— ¿La Reina? Es cierto… Todo esto comenzó por eso… La muerte de esa mujer… Cassandra Forsten. — Comentó Virginia cabizbaja. — Si tan solo mi padre no hubiera atacado a esa mujer… Si tan solo… — Lo hecho, hecho esta, no creo que nada cambie. — Aclaró Allen. — Aún con la muerte de Cassandra, Lance no hubiera atacado a Gorian si yo no le hubiera animado a vengarse, pero… Era mi mejor amigo y no quería verlo hundirse en depresión… Tenía que darle un motivo para continúar, pero no pensé que las consecuencias seguirían extendiéndose por tanto tiempo y yo me vería afectado en todo el proceso. Aunque supongo que, ¿Lo merezco no es así? — Sonrió él Barón Jones. Virginia asintió lentamente con una expresión decaída. "Claro que el señor Jones se lo merece" Pensó ella. "Por qué… Todo eso llevó a la destrucción de mi hogar… De mi familia… La muerte de miles de inocentes…" — ¡Su majestad! — Se escuchó a
6: 00 am. >> En Maita odian a las Reinas inútiles y poco capacitadas Las palabras dichas por su secretaria no salían de la cabeza de esa joven Reina de solo diecinueve años. Ella que estaba de pie en el exterior del castillo principal, veía como a la distancia el sol recién comenzaba a salir. Una mañana refrescante. A su lado también de pie se encontraba su guarda espaldas y asistente, la soldado Tiana. Virginia volvió a ver hacia esa amiga que había hecho en el Reino de Maita. — ¿El viaje será muy largo? — Preguntó la Reina. Tiana negó con su cabeza. — Su majestad llegará en la tarde al segundo pueblo al norte; ahí el Rey tiene una propiedad, se quedarán en esa casa a pasar la noche. Al día siguiente a medio día ya estarían en el pueblo de Luterd del Norte. Esta cerca de la frontera y dentro del territorio del Márquez… Forsten…
6: 00 pm. El cielo veraniego se pintaba de los colores del atardecer, las farolas comenzaban a iluminarse en ese pueblo dentro de Maita, territorio bajo el poderío del ducado Brown. Un hombre alto vestido con una capa oscura bajó de un caballo marrón frente al enorme portón. El hombre se quitó su capa, mostrando su fina vestimenta de color verde musgo. — ¿Lo puedo ayudar en algo señor? — Preguntó el portero apenas vió a ese personaje del otro lado del portón. — Sí. Una simple respuesta de ese hombre, él sacó del bolsillo de su abrigo largo, una placa mostrando la misma al guardián. Cuando el portero la vió, de un inmediato sacó sus llaves abriendo el portón. CLANK~ Una vez la puerta fue abierta, el hombre ingresó junto a su caballo, el cual dejó al cuidado de uno de los hombres que le recibieron en el exterior de la mansión. •••••
— No será así, lo sabe bien Barón Jones, esa niña parecía estar perdidamente enamorada de usted en la fiesta de compromiso. — Comentó él duque Brown sobre Abigail Haltón. — Usted mismo lo ha dicho, es solo una niña, ella cree que tiene su futuro asegurado con el barón que es "la mano derecha del Rey" pero no es así. Si Lance viera que no me interesa y la trato mal, la vida de ella correrá peligro, por qué a sus ojos, ella será inservible para él vengarse de mí. El duque reaccionó sorprendido, para después llevar sus dedos enguantados a su barba en señal pensativa. — Lance… — Continúo hablando el Barón Jones. — Él quiere que yo trate bien a Abigail, que sufra mientras la trato bien, teniendo a Virginia enfrente… Eso es lo que él quiere, la pobre señorita Haltón es solo una herramienta que va a ser desechada cruelmente si él ve que no me importa. — ¿Pero no cree que haciendo eso solo baila en la palma de la mano del Rey
"El Barón Jones me sacó de la prisión donde me tenían por supuestamente ser la que envenenó al príncipe heredero…" "Él traicionó a su Reino y a su Rey quien era a su vez el mejor amigo… Él cabalgó conmigo siendo mi escolta hasta Gorian, arriesgado su vida" "Ese hombre tan bueno conmigo… ¿Me usaría para una venganza?""¿Por qué se ofrecería a ayudarme a recuperar Gorian si ese fuera el caso?" "A mostrarme como ganar el favor del Rey Lance para sobrevivir lo más que pueda…" Virginia podía entender por qué ahora la soldado Tiana veía de mala manera al barón. Él había traicionado Maita y ella era una guerrera de dicho Reino. — Entiendo, gracias por hacerme saber tu opinión, Tiana. — Agradeció Virginia mostrando una sonrisa falsa. "No puedo decirle… Que yo… Aún tengo sentimientos indebidos por el señor Jones…" Pensó Virginia cabizbaja.
••••••••••>>> Escuché que el Rey saldría rumbo a Luterd. Uno de los pueblos fronterizos del norte bajo la administración del Márquez Forsten. Esta carta, debería serte entregada previo a Luterd en la casa Real. Me enteré que hay un conflicto político por la administración que el Márquez esta teniendo en ese sector.El Rey Lance probablemente va a apaciguar las quejas de los representantes del pueblo y ayudar a Sebastián que es después de todo, su amigo. ¿Por qué te cuento esto? Estoy preocupado por ti, sé que Lance no te querrá cerca y mucho menos que te involucres en asuntos de su preciado Reino. Respecto a lo que te dije la última vez, no tienes que agobiarte con una elección, aún si decides continuar sin ningún derramamiento de sangre, ya encontraré una solución para ayudarte con ello. Si Lance se mantiene lejos de ti, no confíes en nadie más que la sold
Una hora más tarde. "¡Maldición! ¡El desgraciado de Lance! ¡¿Cómo se le ocurre quitarle el título de heredero a MÍ sobrino?!""¡Tiene que ser por esa desgraciada extranjera! Sí… Debe ser por ella" Pensaba frustrado el Márquez Sebastián Forsten. "¿A caso piensa darle el honor a alguien tan inservible de tener un hijo que herede?""No. Él no llegaría a esos extremos, dijo que sabe por qué hace todo, pero creo que mi ex cuñado a perdido la razón" "Sí, se ha vuelto un loco por completo" Tras esos últimos pensamientos, Sebastián caminaba solo por un pasillo al aire libre en su mansión de Luterd. Fue entonces cuando notó que Virginia daba una caminata junto a su guarda espaldas, Tiana. "La soldado Tiana… No se cómo puede rebajarse a proteger a esa basura" Pensó Sebastián acercándose a Virginia con malas intenciones. Tiana a
5: 40 pm. Un nuevo atardecer veraniego pintaba el cielo en el pueblo de Luterd. El Rey de Maita tomaba un poco de vino mientras veía el escenario desde su balcón. Su secretario, quien había estado informándole de todos los temas a tratar en la cena de esa noche con los representantes del pueblo y el Márquez Forsten, finalmente se retiró. — Su majestad. — Le llamó un informante que recién ingresaba. — ¿Mmm? — El Rey no hizo más que un gesto mientras su mirada seguía fija en ese atardecer y el calmado paisaje, no se movía ni una sola hoja de los árboles. — El Márquez Forsten estuvo hablando con la Reina hace aproximadamente una hora. No se sabe que le dijo o para qué, la charla fue rápida, pero la Reina parecía afectada. El Rey hizo un gesto con su mano para que el informante se fuera. ¿Que le importaba a ese tirano si Virginia era amenazada por el Márquez?