Parte 1...

Norton

Mi madre no se ve bien, pero no me voy a obsesionar con eso. Si cree que me va a hacer sentir remordimiento por disfrutar un fin de semana con Cristina, olvídalo.

Demonios, ha pasado una semana y todavía no me ha hablado. ¿Hasta cuando? Que infantil. Entonces quéjate de mí.

Casi no paro en casa estos días para no volver a discutir. Ya sé lo que va a decir. Me llamarás cabrón y un montón de cosas y luego dirás que hice mal y que soy una decepción.

Y mira, es mi madre. Pensé que debería estar a mi lado, pero ella prefiere estar al lado del otro allí. Como si hubiera destruido su vida. Cuanta exageración.

Vale, podría haberme deshecho de la chica y dejarla vivir su vida como siempre, pero no puedo resistirme a un desafío y mi madre lo empezó. La idea de traer a Cristina aquí y luego echarme en cara que yo era virgen fue lo que me instigó.

Mi instinto depredador se activó. Tenía que demostrar que era una exageración, aunque al final no lo fue. Ella realmente era virgen.