. Sámara se movía de un lado a otro hablando por teléfono, mientras que Nicolás comía en silencio junto a su padre que leía el periódico. Gloria tomaba café, observando a todo el grupo tan diverso como los colores, pensando en todo y en nada. Samantha se encontraba junto Irene reorganizando la agenda de la psicóloga y recolocando las citas que había tenido que suspender por todos lo sucesos de los últimos días. Mientras que Enzo tomaba café mientras revisaba su computadora, pues a pesar de todo él tenía que mantenerse activo con el trabajo, ahora más que no tenía a Lucas momentáneamente
~POV NARRADOR~ Habían pasado tres meses desde el accidente que casi le tomo la vida a Lucas y acabo con la de Jerónimo; bueno, fue el último quien lo provoco, acto que nadie comprendió realmente; desde el día que Clarisa murió a manos del anterior mencionado y su esposa quien aún Helena permanencia en fuga cosa que no permitía que nadie se relajara, completamente; aunque eso no impidió que la rutina regresara de alguna manera. Sin embargo, todos estos sucesos marcaron un antes y un después, realmente abismal. En el transcurso de esos meses, las cosas habían avanzado de una manera lenta, para todos sin excepción alguna , aunque indudablemente todo el curso cambio, de lo que podía ser a lo que era ahora. Con todo lo que paso, Gloria se dio cuenta de que para ella ya no era verdaderamente factible el vivir sola, razón por la cual decidió proponerle a Roberto que viviera con ella; después de todo era técnicamente su hijo, y al este estar solo con Samantha, luego de pensarlo y conversar