Klaus Santana
Veía las mancuernillas en mi camisa y no podía evitar sonreír, habían pasado algunos días desde que regresamos de Brasil, no había visto ni sabido nada de Amanda, pero aún podía recordar la última noche en Río, fue algo nuevo conversar con una mujer que no hablar de compras, centros comerciales o cuánto dinero había gastado en algún viaje.
En cambio, ella, solo me habló de lo bien que lo había pasado, preguntó por mis gustos, y no supuso nada, a pesar de que es evidente mi buena situación financiera, pero aún está en mi cabeza lo que Benson dijo, ¿será que puedo confiar en ella? Suelto el aire y veo la hora de reojo en mi móvil, esta noche debo asistir a una cena en la nueva casa de mi padre.
Salgo de inmediato de la oficina, Amelia me pide que la excuse con mi padre, ella no podría asistir
Amanda KingSubí hasta nuestro apartamento, hacía frío, estaba mojada y quería entrar antes de que Alhelí llegara, me había pasado la tarde comiendo, sentada en el carro de Klaus, viendo como mi prima paseaba con su padre, y ya ni siquiera se escondían, me reí sola mientras me desvestía en mi habitación y entraba en la regadera, pero, entonces, recordé su explicación, estas pobres palabras que pasaron como un susurro por mis oídos.– Es una modelo – había dicho Klaus – tuvimos algo que ver, hace algunos años, pero ella se volvió algo intensa, al punto de decir frente a la prensa y jurar a mis espaldas que teníamos una relación muy seria – eso me provocó un recelo, dejando que un escalofrío recorriera mi espalda.Sacudí mi cabeza y la traje al presente, salí del ba&ntild
Klaus Santana– ¡Deja de moverte! – Alex llamó mi atención, estábamos esperando a que el desfile comenzará y mis ojos estaban más en la entrada que en la pasarela – si no dejas de moverte, me cambio de asiento – mire la hora y aún faltaba media hora para que todo comenzara - ¡Llámala! – escupió Alex y respire profundo.– No quiero presionar – pasé mi mano por mi cabello y gruñí, qué más podía hacer.Había saludado a tantas personas durante el día, había revisado una y otra vez el evento, había recorrido las instalaciones, todo estaba listo y aun así no logré tranquilizarme, luego de aquel día, cuando salimos juntos, no nos habíamos visto, habíamos hablado, pero solo una vez, solté un suspiro ¡porque no soy capaz de llamarla! Me reclam&eac
Amanda KingMordió su labio invitándome a seguirlo y no resistí, tome posesión de sus labios y me deje guiar por su evidente sabiduría, puse mis manos en sus hombros y de puntillas seguí la danza que nuestros labios tenían, sin un ritmo fijo, pero con un imponente vaivén que amenazaba con volver mis piernas gelatina.¡Pero, qué estoy haciendo, Klaus, es mi cuñado! Mi subconsciente gritaba desde lo profundo de mi ser, pero mi cuerpo se negaba a dar un paso atrás, se negaba a abandonar esos brazos que me sostenían y acunaban con deseo, sus manos en mi cintura me hacían sentir gustosa, no sabía cómo describir el sentimiento que todo esto me producía.Pegó su frente a la mía y yo mantuve los ojos cerrados, ¿será esto lo que me faltaba? Respire profundo cuando nuestros labios se separaron, tratando de que mi mente y pulso s
Klaus SantanaBebí mi copa al seco, era la numero cinco, y aún me quedaba el evento junto a las modelos, Alex me había tratado de llevar a casa en varias ocasiones, pero me negué, necesitaba despejarme, sacarme el sabor de sus labios, el tacto de piel, sacudo la cabeza tratando de sacarme a Amanda de ella, pero se me hacía imposible, menos con lo que acababa de suceder.¿Por qué se había ido? ¿Qué había sucedido? Mi sentido común me respondía con que ella era la esposa de mi hermano, era mi cuñada, estaba casada legalmente con él, aunque todo fuera una farsa, ellos estaban casados y su boda había sido celebrada como dios manda. Pero mis sentimientos me gritaban que la buscara, que no dejara que esa pasión y ese deseo se apagara, que luchara por ella, sé que Amanda se lo merece, esa es una mujer que si vale la pena.Solté un suspiro
Amanda KingSus palabras fueron como una estrella fugaz en la noche más oscura, pero antes de poder responderle algo mi suegro llegó a nuestro lado, invitándonos a almorzar junto a él, sin poder negarme, ayude a poner la mesa. Comimos en compañía de Omar, nana Lily, Klaus mi suegro y yo, hablando de todo un poco, incluso negocios, pero finalmente terminamos en lo mismo, el evento de este fin de semana.Un silencio se hizo cuando nana Lily quiso decir algo positivo, por respeto, creo, que todos decidimos callar, pero era obvio que a ella le gustaría ver bien a los dos niños que en algún momento estuvieron bajo su cuidado.En la sobremesa, recordamos los métodos de seguridad que serían usados, yo no quería tener que toparme con Peter, organizando todo, y en mi mente me repetía que sólo serían dos días y una noche, a pesar de que llegaríamos all&aa
Klaus SantanaTomé mi bolso ya empacado y salí de mi apartamento, aún tenía que pasar a buscar a Alex, aún no había tomado clases de manejo, y pensaba que este fin de semana sería muy bueno para ello, con Amanda habíamos acordado tratar de enseñarle.La tarde anterior junto a ella había salido maravillosamente, sabía que ella aún no estaba preparada para una relación, pero nada de lo que dijera me alejaría de ella, yo quería estar a su lado, como amigo, como conoció, como fuera, pero quería mantener mi buena comunicación con ella, de hecho había ayudado a su madre a encontrar un trabajo, aunque no lo supiera, pero hacerle a la señora King una cita con la administrativa de algunos museos en NY, no fue tan difícil como creía, sin decir que su historia, hoja de vida y estudios de arte, eran impecables.Me detuve f
Amanda King– ¿Está bien? – le pregunté a Nana Lily, quien de inmediato negó con la cabeza - ¿pasó algo? ¿Le hicieron algo a usted? – volvió a negar, entonces se incorporó y le ofrecí mi brazo.– ¡Hey!, tú – le dijo al chico de seguridad - llama a Omar, por favor – ordenó, provocando que el chico solo pudiera asentir y luego irse rápidamente.Mientras que yo fui guiada por ella hasta la hermosa glorieta que había atrás para tomar el té, está toda cubierta por ventanales allí estaba preparada la mesa y la estufa estaba prendida, porque para nuestra mala suerte la tarde estaba demasiado fresca para estar afuera.Omar no tardó mucho en llegar y entre los dos me contaron algunas de las cosas que Regina, la señora Regina le había hecho a mi suegro, cuando vivían
Klaus Santana.Le pagué al chef y termine de llevar los postres a la mesa, habíamos cenado muy bien, las chicas se habían lucido al elegir el menú, pedí a seguridad que dejaran al hombre en su casa, pronto mi padre me preguntó y le comente que había enviado al hombre a su casa, la sobremesa estaba siendo increíble, pero pronto todo acabó.Nana Lily se fue a dormir, mientras que mi padre, Alex y yo, nos retiramos al despacho, las chicas se fueron a su habitación, allí aún debían acomodar una cama más, ya que mi prima, por fin, había decidido aparecer, ella siempre llamaba, pero rara vez se le veía, Hanna había sido una de las pocas, que en vez de vivir con mi padre había elegido estar lejos, creo que más que nada fue por Regina, por eso igual me llama la atención que haya aceptado estar aquí.– Mira – dijo