―¡Esposa! ―Eir corrió y abrazó con fuerza a su mejor amiga, reina y madrastra. ―Por el amor de los Dioses, ¡Mi hermana será realmente pequeña! ―Carcajeó por el gesto de su padre, Jessi si bien tiene un vientre abultado, no es tan grande. ―Te ves demasiado hermosa. ―A Dios gracias que no fue enorme, ¿Entonces como iría a la guerra? ―Deberías quedarte ya tranquila. ―Dark la regañó. ―Hoy debería ir yo solo con los soldados a vigilar. ―Jessi rodó los ojos. ―Al parecer volver a ser padre le ha dado duro, o tal vez sea lo viejo. ―Cosmo se partió de la risa poniendo de peor humor a su amigo. ―Ella tiene razón. ―La apoyó. ―Te ves realmente ridículo, amigo. ―Negó todavía muerto de la risa. ―¡Tienes a una guerrera como esposa! ―Alzó las manos para que se diera cuenta. ―¿En todo el embarazo, cuantas veces te dejó luchar solo? ―Dark maldij0, tiene razón, su pequeña siempre peleó a su lado. ―Vale, pero igual me asusto. ―Tiró de su mujer. ―Nuestra hija es un milagro, una bendición de nuestra Di
―Dark se va a morir. ―Susurró. ―Él quería estar para cuando llegara el día. ―Se preocupó. ―Oh, cariño, créeme. ―Kora alzó las cejas. ―Puedes ser humana o criatura y siempre es lo mismo, esa bebé te dará una paliza antes de nacer y estoy segura de que Dark llegará antes de que eso pase. ―Llamando a una de las niñeras le confió a su nieta para llevar a Jessi a la habitación donde daría a luz. Dark y los chicos fueron invitados a una celebración, gracias a ellos los salvajes no destrozaron la aldea y pudieron salvar a las chicas que habían raptado. Ellos no se negaron, estar sin sus mujeres celándolos era algo de lo que disfrutaban, aunque sus cabezas no dejaban de dar vueltas, ni uno ni otro podía dejar de desear estar con ellas. ―¿Qué te pasa? ―Cosmo enarcó una ceja. ―Te veo muy pensativo. ―Ella no ha ido al mundo humano desde que se embarazó. ―Los miró. ―Kora está ahí, al igual que mi hija… no estamos junto a ellas. ―Todos fruncieron el ceño. ―Estoy seguro de que esa pequeña se esc
―Tal y como lo pensé. ―La hechicera sonrió. ―Esa niña tiene parte del poder de la Diosa Luna… ―¡Aaahhh! ―El último pujido de Jessi sacó por completo a la niña. ―Dios mío. ―Se puso en pie mientras Dark la abraza para que no caiga. ―Dame a mi hija. ―Exigió estirando los brazos. —Qué hermosa eres. ―Sonrió mirando a su preciosa bebé. ―Mírala, cielo… es tan perfecta. ―La niña quien abrió los ojos, mostró unos ojos verdes hermosos. ―Lo hiciste. ―Dark acarició la mejilla sucia de su bebé. ―Me has dado otra hija. ―Cualquiera pensaría que estaría decepcionado al tener otra niña, pero Dark estaba que no cabía de la emoción. ―Tengo a las hijas más hermosas del mundo. ―Eir sonrió, ella está realmente feliz por su padre. ―¿Apolo? ―Vidar le palmeó el hombro, parece que el pobre quedó traumatizado, pero rápidamente todos se dieron cuenta de lo que estaba pasando. Apolo quedó enganchado a la mirada de esa pequeña criatura, su corazón se detuvo para después latir al mismo ritmo que el de ella, su i
Hija menor de Dark Ottum, el rey lycan del mundo sobrenatural, una hibrido de vampiro y lycan, elegida de la Diosa luna y mimada de la manada. Luna Ottum es la princesa menor de la manada Luna Creciente, la más vivaz, desobediente y altanera. Se supone que tiene a su destinado, pero él no ha venido a reclamarla, para ella ya perdió su oportunidad y lo único que desea es ser una guerrera capaz de ganar guerras, unir reinos y plantar la paz en el mundo sobrenatural. Pero claro, sus padres la ven como si aún fuera una niña indefensa y le prohíben rotundamente ir más allá de los límites, ella no puede ni siquiera cazar a un solo salvaje porque todos temen a que le hagan daño, pero ella no se detiene, es la mejor cazando y ya a matado a muchos de ellos. ―Estabas fuera. ―Jessi miró a su hija. ―¿Qué te hemos dicho? ¡Es muy peligroso! ―Verle la sangre sobre su cuerpo la enfureció más. ―¿Qué haré contigo? ―Nada, dejarme ser. ―Sugirió. ―Ya he cumplido mis dieciocho años, mamá, ¿Por qué no p
―¡Epa! ―Luna frenó al instante. ―¿Se puede saber para donde va mi pequeña sobrina? ―Verse ante esos dos la hizo mucho más feliz. ―¡Tíos! ―Los abrazó con fuerza. ―¿Cuándo han llegado? ―Vidar jr. quien es el más relajado la alzó por los aires y Radiv la atrapó antes de que tocara el suelo. ―¿Para dónde vas? ―Radiv con su gesto imponente la miró desde su altura. ―Te he hecho una pregunta. ―Deja a la niña en paz. ―Vidar jr. rodó los ojos. ―No te vayas muy lejos, ¿Vale? Hay monstruos por ahí. ―¡No seas así, tío! ―Protestó riendo. ―Kalisy viene conmigo, estaremos bien. ―Miró al más serio de los dos. ―Tío Radiv, deberías sonreír de vez en cuando, ¿No lo crees? A tu destinada le gustará. ―Radiv gruñó y se marchó necesita ver a su chica. ―Yo también me voy, mi nena me espera. ―Vidar Jr. le guiñó el ojo, ambos encontraron a humanas como destinadas y fue lo mejor que les pudo pasar. ―Odi0 cuando esos dos vienen. ―Kalisy gruñó. ―Se creen mis papás, ¿Qué les pasa? ―Luna la tomó de la mano. ―
Apolo al escucharla gruñir aquello, salió del agua sin importar su desnudez, ella ya lo ha aceptado, ella sabe que él le pertenece y ahora no debe de ir con cuidado. Luna parecía tener los pies pegados en el suelo, ¿Acaso ese es el lobo de rango bajo del cual ella se quejaba todo el tiempo? ¿Ese hombre de aspecto imponente es al que su madre se refiere cuando dice que es relajado y divertido? ¿Él, el hombre atractivo y con mirada posesiva frente a ella es su destinado? Su loba enloqueció un poco más por sus pensamientos y esa cercanía, ahora que puede percibir su olor es todo más intenso de lo que se pudo imaginar. Toda ella tiembla de manera incontrolable y los deseos por ser uno con él la domina por completo. ―¡Caraj0s! ―Apolo se llevó la mano a la mejilla realmente sorprendido, le ha dado un guantazo de esos que dejan caer de culo. ―¡¿Por qué has hecho eso, mujer?! ―La miró descolocado por su reacción. ―¡Tardaste! ―Vociferó Luna en un grito para tratar de disimular su nerviosism
―Y todavía hablan al mismo tiempo. ―Les revolvió el cabello. ―Kora de mi vida. ―Abrazó y besó a la mujer. ―Señor. ―Le dio la mano a Cosmo. Luna solo podía quedarse de boca abierta, a primera vista se ve a un hombre serio e imponente, pero ahí está él carcajeando por todo y por nada. ¿Cómo es que su familia lo adora tanto? ¿Es por eso que su padre no se volvió loco al saber que ella sería reclamada, solo por qué se trataba de él? ―Tía. ―Luna intervino. ―¿Quieres ir a ver los preparativos? Me he enterado de que hoy será mi ceremonia. ―Kalisy sonrió, ella es la única que no sabía por qué estaba más preocupada en escapar que en su propia celebración. ―Claro. ―Ambas salieron del lugar abrazadas. ―¿Me perdí de algo? ―Apolo los miró confundido. ―¿No se supone que ella es hermana de Eir y tías de esos tres? ―Eir carcajeó. ―Ven aquí, tonto. ―Lo abrazó con fuerza. ―Ella les dice tíos a ellos porque son más grandes. ―Le explico. ―Dice que se siente extraña que le digan tía siendo ella la más
La luna estaba en lo más alto del cielo, los destinados dentro del círculo tomados de las manos y todos los demás presenciando lo que se venía. Apolo miró a su híbrida a los ojos y ella, totalmente sonrojada, lo miró a él. ―Yo Apolo Duncan. ―Inició él con gesto serio y sin apartar la vista de su destinada. ―Beta de la manada Sol y Luna, te tomo a ti, princesa Luna Ottum de la manada Luna Creciente, como mi pareja, mitad, compañera de vida y luna. ―Luna estaba eufórica, ella gritaba interiormente, jamás pensó que todo se sintiera tan abrumador e intenso, ¿Cómo es que su loba se remueve con solo unas palabras? El peso espiritual realmente es mucho. ―Hoy ante nuestra Diosa y frente a todos estos testigos, te juro lealtad, protección, amor y respeto. ―Finalmente sonrió. ―Prometo aceptarte con toda y tu rebeldía, estaré ahí para ti sin cuestionar nada. ―Luna agrandó la sonrisa. ―Eras, eres y siempre serás lo primordial en mi vida, juró seguir el camino por el que me guíes, seguiré tu luz