~POV IRENE~Si tuviera que enumerar todas las cosas que habían ocurrido en mi vida, en los últimos tres meses y contando, siento que no terminaría nunca. Ahora, ya tan solo quedaban unas cuarenta y ocho horas, antes del gran evento; finalmente el día de la boda y la graduación estaba a tan solo un par de pasos. Y, aunque intentaba mantenerme calmada, era algo que, ciertamente, no conseguía. Sentada en la soledad de mi habitación, en el apartamento, intentaba relajarme para tomar una ducha antes de organizar todo lo que aún quedaba en mis manos; al mismo tiempo, que intentaba mantener a raya mi mente. Con la constante incertidumbre que se posaba sobre el estado de mi madre y el tiempo que le quedaba en esta tierra, sumado a todos esos factores externos que solo consiguieron un estado de paranoia general.Todo era tan abrumador. Y, era nada más, la cuarta parte de lo que realmente acontecía. Pasándome las manos por la cabeza, me deje caer en la cama, gimiendo con frustración; me sent
~POV NARRADOR~¿En qué estaba pensando? Era lo único que se preguntaba Candela, mientras abría la puerta de su casa, se sentía completamente miserable. Y, no entendía qué le había pasado por la cabeza, para ir y lanzarse de cabeza a una confesión. Lo peor de todo eso es que, después de decirle a Irene, su sentir; aun así, tuvo el coraje de llevarla a comer y hablar de su matrimonio con Enzo como si fuera el clima. En definitiva, cuando nacieron los masoquistas ella fue la primera en salir. Tan metida estaba en su mente que no noto como frente a ella estaba su madre observándola con una mueca, que no se podría definir si era de diversión o de preocupación o de molestia. Bueno, lo cierto es que Candela nunca había podido leer a sus padres, más allá de sus arranques de ira y violentos. Era un poco frustrante y hasta cierto punto patético. ── Candela. ── Llamo Helena. Al escuchar su nombre, la morena fijo sus ojos en su progenitora.── ¿No estamos de buen humor? ── Indago la mujer co
~POV NARRADOR~Y, bajo mucha presión y sin más sorpresas, llego el ansiado día de la boda y la graduación. Enzo, al despertar en la mañana del gran día, noto como Irene no estaba a su lado y, en cambio, había una nota en la mesa de noche, con una ligera mueca, se sentó en la cama para tomar la nota y de esa manera leerla. “Me he adelantado, cuando despiertes por favor llámame, estaré en casa de mis padres para arreglarme para ir a la graduación. Nos vemos allá, intenta comer algo. Te amo.” Soltando un ligero suspiro, el castaño empresario se levantó de la cama para ir directamente hacia la ducha, después de asearse llamaría a Irene para ponerse algo corriente de los acontecimientos actuales. Lo cierto es que Enzo se sentía como todos, estaba bajo gran presión, además de una profunda preocupación y claro, nervios, aunque aquello no era para menos. Quizás cualquiera lo vería como acciones precipitadas e inmaduras, pero, a él no le importaba, ya que casarse con Irene, es algo que rea
~POV NARRADOR~ Para alivio de Gloria y Sámara, en el primer auto que llego, venía Irene, con el resto de las mujeres y la enfermera de Esperanza, la única que faltaba por llegar era Andrea que se había quedado con los hombres en la siguiente tanda. Inmediatamente, al bajar todas se dividieron, Irene acompañada de Marie y Sámara fue llevada directamente a la habitación que Gloria había acondicionado para que se arreglaran, mientras que Samantha, su madre y la enfermera, iban a la otra recámara dispuesta para Esperanza en caso de que necesitara descansar.Viendo que todo seguía el curso que debía, Gloria se dispuso a concentrarse en monitorear que los hombres no se tardaran más de lo necesario y de los últimos detalles. Paseando por el salón, la cocina y los jardines, la mujer mayor fue checando que todo estuviera en orden. Complacida de los resultados en todo. ~…~ Si algo tenía que aceptar Candela de buena gana, quien llegaba con algo de retraso luego de despedir a su madre en casa
~POV NARRADOR~ El silencio reinaba en el pasillo, mientras ocurría un enfrentamiento de esmeralda contra esmeralda; Gloria y Lucas estaban allí como meros espectadores, atentos a cualquier cosa que pudiera suceder en frente a sus ojos; aunque si bien Gloria podía intervenir, no lo haría, sabía que tarde o temprano debía suceder el enfrentamiento de su nuera y su nieto, para así cerrar un ciclo. Clarisa Navarro miraba indignada a su hijo, de como él era capaz de hacerle todo eso; aunque, lo que ella no queria ver, es que Enzo no le estaba haciendo nada realmente, solo estaba viviendo su vida y creando sus propias memorias, basándose solo en lo que él deseaba y anhelaba para su futuro, él no estaba atentando contra ella. Y, es que la libertad de uno termina cuando comienza la del otro. No porque ella se hubiera aferrado a un hombre en un momentos oscuro, él se debía negar lo que sea, pues tristemente, que hay más mujeres en el mundo, pues sí; desgraciadamente, el no queria a ningu
~POV NARRADOR~Cuando todo el enfrentamiento de Enzo con su madre estaba sucediendo, Marie apenas salía para ir a comprobar el estado de Esperanza; sin embargo, la curiosidad le gano y se desvió para ver lo que sucedía. Ahora, una vez que el acto había terminado, la rubia subía de manera enérgica para cumplir con la tarea encomendada. Solo para encontrarse, con la enfermera caminando hacia las escaleras, al caminar por el pasillo se dio cuenta de que la puerta estaba semiabierta y Roberto se encontraba en la habitación, aparentemente hablando, con su esposa. Si bien, su primera intención era alejarse y darles su espacio, hubo una frase que llamo su atención; consiguiendo que se toda su intención de irse, se esfumara. ─── Realmente no quiero saber nada de eso. No me interesa nada que tenga que ver con esa mujer, más allá de su hijo, que es el hijo también de tu difunto amigo. ── Decía Esperanza con tono frío. Un tono, que Marie desconocía completamente, a pesar de todos los años co
~POV IRENE~ Finalmente, el día había llegado, todo se sentía tan irreal; pero realmente, estaba sucediendo; todo lo que había comenzado como un simple acuerdo, se había convertido en algo real. Intentando no pensar en la tristeza, en las cosas negativas, me centre en intentar ser feliz, al menos este día. Cuando levante la mirada me fije en todo lo que pasaba a mi alrededor, casi todas estaban listas, mi hermana menor se veía hermosa al igual que mi tía y Marie que acababa de volver. Candela conversaba cerca de la puerta con Sámara de manera relajada. Dentro de mí esperaba que todo estuviera, igual de bien con los hombres. En el momento que el maquillador termino conmigo, no podía reconocerme en mi reflejo, consiguiendo que me sintiera abrumada por todas las emociones que me recorrían de manera aleatoria. Ya solo faltaba ponerme el vestido. Viendo la hora me di cuenta de que aún faltaba un poco menos de una hora, cosa que logro que mis nervios se alborotaran, dejándome incapaz de
~POV IRENE~ Cuando vi a mi padre entrar en la habitación supe que el momento había llegado y una nueva oleada de nervios me recorrió sin compasión alguna. Mi padre se acercó a mí y me abrazo, fue un abrazo largo y silencioso, donde lo único que podía sentir aparte de mis nervios eran los ligeros temblores en el pecho de mi papá, mientras intentaba controlar las ganas de llorar, ahogando uno que otro sollozo traicionero que salía de sus labios. ── Estás preciosa mi niña… ── murmuro finalmente, al soltarme con lentos movimientos. Suspirando de manera ligera, acaricio una de mis mejillas antes de acercarse y plantar un beso en mi frente; previo a mirarme a los ojos. ── Vamos. ── Dijo ofreciéndome el brazo. Asintiendo en silencio, posterior a asegurar el ramo de flores en mis manos, tome el brazo que me era ofrecido y me deje guiar. ~…~El camino hacia el jardín fue desde mi perspectiva lento y tortuoso a causa de mis nervios, pero sinceramente había sido rápido, al momento de lle