Ranzes Jeon Otro día más despertando a su lado. Observo su nuca y el inicio de su cabello castaño, sus orejas suaves y sonrío como tonto, cada parte de ella es perfecto. Beso su nuca y su cabello con la intención de despertarla, se mueve un poco y gira en mis brazos para quedar frente a mi.— Buenos días — Susurra con una sonrisita, sus ojos se ven demasiado pequeños y sus cachetitos están rojitos. Tan bonito mi Hannah— Buenos días ¿dormiste bien? — Asiente y frota sus ojos. — Hannah quiero que duermas conmigo, en mi cama — Dejo un besito en su nariz y observo como sus ojos reciben brillo poco a poco.— ¿En tu habitación? ¿Cómo un matrimonio real?— Si, en el lugar que te corresponde, como debió ser siempre y que por mi idiotez no pude darte, pero me arrepiento y quiero remediarlo — Paso mi nariz por su carita y al final beso sus labios lentamente.A decir verdad, desde ayer en la tarde, mientras comíamos pensé en decirle, pero no supe como hacerlo. Ya no puedo imaginar tenerla le
— Desde hoy, no quiero estar aburrido en casa y sin hacer nada, me gustaría ponerme al día con las deudas — Mi Hannah está muy contenta, me gustaría verla así siempre.— Como tu quieras— Bueno, yo me retiro, debo ir a trabajar— Me levanto viendo a Hannah — ¿Quieres que venga a recogerte?— Perdón que los interrumpa, me gustaría invitarlos a cenar a casa, claro, si no tienen problema — Negué.— No hay ningún problema, es un gusto — Vuelvo la vista a hannah y tomo su mano. — Vengo por ti y vamos con tus padres — Beso su mano.— Está bien — ¡Dios, la amo! beso sus labios rápido, no sería agradable darle un espectáculo a mi suegro.— Gracias por la invitación señor, nos vemos mas tardeSalgo de la oficina del señ
El cosquilleo en mi cabeza me hizo abrir los ojos, los brazos de Ranzes rodeaban mi cintura y una de sus piernas estaba sobre las mías. Giré sobre la cama para quedar frente a él y poder contemplar su bello rostro.— Buenos días- Mi voz sale como un susurro — Buenos días mi amor, ¿dormiste bien?- Froto mis ojos despacio, los siento muy pequeños. - Hannah quiero que duermas conmigo, en mi cama-. Espera… ¡¿que?!. El sueño se va por completo de mi organismo. ¡En su cama!.-¿En tu habitación?, ¿Cómo un matrimonio?- En realidad yo creí que esperaríamos un poco más, pero si eso quiere mi esposo eso le voy a dar.-Si, en el lugar que te corresponde, como debió ser siempre y que por mi idiotez no pude darte, pero me arrepiento y quiero remediarlo- Recibo caricias cálidas en mi cara y por último me besa en los labios. Amo sus besos.-Si eso quieres está bien- Lo abrazo con fuerza y recargo mi mejilla en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.-Bueno, dejemos los mimos para después,
Me giro y mi padre tiene una sonrisa burlona y mueve sus cejas de esa manera tan graciosa, aunque de todas formas parece estar preocupado.— Las cosas van bien entre ustedes según parece, me agrada que se lleven bien- Deja de hacer sus gestos divertidos y cruza los brazos en su pecho.— Si, nos llevamos muy bien- Vuelvo a sentarme frente a mi papá.— Hannah, quiero que estés consciente de que tu matrimonio es sólo un contrato, no quiero que te ilusiones y te hagas daño, sabes que el contrato va a terminar algún día y quiero que estés bien hija- Las palabras de mi padre dolieron, ese maldito contrato nunca va a dejar de atormentarme, pero no me importa, el me ama y yo le creo.— Ranzes y yo lo sabemos, aún así papá, lo estamos intentando, además, creo que es lo mejor papá, tendremos que estar juntos por tres años y si lo intentamos será más fácil para nosotros, no tendremos que fingir todo el tiempo y bueno… yo lo quiero, estoy enamorada de él- Papá sonrío y se acerco a acariciar mi ca
Salí demasiado contento de la casa de mis suegros, quería regresar cuanto antes a casa y dormir con hannah en mis brazos, en nuestra cama, en nuestra habitación. Al principio me costó un poco de trabajo hacer que aceptara, a pesar de que me había dicho que sí, pues de vuelta a casa la tensión sexual se hizo casi palpable, era obvio, hace tres días hicimos por primera vez el amor y después de besarnos y acariciarnos toda una tarde era necesario, sin embargo ninguno de los dos quiso dar el primer paso y lo dejamos pasar.Lo que no me esperaba fue que el remordimiento por saber quién provocó el accidente se hiciera presente en un sueño. El peor sueño que he tenido en mi vida, el sueño que espero nunca se cumpla y jamás se vuelva a repetir. En ese sueño perdía a hannah para siempre, por no poder decirle la verdad y tener que ocultárselo. La desperté en la madrugada, la asusté demasiado pero no podía salir de aquella pesadilla aún cuando el trataba de ayudarme a salir de ahí.- ¿Ranzes qué
- Nuestro abuelo tiene una propiedad fuera de la ciudad, en ella hay una cabaña preciosa a la que vamos cada año para celebrar el cumpleaños de mi papá, es como una tradición - Es un lugar muy bonito, hay mucha tranquilidad- Continué la explicación de mi hermana, además estoy seguro de que a el le encantará. - Que bien, me gustaría conocerlo-. -Lo vas a conocer este fin de semana, el cumpleaños de papá es el sábado- Tomo su mano sobre la mesa y le doy un apretón. Continuamos el desayuno mientras mi hermana nos contaba como iban los preparativos del festejo de papá y de su embarazo. Al terminar mis dos princesas se fueron dejándonos a Hannah y a mi aún en el comedor. -¿Te llevo a la oficina?- Digo levantándome para comenzar a buscar mis llaves del coche. -Tengo mi propio coche, además no quiero que llegues tarde por llevarme- Me sigue hasta la sala. -A mi no me molesta- Tomo las llaves y busco mi maletín. -Quiero conducir- Hace un puchero lindo. -Bien, tu ganas- Me acerco a el
La semana se ha ido demasiado rápido para mi gusto, he disfrutado de mi hermosa Hannah pero no me es suficiente. Estos últimos tres días ha estado extraña, tuvo algunos mareos por las mañanas y en las noches se ve demasiado pálida, creo que el trabajo no le está cayendo bien. Hoy debemos ir a la cabaña de los abuelos, en un principio me negué a llevar a hannah, pues no me sentía seguro de que se sintiera bien para viajar pero me insistió hasta el cansancio, le hacía mucha ilusión conocer el bello lugar. Al menos hoy se ve mejor.- Amor, ¿estás seguro que te sientes bien?- Me da una mirada llena de fastidio.- Ya te dije que si, lo que me pasó en la semana fue porque no comía bien en el trabajo- Hace un puchero.- De acuerdo, pero en cuanto te vea mal vamos a volver directo al hospital- Asiente con esa bella sonrisa.- Te lo prometo- Deja un pequeño beso en mis labios y cierra su valija.Realmente espero que Hannah se sienta bien, si le sucede algo no me lo perdonaría. Tomo su valija i
Toda la semana fue extraña para mí, la sensación de no ser yo mismo me seguía a todas partes, era como vivir en un cuento en el cuál no sabes qué es real y qué no, como si fuera un espectador de mi propia vida; todo era demasiado extraño y era aún peor cuando sentía mareos y náuseas repentinas, tuve fuertes dolores de cabeza, incluso demasiadas ganas de orinar. Comenzaba a desesperarme la situación, quería volver a la normalidad y disfrutar de mis días con Ranzes sin embargo sólo logré preocuparlo y que intentara cancelar nuestro fin de semana en la cabaña de sus abuelos. No sé cómo fue que pude fingir sentirme bien pero sólo así le convencí de ir y pasar el fin de semana con su familia, aunque sigue un poco inquieto, a decir verdad, me está molestando un poco tanta insistencia, se que se preocupa por mi y me parece muy lindo de su parte pero extrañamente no puedo controlar mis cambios de humor.- Amor, ¿estás seguro que te sientes bien? - Es lo único que ha dicho desde ayer.- Ya te