~POV NARRADOR~Después de que las aguas lograran calmarse, todos se fueron retirando uno a uno, para poder digerir la información y de esa manera ir comenzando de esa manera los preparativos para lo que venía. Ya que, finalmente, se había decidido que los últimos momentos de la madre de los hermanos Páez serían en la tranquilidad de su casa. Sería tarea de Roberto infórmale a su hija menor lo que estaba pasando, mientras que Nicolás se había ofrecido para ir gestionando todos los detalles burocráticos que tuvieran que ver con su madre, intentando que de esa manera tanto Irene como Marie, quien además de ser una hija adoptiva, era la abogada de la familia. No se vieran sometidas por el estrés. Cuando Irene llego a casa esa tarde, Enzo quien estaba reunido con Gloria y Candela, noto como la pelinegra estaba desconectada, aunque no fue el único, cosa que logro una reacción de miedo general, es que ¿acaso algo malo había pasado?. Enzo se puso de pie, para ir detrás de Irene, quien cuál
~POV NARRADOR~Frustrada, en la soledad del jardín de la mansión, se encontraba Clarisa, quien desde el día que fue a ver a Irene para conversar con ella sobre la relación con Enzo y en cómo aquello era imposible. Cosa que se vio frustrada por la llegada de su hijo y su suegra; había estado aislada del mundo en general. No estaba de humor para tratar con nadie, sentía que todos estaban en su contra y se encontraba íngrima y sola contra el mundo; sentimiento que solo se había acentuado al darse cuenta de que realmente no tenía ningún tipo de poder, ni contactos. Solo dinero, pero sin conexiones, eso no era nada.El día estaba precioso, la verdad es que el cielo estaba azul claro, sin nubes y el sol brillaba con fuerza, calentando un poco la mañana. Tal cual como si el cielo se estuviera burlando de ella y su malhumor. Chasqueando la lengua se acomodó en la tumbona pensando en que podría hacer. Cuando pronto su mente se vio conectada con la noche que por accidente entro a la tienda de
~POV NARRADOR~ Los días siguientes a que se conociera, la verdad del estado de salud de Esperanza Páez, se llenaron de preparativos silenciosos, no había ninguno de los involucrados de mayor a menor escala que no estuviera agilizando algo referente la boda de Irene y Enzo o a la movilización de Esperanza a su casa nuevamente. El tiempo que tenían para hacer todo, pues según el médico, solo quedaban un par de meses como mucho, aunque siempre podía existir el milagro de que fuera más; aun así, nadie queria arriesgarse, por lo que todos se movían de manera organizada. Además, que aprovecharon todo esto, para que Enzo se dejara ver con Candela; como dictaba el plan que tenía, aunque lo cierto es que esto se había vuelto un dolor de cabeza para los dos, ya que los únicos momentos donde no estaban peleando en voz baja y con sonrisas tensas eran los momentos donde también se encontraba Irene presente. Momentos en los que Candela como Enzo se avocaban a buscar consentir como podían a la pe
~POV NARRADOR~Si alguien le hubiera avisado a Enzo que aliarse con Candela significaría, vivir en la zozobra de que aquella endiablada mujer intentaría seducir a su novia cada que tenía oportunidad, definitivamente se hubiera negado con más ahínco. Sobre todo porque siempre le dedicaba esas miradas de superioridad cuando Irene lo regañaba por actuar de manera “infantil”¿Es que acaso era ciega? Hasta un ciego vería con claridad el cómo Candela se derretía por ella; aunque no era la única y no la culpaba, pero, él había llegado primero. La vida era verdaderamente extraña, o al menos la vueltas que daba; nunca en sus años de adolescente, hubiera imaginado que Candela seria de aquellas que apuntan para el mismo bando, y él, la verdad no tenía problema, si ella era feliz, pues como su antiguo amigo la apoyaría y animaría a buscar la felicidad. Pero, ¿por qué de todas las mujeres del mundo se tenía que fijar en la suya?. Eso era querer tensar la cuerda, ¿o es que acaso era parte de un p
~POV NARRADOR~La falta de movimiento de sus padres hacía que Candela se sintiera completamente ansiosa la mayoría del tiempo, después que ella le anunciara a su madre que era “la amante” de Enzo, todo pareció calmarse e incluso su padre partió de viaje, con una sonrisa en el rostro. Mientras que su madre dejo de estarla vigilando. Y, es que una parte de ella queria confiarse, pero otra le gritaba que tenía que mantenerse con un ojo abierto si queria evitar cualquier sorpresa. Razón por la cual, si estaba en su poder salía con Enzo e Irene para todos lados, para de esa manera dejarse ver con el castaño empresario. Cosa que en el fondo le disgustaba, sentimiento que crecía cada vez que debía tomarle la mano o abrazarlo de manera “pasional”, en los momentos que Irene parecía “Distraída”, aunque, los tres estaban claros de que ella estaba muy consciente de lo que pasaba. Quizás era algo de paranoia, pero, nada le aseguraba que no tenía a alguien siguiéndola y había que mantener la pant
~POV IRENE~Si tuviera que enumerar todas las cosas que habían ocurrido en mi vida, en los últimos tres meses y contando, siento que no terminaría nunca. Ahora, ya tan solo quedaban unas cuarenta y ocho horas, antes del gran evento; finalmente el día de la boda y la graduación estaba a tan solo un par de pasos. Y, aunque intentaba mantenerme calmada, era algo que, ciertamente, no conseguía. Sentada en la soledad de mi habitación, en el apartamento, intentaba relajarme para tomar una ducha antes de organizar todo lo que aún quedaba en mis manos; al mismo tiempo, que intentaba mantener a raya mi mente. Con la constante incertidumbre que se posaba sobre el estado de mi madre y el tiempo que le quedaba en esta tierra, sumado a todos esos factores externos que solo consiguieron un estado de paranoia general.Todo era tan abrumador. Y, era nada más, la cuarta parte de lo que realmente acontecía. Pasándome las manos por la cabeza, me deje caer en la cama, gimiendo con frustración; me sent
~POV NARRADOR~¿En qué estaba pensando? Era lo único que se preguntaba Candela, mientras abría la puerta de su casa, se sentía completamente miserable. Y, no entendía qué le había pasado por la cabeza, para ir y lanzarse de cabeza a una confesión. Lo peor de todo eso es que, después de decirle a Irene, su sentir; aun así, tuvo el coraje de llevarla a comer y hablar de su matrimonio con Enzo como si fuera el clima. En definitiva, cuando nacieron los masoquistas ella fue la primera en salir. Tan metida estaba en su mente que no noto como frente a ella estaba su madre observándola con una mueca, que no se podría definir si era de diversión o de preocupación o de molestia. Bueno, lo cierto es que Candela nunca había podido leer a sus padres, más allá de sus arranques de ira y violentos. Era un poco frustrante y hasta cierto punto patético. ── Candela. ── Llamo Helena. Al escuchar su nombre, la morena fijo sus ojos en su progenitora.── ¿No estamos de buen humor? ── Indago la mujer co
~POV NARRADOR~Y, bajo mucha presión y sin más sorpresas, llego el ansiado día de la boda y la graduación. Enzo, al despertar en la mañana del gran día, noto como Irene no estaba a su lado y, en cambio, había una nota en la mesa de noche, con una ligera mueca, se sentó en la cama para tomar la nota y de esa manera leerla. “Me he adelantado, cuando despiertes por favor llámame, estaré en casa de mis padres para arreglarme para ir a la graduación. Nos vemos allá, intenta comer algo. Te amo.” Soltando un ligero suspiro, el castaño empresario se levantó de la cama para ir directamente hacia la ducha, después de asearse llamaría a Irene para ponerse algo corriente de los acontecimientos actuales. Lo cierto es que Enzo se sentía como todos, estaba bajo gran presión, además de una profunda preocupación y claro, nervios, aunque aquello no era para menos. Quizás cualquiera lo vería como acciones precipitadas e inmaduras, pero, a él no le importaba, ya que casarse con Irene, es algo que rea