Parte 3...Además, no sé por qué me importa eso. Cuando alguien dice algo así, algunos incluso piensan que es malo. Se acostumbraron a vivir así, por desgracia.Y sólo estoy aquí porque mi madre se inventó esta historia de presentarme a Cristina, como si fuera a enamorarme de su aura virginal y pedirle matrimonio diez minutos después.Lo que hizo fue despertar mi lado atrevido al que le gustan los buenos retos. Ahora estoy más que curioso sobre lo que puedo obtener de ella.Pongo la compra en la cinta transportadora para que la cajera la registre. No fue gran cosa. En casa y en casa de mamá son los empleados los que hacen la compra. Si queremos algo sólo tenemos que mandarlo a buscar.Cosas básicas de higiene, pan, leche, chocolate en polvo, un juego de toallas pequeñas y algunas cosas de cocina que ni siquiera sabía qué eran, pero que si las compraba, servirían para algo.Ni siquiera era caro. Me imagino que lo hace mucho cuando viene a visitar a su amiga. Si la hace feliz, creo que
Parte 4...- Dios mío", sonrió, juntando las manos, "ha pasado mucho tiempo. Te vi por última vez cuando aún no tenías quince años.Le tendí la mano, sonriendo, aunque no sabía si podía ver bien. No la recordaba.Me cogió la mano y la sujetó con fuerza y subió por mi brazo, tocando mi cara, siempre sonriendo. De cerca se podía ver que su visión debía estar muy comprometida. Me dio pena.- Voy a limpiar la compra", dijo Cristina.- Así está bien, hija -mi madre cogió el brazo de su amiga-, tu madre y yo vamos a ir al salón a hablar un poco.Me dejaron a solas con Cristina, que evitó mirarme. Me apoyé en la pared y me crucé de brazos, observando lo que hacía.Se concentró en limpiar cada caja y lata con alcohol y separarlas en el banco de trabajo. Llevaba unos vaqueros cortos que se ajustaban a su culo, dejándome ver un poco de la popa que me tentaba.Sus piernas eran torneadas y tenía carne. Era una falsa flaca. Con su uniforme parecía mucho más delgada. Sonreí pensando en un montón de
Parte 5...Respiro con fuerza y sostengo su cara entre mis manos y aumento el beso, pidiéndole más, que lo devuelve y esto me hace sentir como si estuviera en una montaña rusa, pero siempre subiendo.Sin darme cuenta, suelto un suspiro contra su boca y siento su mano en mi pierna. Su tacto me calienta la piel y me hace desear que sus manos recorran todo mi cuerpo.Incluso puedo creer que es inexperta, dada su forma de actuar ante mí, pero sé que eso no significa santidad y mi curiosidad y atrevimiento aumentan.Aproveché el momento receptivo y bajé una mano hasta su cintura y la apreté, tirando de ella encima de mí definitivamente, colocándola en mi regazo y continuando el beso. Mordisqueé su labio y bajé mi mano a su culo, apretando, pero ese fue mi error.Se apartó, respirando con dificultad y puso sus manos en mis hombros, haciéndome parar.- No, no, no... Basta ya. - Dije en voz baja, temblando.- ¿Qué pasa? - Fruncí el ceño. No quiero parar.- No puedo hacer eso... - Se apartó a
Parte 6...Está bien. Me paso los dedos por el pelo y me alejo del calor, entrando en la cocina. Vuelve a juguetear con los productos que dejó en la encimera. Nuestras madres se acercan, charlando y quejándose de algo a lo que no presté atención.Toda mi atención se centra en sus bien hechas piernas y en lo poco que asoma bajo sus cortos shorts. Tengo que admitir que es muy bonita. Está en casa con un atuendo sencillo, el pelo suelto de cualquier manera y una zapatilla rosa en los pies y aún así se las arregla para ser encantadora y atractiva.Será agradable tenerte en mi cama. Durante un tiempo.- Tina, ¿podrías servirnos un poco de ese jugo que hiciste? - preguntó su madre, sentándose lentamente.- Claro, mamá -se detuvo y fue al armario, sacando vasos y me miró- ¿Quieres tú también? Es naranja.- No, gracias", me crucé de brazos y me apoyé en la pared.Se encogió de hombros y sirvió el zumo para mi madre primero y luego para la suya. Puso el resto de la compra en cada sitio y duran
Parte 1...CristinaHe visto bien el coche en el que venían. Este fue más discreto y espero que cuando venga a recogerme más tarde, no venga con otro que llame la atención. Prefiero irme en paz, sin que los vecinos vean mi vida y cotilleen después.Sentí que mi estómago se tensaba y tiraba. Estoy nervioso. No debería haber aceptado la invitación a salir, pero lo hice, ahora se acabó. Me muerdo el dedo, empezando a morderme la uña. Mierda.Tal vez debería llamarlo. Pero no tengo el número. Puedo preguntarle a Pauline. Giro la boca de un lado a otro. Pero si le pido su número, sabrá que estoy interesado.¿Lo soy?Por supuesto que sí. De lo contrario, no habría devuelto el beso ni aceptado la invitación. Empiezo a ponerme más nervioso por la posibilidad de salir con él más adelante. ¿Y las citas?No me gusta eso, sentirme inseguro. Lo quiero y no lo quiero al mismo tiempo. Odio sentirme así y es su culpa. Norton es mayor que yo, y puede tener a quien quiera. ¿Por qué se ha metido conmigo
Parte 2...Aproveché los zapatos que me regaló Pauline y me los puse de nuevo. Creo que ha encajado bien. Mi problema es la bolsa. No tengo ninguno que haga juego con el vestido. Cuando me lo puse, pedí prestado un pequeño bolso a la vecina de arriba. Ahora va así, sin bolso. Mis cosas están en la bolsa normal que uso para ir al trabajo, pero la dejaré en el coche con la bolsa grande.Me perfumé, me maquillé ligeramente, porque ni siquiera sé cómo maquillarme bien con estos looks de noche y de fiesta. Siempre uso lo mismo. El lápiz de labios rosa claro hacía juego con el tono del vestido.Bajé los hombros y suspiré, echando una última mirada. Creo que está bien. Si no le gusta, es su problema. Haré lo que pueda.— Adiós, mamá", abrí la puerta.— Ve con Dios, querida.Ella no dijo nada, pero por supuesto sabe que soy así para salir con Norton. Bajo los escalones con todo el cuidado del mundo. Sólo falta que me resbale y me ponga ahí abajo.Va a ser el comentario de la semana o quizás d
Parte 3...Sacó la silla para que me sentara y se sentó a mi lado. La chica salió y dijo que nuestro camarero estaba llegando. Él le dio las gracias y ella se marchó con una sonrisa cortés.Nunca he estado en un lugar como este. Sé cómo comportarme y puedo comer bien, siempre que no pida algún plato raro con el que tenga que hacer malabares para comer.El camarero llegó, nos dio las buenas noches y nos entregó los menús. Ni siquiera conozco la mayoría de los nombres, pero me fijé en los precios. Lo sé, es una tontería, soy un invitado, pero es la fuerza de la costumbre.Pidió las bebidas, pero para mí recordó que voy a trabajar en un hospital y pidió una bebida sin alcohol. También le dejé elegir la comida. Seguro que tiene buen gusto.El restaurante es italiano y su padre era italiano, así que debe conocer bien los platos. Además, estoy tratando de contener mi ansiedad por lo que está por venir.— ¿Por qué no hay más gente aquí?— Esta zona está reservada. Te llamé y te pedí que lo r
Parte 4...Terminé el postre casi como un robot porque mi cuerpo funcionaba por sí solo mientras mi mente seguía perdida. La música de fondo cambió, pero seguía siendo romántica. Empezamos a hablar de lo que nos gusta y lo que no, incluso me reí con algunas cosas que me contó de sus hermanos y de él cuando eran adolescentes y que ponían los pelos de punta a sus padres.Poco a poco me fui relajando a su lado. Me estaba gustando la forma en que me hablaba e incluso parecía que nos conocíamos desde hacía más de unos días.Me cogió de la mano, me puso en pie y nos fuimos a un rincón más oscuro de la zona. Me sujetó por la cintura y empezó a bailar lentamente al ritmo de la música que sonaba y yo le seguí.Ni siquiera me di cuenta cuando apoyé mi cabeza en su hombro. Era tan bueno que no quería pensar, sólo disfrutar. El diablillo al que comparaba con Simone estaba en mi hombro, soplándome al oído para que disfrutara de la noche antes de que se acabara.********** **********Lo siguiente q