Günther.Como todos los mediodías fui al restaurante tailandés. Daphne estaba almorzando con Tina en la otra calle. Almorcé, viéndola un rato y me fui, cuando ellas se fueron.Por lo menos la vi de lejos y ella no sabe cuanta falta me hace tenerla en la oficina.«Me estás evitando y eso me está cabreando también.», suspiro resignado ante mis pensamientos.—Siento tanto lo que le hizo mi hija a sus empleadas. Solo le pido que lo piense un poco y no vaya a denunciarla. Hablaré con Leah —he llamado al padre de esa mujer a mi compañía, para tomar cartas en el asunto.—Ella no sabe en el problema que se está metiendo, al agredir a mis empleados. Además, se comporta de manera grotesca frente a ellos —digo, frunciendo el ceño—. No la demandaré porque tengo buenas relaciones contigo, pero un fallo más de su parte y te juro que Leah no verá nuevamente la luz del sol.—Meterse con muchachas de la compañía. ¿En qué está pensando mi hija? —lo miro confundido—. Ella últimamente está fuera de sí, p
Hoy es un día muy frío…Daphne.Hay días en los que solamente quieres pasar el día durmiendo y disfrutar del frío que nos regala ese momento. Esta mañana, con todo el dolor de mi alma, me levanté de la cama. No tenía que ir a trabajar por las vacaciones, pero iba a la compañía a darle salida a unos documentos urgentes, que por más que le expliqué a Tina como hacerlas, ella seguía sin entender el proceso. Hoy siento que no es mi vida, la verdad, es que ni debí salir, pero ya lo había hecho y pues, ya ni modo. Primero, Leah me golpea como si quisiera matarme y segundo, las cosas con mi esposo ausente terminaron.Bueno, aunque las cosas son como él dijo: —No podemos terminar algo que empezó por un contrato—.Menos mal me quería.—Esto es tan divertido. ¿A quién debemos matar? —comenta Tina, mientras vemos unos vestidos en una de las mejores boutiques de la ciudad—. ¿Qué pasó ahora con Günther? No logro imaginarte siendo mala —me ve interesada—. ¿Ya se aman o siguen en el plan de pelea po
Daphne.Fue un poco catastrófico tratar de imprimir y ordenar los documentos que Tina necesitaba. Como la fiesta de la compañía era mañana, la información urgente e importante, debía salir hoy. Los pedidos de comida los verifiqué y acomodé algunas cosas, para que fueran entregadas el día de hoy.—¿Día agotador? La compañía parece una locura —la voz detrás de mi espalda, me hace llevarme la mano al corazón—. Lo siento, no quería asustarte.—El daño ya está hecho—replico.Me da una sonrisa dulce, sus orbes azules me estudian por unos segundos, antes de escucharlo hablar nuevamente con su muy marcado acento ruso.—¿Tienes tiempo libre ahora? —frunzo el ceño—. Me gustaría poder hablar contigo. No te quitaré mucho tiempo. Lo prometo.Había varias personas ahora en la oficina, que nos miraban de manera curiosa. No vi el problema en que habláramos un rato frente a todos, para no llamar más la atención de todos.—Jamás te imaginé trabajando en Alemania. Tus planes eran ser una gran administra
Cada uno tiene una perspectiva diferente de lo que se trata el amor.Todo es válido, hasta que te toca volver a caer en la realidad.Daphne.La vida sentimental de una persona puede ser muy fácil o, puede ser la más difícil de este mundo, que hasta piensas que morirás sola y criando animales. Durante mi relación con Sasha fui tan feliz que sentía que tocaba el cielo. Las peleas no eran comunes entre nosotros porque bastante teníamos con su familia. Él me trataba como si fuera una muñeca de porcelana, me complacía en todo, se preocupaba por mí, me cuidaba, me amaba, era un hombre bastante cariñoso y sus besos eran tan tiernos que sentía mi mundo desaparecer.Con Günther las cosas son diferentes, con él, la mayoría del tiempo siento mucho amor, tal vez… pero hace una estupidez, y ya siento que lo odio profundamente. Claro está, se preocupa por mí, me cuida, no es cariñoso, pero resulta tierno, es tranquilo, muy atento, un terco que me descontrola la mayor parte del tiempo.Pero cuando m
Fiesta de navidad.Daphne.Desde que tengo uso de razón he asistido a miles de eventos que han hecho en Alemania. Siempre asistí como la secretaria del mejor arquitecto del país. Nunca había asistido a otro evento importante, sin ningún calificativo. Hoy es la primera vez que estoy en un evento sin nada de eso. Hoy solo soy Daphne, una empleada más. Aunque sé que soy asistente y la esposa del hombre más influyente de Europa, eso no parece hoy.Nunca me había sentido tan libre y tengo miedo de que tanta perfección en mi vida, se arruine.Uno de mis compañeros me ofrece su brazo para seguir caminando al salón de fiesta. Me presentan algunos amigos y compañeros de trabajo, después nos fuimos a la mesa de la comida.—Un minuto más y me muero de hambre —se queja el chico, comiendo algunos chocolates, me alejo un poco para ver el salón de fiesta.—Se te nota feliz y me encanta verte así —la voz de Albert, llama mi atención.—Estoy feliz aquí. Nunca me había sentido tan bien como hoy —me da
Daphne.Aunque no sé por qué Leah tenía que venir aquí y por esa razón, no esperaba encontrarla y mucho menos que pidiera hablar conmigo. Bajo la mirada vigilante de mi esposo ausente, tomé asiento con ella en una mesa que estaba cerca del mini escenario que había en el salón.—No tengo toda la noche para ti, así que apúrate en hablar que lo menos que quiero es estar contigo —cruzo mis piernas y le doy una mirada fría a Leah.—No tienes por qué hablarme así. Mira como te pones, solo por tener un poco de poder —la miro incrédula—. Pero en fin, estoy aquí porque quiero arreglar las cosas contigo, me debes una disculpa y lo sabes.La miro con incredulidad, por lo que acababa de decir.—¿Estás hablando en serio? —asiente con soberbia—. Tú debes tener problemas y de eso no tengo ningún tipo de dudas. ¿Exactamente porque debo hacer lo que dices? —pregunto indignada.—Porque pusiste en mi contra al hombre que amo —me ve sin expresión—. Apoyaste a Ivan también, para que se alejara de mí y dec
Visitando el país del Nunca Jamás.Daphne.Recibir la invitación no hizo más que darme cuenta de que mi vida sin un título universitario terminaría. No sé si obtendré un ascenso después de recibirlo, pero no perderé la esperanza, supongo que eso es lo último que se pierde. Busqué en Google cómo va la situación después de graduarse y pues, nada. Deben darte un ascenso después de registrar el título universitario o mínimo, un aumento de sueldo.Ahora no, estoy asustada por Leah. Quiero un aumento de sueldo.Estoy nerviosa por sacar a la luz mi relación con mi jefe.Sí, tengo muchas emociones encontradas.Mi familia no sé si vendrá a la graduación, ya que no se pusieron en contacto conmigo, pero también sería la primera vez que ven a mi esposo ausente, que ahora está presente. Estoy en la cuenta regresiva, pero no sé cómo decirle las cosas a todos. No quería que nadie se enterara de mi vida personal, pero supongo que él se está adelantando a cualquier cosa que Leah se esté inventando h
Y estoy feliz de que mi primera vez sea con él.El país del Nunca Jamás, es hermoso.Daphne.Al principio veo dudas en Günther. Sabía que él tenía miedo al igual que yo. Me tocaba y acariciaba como si fuera una muñeca de porcelana. Me acerco a él, tomando su cara y besando sus deliciosos labios. Abro mi boca intentando atrapar la suya. Parpadea varias veces saliendo de sus pensamientos. Detiene el beso, viéndome con intensidad, su cálida lengua roza mis labios haciéndome abrirla de a poco. Sonríe pícaro y atrapa mi labio inferior, chupándolo, abro más mi boca, dándole paso a su lengua para que se encuentre con la mía. Me besa con profundidad acercándome a su cuerpo.Se detiene con dificultad, para verme nuevamente preocupado.—¿Estás segura? —pregunta, casi en un susurro.Sí, estaba demasiado segura. Quería que fuera él. No me veía estando con alguien más, que no fuese Günther.—¿Tienes miedo? —respondo con una pregunta.Me toma por las mejillas volviendo a besarme con desespero. Baja