Salí demasiado contento de la casa de mis suegros, quería regresar cuanto antes a casa y dormir con hannah en mis brazos, en nuestra cama, en nuestra habitación. Al principio me costó un poco de trabajo hacer que aceptara, a pesar de que me había dicho que sí, pues de vuelta a casa la tensión sexual se hizo casi palpable, era obvio, hace tres días hicimos por primera vez el amor y después de besarnos y acariciarnos toda una tarde era necesario, sin embargo ninguno de los dos quiso dar el primer paso y lo dejamos pasar.Lo que no me esperaba fue que el remordimiento por saber quién provocó el accidente se hiciera presente en un sueño. El peor sueño que he tenido en mi vida, el sueño que espero nunca se cumpla y jamás se vuelva a repetir. En ese sueño perdía a hannah para siempre, por no poder decirle la verdad y tener que ocultárselo. La desperté en la madrugada, la asusté demasiado pero no podía salir de aquella pesadilla aún cuando el trataba de ayudarme a salir de ahí.- ¿Ranzes qué
- Nuestro abuelo tiene una propiedad fuera de la ciudad, en ella hay una cabaña preciosa a la que vamos cada año para celebrar el cumpleaños de mi papá, es como una tradición - Es un lugar muy bonito, hay mucha tranquilidad- Continué la explicación de mi hermana, además estoy seguro de que a el le encantará. - Que bien, me gustaría conocerlo-. -Lo vas a conocer este fin de semana, el cumpleaños de papá es el sábado- Tomo su mano sobre la mesa y le doy un apretón. Continuamos el desayuno mientras mi hermana nos contaba como iban los preparativos del festejo de papá y de su embarazo. Al terminar mis dos princesas se fueron dejándonos a Hannah y a mi aún en el comedor. -¿Te llevo a la oficina?- Digo levantándome para comenzar a buscar mis llaves del coche. -Tengo mi propio coche, además no quiero que llegues tarde por llevarme- Me sigue hasta la sala. -A mi no me molesta- Tomo las llaves y busco mi maletín. -Quiero conducir- Hace un puchero lindo. -Bien, tu ganas- Me acerco a el
La semana se ha ido demasiado rápido para mi gusto, he disfrutado de mi hermosa Hannah pero no me es suficiente. Estos últimos tres días ha estado extraña, tuvo algunos mareos por las mañanas y en las noches se ve demasiado pálida, creo que el trabajo no le está cayendo bien. Hoy debemos ir a la cabaña de los abuelos, en un principio me negué a llevar a hannah, pues no me sentía seguro de que se sintiera bien para viajar pero me insistió hasta el cansancio, le hacía mucha ilusión conocer el bello lugar. Al menos hoy se ve mejor.- Amor, ¿estás seguro que te sientes bien?- Me da una mirada llena de fastidio.- Ya te dije que si, lo que me pasó en la semana fue porque no comía bien en el trabajo- Hace un puchero.- De acuerdo, pero en cuanto te vea mal vamos a volver directo al hospital- Asiente con esa bella sonrisa.- Te lo prometo- Deja un pequeño beso en mis labios y cierra su valija.Realmente espero que Hannah se sienta bien, si le sucede algo no me lo perdonaría. Tomo su valija i
Toda la semana fue extraña para mí, la sensación de no ser yo mismo me seguía a todas partes, era como vivir en un cuento en el cuál no sabes qué es real y qué no, como si fuera un espectador de mi propia vida; todo era demasiado extraño y era aún peor cuando sentía mareos y náuseas repentinas, tuve fuertes dolores de cabeza, incluso demasiadas ganas de orinar. Comenzaba a desesperarme la situación, quería volver a la normalidad y disfrutar de mis días con Ranzes sin embargo sólo logré preocuparlo y que intentara cancelar nuestro fin de semana en la cabaña de sus abuelos. No sé cómo fue que pude fingir sentirme bien pero sólo así le convencí de ir y pasar el fin de semana con su familia, aunque sigue un poco inquieto, a decir verdad, me está molestando un poco tanta insistencia, se que se preocupa por mi y me parece muy lindo de su parte pero extrañamente no puedo controlar mis cambios de humor.- Amor, ¿estás seguro que te sientes bien? - Es lo único que ha dicho desde ayer.- Ya te
- Que bueno, muero de hambre - Digo con normalidad mientras cubro mi cabeza con la toalla fingiendo secar mi cabello. Me quedo quieto esperando que pase mi malestar, escucho el agua de la regadera y comienzo a caminar para verificar que puedo andar sin mareos. El malestar se va y por fin salgo de la habitación. En el comedor se encuentran mi suegro y el esposo de gloria en sus lugares. - Hola hannah, ¿cómo dormiste?- Dice el señor Jeon antes de que pudiera dar las buenas noches. - Muy bien señor, gracias - Sonrío amable y me siento en uno de los lugares vacíos. - Hannah, estábamos planeando salir a un pequeño lago que está cerca de aquí para hacer un picnic el día de mañana, ¿qué dices?- Seojoon parecía muy emocionado, a decir verdad era una buena opción para conocer el lugar. - Es una idea genial - Asiento efusivamente, y comenzamos a planear todo. - Buenas noches, lamento salir hasta ahora me quedé dormido - La voz de Ranzes me hizo recomponerme instantáneamente. - No te preo
Dormí muy poco, tenía la necesidad de cuidar de Hannah, temí que por la noche sus náuseas pudieran volver, no fue así, durmió muy bien, tanto que pude escucharlo dar pequeños ronquidos. Me pongo mi chaqueta y un par de botas, Jimin sigue durmiendo, aún es muy temprano así que salgo con cuidado y en silencio de la habitación. Camino por el pasillo esperando que papá esté despierto, necesito que hannah se atienda cuanto antes. Doy dos leves toques y en cuestión de segundos mi padre aparece dejándome entrar.- Buenos días hijo, ¿todo bien?- Ajusta su cinturón cerrando la puerta.- Buenos días, sólo quería saber si hay alguna farmacia o algún hospital, Hannah no se ha sentido bien últimamente- Se calza un par de botines, con una expresión pensativa.- Hay una farmacia en un pueblo que está a una hora y media si quieres te acompaño- Ofrece amablemente a lo cual asiento.- Gracias papá- Salgo de la habitación y veo a papá hablar con mi mamá.La sonrisa de mi madre era demasiado extraña, de
Sentí mi cuerpo ligero, los brazos de Ranzes no me rodeaban con fuerza como cada mañana, en cambio me sentía observado, pero no como cuando Ranzes me mira de manera pervertida, esta vez era diferente. Abrí poco a poco los ojos, la madre de Ranzes estaba sentada al pie de la cama frotando mis pies sobre la sábana. Sonreí con timidez mientras trataba de sentarme, miré a mi alrededor y me sentí un poco nervioso por no ver a Ranzes en la habitación.-Tranquila hannah, mi hijo salió con mi esposo a la farmacia- Sonreía con alegría y seguía mirándome de una manera extraña.-¿Para qué?, ya me siento bien- Mentí, mi estómago estaba revolviéndose como cada mañana.La mujer frente a mi sonrío. Un par de golpes interrumpieron mi observación.-Adelante- Dije fuerte esperando ver a mi esposo pero no es así, es su hermana.-Buenos días hannu, que bueno que has despertado- Sus palabras eran ansiosas y llenas de alivio, como si hubieran esperado el momento en que despertara.-¿Ha pasado algo?- Camin
El viaje de vuelta a casa no fue tan cansado como pensé, hannah no se sentía mal y sonreía como nunca, cosa que yo agradecía, me encanta cuando sonríe, puedo sentirme tranquilo al verla— ¿Tienes planes al volver a casa?- Dijo mirando al frente.— No lo sé, hoy no iré a trabajar tampoco mi papá así que creo que me quedaré en casa, ¿por qué preguntas?-.— P-por nada, simple curiosidad- Volvió a sonreír.Seguí conduciendo con tranquilidad, hannah puso música y cantaba las canciones que se sabía, aveces tarareaba las que no, amé su voz, es tan dulce y hermosa, no quiero escuchar nada más que su voz. Después de un buen rato acompañados de buena música, mi móvil anunció una llamada entrante, puse el manos libres en mis oídos.— Diga- Respondí sin despegar mi vista de la carretera.— Necesitamos hablar- La voz de Tania hizo que mi cuerpo se tensara. -No puedes negarte, no querrás que hannah la pase mal, ¿verdad?, te espero en mi departamento, no tardes— ¿Y si no quiero ir?- ¡Pero por supue