Klaus Santana
Bebí mi copa al seco, era la numero cinco, y aún me quedaba el evento junto a las modelos, Alex me había tratado de llevar a casa en varias ocasiones, pero me negué, necesitaba despejarme, sacarme el sabor de sus labios, el tacto de piel, sacudo la cabeza tratando de sacarme a Amanda de ella, pero se me hacía imposible, menos con lo que acababa de suceder.
¿Por qué se había ido? ¿Qué había sucedido? Mi sentido común me respondía con que ella era la esposa de mi hermano, era mi cuñada, estaba casada legalmente con él, aunque todo fuera una farsa, ellos estaban casados y su boda había sido celebrada como dios manda. Pero mis sentimientos me gritaban que la buscara, que no dejara que esa pasión y ese deseo se apagara, que luchara por ella, sé que Amanda se lo merece, esa es una mujer que si vale la pena.
Solté un suspiro
Amanda KingSus palabras fueron como una estrella fugaz en la noche más oscura, pero antes de poder responderle algo mi suegro llegó a nuestro lado, invitándonos a almorzar junto a él, sin poder negarme, ayude a poner la mesa. Comimos en compañía de Omar, nana Lily, Klaus mi suegro y yo, hablando de todo un poco, incluso negocios, pero finalmente terminamos en lo mismo, el evento de este fin de semana.Un silencio se hizo cuando nana Lily quiso decir algo positivo, por respeto, creo, que todos decidimos callar, pero era obvio que a ella le gustaría ver bien a los dos niños que en algún momento estuvieron bajo su cuidado.En la sobremesa, recordamos los métodos de seguridad que serían usados, yo no quería tener que toparme con Peter, organizando todo, y en mi mente me repetía que sólo serían dos días y una noche, a pesar de que llegaríamos all&aa
Klaus SantanaTomé mi bolso ya empacado y salí de mi apartamento, aún tenía que pasar a buscar a Alex, aún no había tomado clases de manejo, y pensaba que este fin de semana sería muy bueno para ello, con Amanda habíamos acordado tratar de enseñarle.La tarde anterior junto a ella había salido maravillosamente, sabía que ella aún no estaba preparada para una relación, pero nada de lo que dijera me alejaría de ella, yo quería estar a su lado, como amigo, como conoció, como fuera, pero quería mantener mi buena comunicación con ella, de hecho había ayudado a su madre a encontrar un trabajo, aunque no lo supiera, pero hacerle a la señora King una cita con la administrativa de algunos museos en NY, no fue tan difícil como creía, sin decir que su historia, hoja de vida y estudios de arte, eran impecables.Me detuve f
Amanda King– ¿Está bien? – le pregunté a Nana Lily, quien de inmediato negó con la cabeza - ¿pasó algo? ¿Le hicieron algo a usted? – volvió a negar, entonces se incorporó y le ofrecí mi brazo.– ¡Hey!, tú – le dijo al chico de seguridad - llama a Omar, por favor – ordenó, provocando que el chico solo pudiera asentir y luego irse rápidamente.Mientras que yo fui guiada por ella hasta la hermosa glorieta que había atrás para tomar el té, está toda cubierta por ventanales allí estaba preparada la mesa y la estufa estaba prendida, porque para nuestra mala suerte la tarde estaba demasiado fresca para estar afuera.Omar no tardó mucho en llegar y entre los dos me contaron algunas de las cosas que Regina, la señora Regina le había hecho a mi suegro, cuando vivían
Klaus Santana.Le pagué al chef y termine de llevar los postres a la mesa, habíamos cenado muy bien, las chicas se habían lucido al elegir el menú, pedí a seguridad que dejaran al hombre en su casa, pronto mi padre me preguntó y le comente que había enviado al hombre a su casa, la sobremesa estaba siendo increíble, pero pronto todo acabó.Nana Lily se fue a dormir, mientras que mi padre, Alex y yo, nos retiramos al despacho, las chicas se fueron a su habitación, allí aún debían acomodar una cama más, ya que mi prima, por fin, había decidido aparecer, ella siempre llamaba, pero rara vez se le veía, Hanna había sido una de las pocas, que en vez de vivir con mi padre había elegido estar lejos, creo que más que nada fue por Regina, por eso igual me llama la atención que haya aceptado estar aquí.– Mira – dijo
Amanda KingEntre en el despacho y me quede viendo a mi suegro, me deja caer en la silla frente a él y logré soltar el aire de mis pulmones, pensé que Peter sería más duro al enterarse de mi petición de divorcio, pero con lo que le dije esperaba calmarlo, mi suegro sin quitar la vista de sus documentos alargó su mano hasta tomar la mía, era su forma de darme fuerza, de decirme que todo estaría bien, o por lo menos eso quería pensar.– Todo va a estar bien – dijo él, consolándose – verás que luego de esto, tu vida, se llenará de éxitos, te irá bien en la universidad, en tu tienda, en tus proyectos – su sonrisa me provocó emoción y sentí como mis lágrimas caían por mis mejillas – sé que lo ves como un fracaso, pero fracasar sentimentalmente es algo con lo que tendrás que luchar d&iac
Klaus SantanaLa mañana fue cómoda, mediodía un caos, pero, por una extraña razón, me siento en paz, siento que todo está donde debería estar, Amanda es una persona afortunada, noble, sencilla y carismática, no es de asombrarse que mi padre le haya tomado tanto cariño, siendo sincero conmigo mismo, fue ella quien le prestó más atención que cualquier otra persona.Me quedé en mi habitación gran parte de la tarde, no tanto porque quisiera, más que nada por negocios, debía ponerme al día, Amelia me había enviado muchos documentos que debía revisar, tan pronto como tuve tiempo, revise mis mensajes y me encontré con uno de Amanda, ella se había ido, se estaba despidiendo, salí rápido de la habitación, me encontré con Alhelí y Hanna, quienes conversaba y arreglaban sus maletas.– &iq
Amanda KingDesperté desorientada, estaba en un cuarto vacío, en un colchón algo sucio, pero de pronto vi todo a mi alrededor, estaba era mi habitación, un ruido escuché y de pronto el pomo de la puerta comenzó a girar, cerré los ojos, esperando que no se dieran cuenta de que había desertado, sentí como el flash de una cámara me ilumino, escuche una risa más que conocida, su aroma lo delataba, era Richard.Abrí poco a poco los ojos, él estaba de pie, dándome la espalda, reía al ver las fotografías, podía casi adivinar que se las estaba enviando a alguien, pero lo que vi luego me descoloco.Peter entró en la habitación, solo llevaba una camisa y sus pantalones, los dos se sonrieron y luego se besaron, ¡Que! Espera, ¡Se besaron!, respiré profundo y volví a cerrar mis ojos, creo que ninguno de los dos me hab&
Klaus Santana– ¡AMANDA! – grité por cuarta vez, la noche no hacía la búsqueda más fácil, mi padre estaba a mi lado y manejamos un terracross que habíamos conseguido - ¡AMANDA! – volví a gritar. De pronto escuché algo, detuvimos el carro, pero no sin antes ver a alguien en frente de nosotros. Provocando que chocamos con un árbol, gracias al golpe suave solo fue un topo.Nos bajamos del carro lo más rápido que pudimos, y cuando la tuve entre mis brazos respiré tranquila, ella estaba cubierta con una casaca grande, trataba de decir algo, pero sus lágrimas se apresuraban a caer, por radio nos comunicamos con todos y llegaron todos al lugar, entre policía y demás gente.– Estoy bien – dijo cuando por fin deje que se sentara – Peter y Richard …– Lo sabemos – la interrumpió mi padre &