Abrir los ojos sin ella al lado era demasiado duro. Por un momento pensó que lavar la ropa de cama y terminar de sacar la ropa que había dejado olvidada era una buena opción, pero desistió porque la presencia de una persona no la hacen sus pertenencias, sino lo que dejan dentro de uno.
Y Alessia había dejado demasiado.
Al sentarse en la cama, no puede evitar emitir un quejido y la respectiva mueca de dolor, Daryl le había dado una buena paliza. Se la merecía, sabía que sí, pero el dolor en el alma es mucho más fuerte que el físico, así que de todas maneras era un poco en vano.
Sale de la cama, recorre la habitación y sale al cuarto contiguo, en donde ella solía practicar. Allí han quedado sus dos violines, el de toda la vida y ese que él le regaló. Cada cosa que era de ella la dejaría intacta, ese sería una especie de santuario par
La llegada a Los Ángeles a Alessia la dejó con la boca abierta.Era muy diferente a Italia, desde la manera en que la gente se acercaba a ella hasta el ambiente. Cuando bajó del avión la trataron casi como una celebridad o alguien importante, un auto esperaba por ella, al igual que un hombre joven de traje impecable de color azul oscuro, corte sofisticado y una sonrisa cordial.Se presentó como su abogado y todo lo que necesitara de él, la ayudó a subir al auto y allí le explicó algunas cosas.«—Si necesita alguien que se haga cargo de la limpieza, la comida u otras cosas, solo debe decírmelo y pondré a su disposición a personal calificado.—Señor Johnson, ¿cómo conoce a Daryl?—No nos conocemos personalmente, pero llegó a mí a través de un amigo. Si no confía en mí, puede decírme
Para Alessia llegar a la casa de su madre es otro mundo, sus hermanas están en casa esperando ansiosas, en cuanto entra a la sala corren para abrazarla y darle ese amor que nunca esperó tener, ni en sus mejores sueños.—Es hermosa —dice Aileen, la más pequeña de trece años.—Pues claro, enana, es hija de madre, todas salimos así de hermosas —le dice Elaine y Alessia se ríe, porque al parecer su hermana tiene el carácter muy similar a ella.—Por favor, no agobien a Alessia —las reprende Jonathan—. Linda, ¿quieres algo de comer, de beber? Por favor, haz de cuenta que has llegado de un viaje muy largo.—Gracias, creo que algo para beber sería bueno —Eloísa, que no se despega de ella, la lleva al sofá y se sienta con ella.—Ahora cuéntanos, ¿estudias, trabajas? ¿Cómo fue que l
La vida a veces puede parecer pasar muy rápido, pero en realidad solo pasa a un ritmo constante, lo que puede acelerarlo es la capacidad de vivir que cada uno pueda tener. En el caso de Alessia, no se quedó allí, siguió avanzando y nada de lo que le ocurrió en el pasado la hizo desistir. Si en algún momento quiso detenerse, su madre y sus hermanas no se lo permitieron, mucho menos Jonathan quien se tomó muy en serio eso de ser su padre. Aunque al inicio le costó aceptarlo, no pudo desechar tanto amor del marido de su madre. «—En esa casa el amor es igual para todas las hijas que salieron del vientre de mi mujer, así que pude que no me llames padre, pero seré uno en toda regla aunque no quieras.» Una declaración como esa dejaba claro que el hombre era sincero en su trato y así lo demuestra cada día. Así es como dos años han pasado desde que se fue de Italia con el corazón roto, dejando atrás la vergüenza y ese gran amor. Ni por asomo volvió a su país d
Tras ese día en que sufrió aquel trágico accidente y luego de morir un poco para volver a la vida, Amaro supo que no sería la misma vida en cuanto abrió los ojos a la realidad cuatro meses después.Su madre estaba a su lado aferrada a su mano, con el rostro demacrado, despeinada, sin maquillaje y con los ojos rojos de tanto llorar suplicándole que regresara, pero sin dejar de besarlo porque al fin había despertado. Desde entonces todo se había puesto más complicado, pero no imposible.Había sufrido una lesión en la pierna, específicamente en el fémur derecho y eso le impediría caminar de inmediato, ya que debió ser sometido a varias operaciones para arreglar la fractura y colocar una placa de titanio.Eso le significó tres meses más en el hospital, hasta que por fin logró irse a casa. Su madre había ordenado absoluta discrec
—«La muchacha llora ante su partida, con aquel hijo en su vientre, pero no le queda más opciones. Aquel amor que le había prometido amor eterno la había herido profundamente al besarse con su exnovia sin importarle si eso le causaba dolor. «—No importa, mi amor, yo seré todo lo que necesites en este mundo para que seas feliz, tal vez alguna vez tu padre sepa de tu existencia, pero dudo que quiera verte como un hijo… porque él simplemente no tiene corazón.» Alessia deja el manuscrito de lado, leerlo en voz alta con la mirada penetrante de su hermanita para saber qué opina la pone nerviosa, así que prefiere parar un poco. —¿Y qué te parece? —Creo que es un poco… no lo sé, ¿cliché? ¿Repetitivo? Es que siento que se ha escrito tanto de este tipo de historias, en esa aplicación que me pasaste hay cientos de esas, ¿en verdad quieres escribir una más? —Oye, en primer lugar, el mundo está hecho de clichés y la gente los ama. En segundo lugar ¿cómo sab
Esta vez para Alessia tocar aquella melodía es doloroso, por lo que no puede evitar llorar mientras lo hace. Pero el torrente de lágrimas se detiene cuando aquella voz varonil y profunda le dice con un toque de seducción. —No recordaba que mi melodía fuera tan triste, señorita Vitale. Poco a poco se gira sin poder creerlo, sus piernas le tiemblan, las manos le sudan, siente mariposas en el estómago y no es gastritis. Sus ojos se encentran con los de Amaro, no sabe qué hacer más que bajar el violín y dejarlo sobre la mesa que tiene a un lado, porque siente que en cualquier momento se desplomará. —Amaro… —El mismo que viste y calza —lo ve acercarse con cuidado y fija su mirada en el bastón. Un impulso que no puede evitar ocurre allí mismo. —¡Por dios, ¿qué te pasó?! —corre hacia él, limpiándose las lágrimas y le acerca una silla para que tome asiento. —Gracias… subir las escaleras no es lo mejor que me pudo pasar, pero no es lo peor del
El primero en abrir los ojos es Amaro, que se encuentra en la misma posición en la que se durmió, rodeando a Alessia con su brazo, ella tiene su mano sobre su pecho, tiene una respiración suave, relajada. No ha cambiado mucho, ahora solo se ve un poquito mayor, pero nada del otro mundo. Con el dorso de la mano le acaricia el rostro, tratando de creerse que está en la vida real y no en un sueño. Ella comienza a removerse poco a poco, esboza una sonrisa y levanta el rostro, momento que Amaro aprovecha para darle un beso suave. —Buenos días, mi amor, ¿cómo dormiste? —Maravillosamente —le responde ella desperezando su cuerpo, hasta que se da cuenta dónde está y con quién—. ¡No te pases, Leone! Intenta salir de la cama, pero Amaro la atrapa dejándola entre su cuerpo y el colchón, en una fracción de segundo la respiración de Alessia se acelera y su cuerpo comienza a responder a la cercanía con aquel hombre que la enloquece. —Déjame ir —le dice trata
El regaño que Eloísa le dio a Alessia fue épico, tanto que Aileen lo grabó para que Elaine no se lo perdiera y aún así no era suficiente.Lo que tanto su madre como Jonathan lograron entender es que Alessia de nuevo había actuado de manera precipitada. Pero tras decirle que por ahora solo se concentrara en su presentación, dejaron de atosigarla con todo lo relacionado a Amaro.Benjamin tuvo que ir hasta la mansión por Alessia esos días para llevarla a su oficina para ensayar, pero los últimos dos días fue en el mismo Concert Hall. Al menos la rabia que sentía la ayudó a olvidar que le tiene miedo al escenario y a las grandes multitudes y Benjamin logró usar eso a su favor.Pero no había plazo que no se cumpliera, así que aquella noche Alessia está parada tras el escenario, respirando para relajarse, mientras Benjamin le da suaves masajes