Daphne.Aunque no sé por qué Leah tenía que venir aquí y por esa razón, no esperaba encontrarla y mucho menos que pidiera hablar conmigo. Bajo la mirada vigilante de mi esposo ausente, tomé asiento con ella en una mesa que estaba cerca del mini escenario que había en el salón.—No tengo toda la noche para ti, así que apúrate en hablar que lo menos que quiero es estar contigo —cruzo mis piernas y le doy una mirada fría a Leah.—No tienes por qué hablarme así. Mira como te pones, solo por tener un poco de poder —la miro incrédula—. Pero en fin, estoy aquí porque quiero arreglar las cosas contigo, me debes una disculpa y lo sabes.La miro con incredulidad, por lo que acababa de decir.—¿Estás hablando en serio? —asiente con soberbia—. Tú debes tener problemas y de eso no tengo ningún tipo de dudas. ¿Exactamente porque debo hacer lo que dices? —pregunto indignada.—Porque pusiste en mi contra al hombre que amo —me ve sin expresión—. Apoyaste a Ivan también, para que se alejara de mí y dec
Visitando el país del Nunca Jamás.Daphne.Recibir la invitación no hizo más que darme cuenta de que mi vida sin un título universitario terminaría. No sé si obtendré un ascenso después de recibirlo, pero no perderé la esperanza, supongo que eso es lo último que se pierde. Busqué en Google cómo va la situación después de graduarse y pues, nada. Deben darte un ascenso después de registrar el título universitario o mínimo, un aumento de sueldo.Ahora no, estoy asustada por Leah. Quiero un aumento de sueldo.Estoy nerviosa por sacar a la luz mi relación con mi jefe.Sí, tengo muchas emociones encontradas.Mi familia no sé si vendrá a la graduación, ya que no se pusieron en contacto conmigo, pero también sería la primera vez que ven a mi esposo ausente, que ahora está presente. Estoy en la cuenta regresiva, pero no sé cómo decirle las cosas a todos. No quería que nadie se enterara de mi vida personal, pero supongo que él se está adelantando a cualquier cosa que Leah se esté inventando h
Y estoy feliz de que mi primera vez sea con él.El país del Nunca Jamás, es hermoso.Daphne.Al principio veo dudas en Günther. Sabía que él tenía miedo al igual que yo. Me tocaba y acariciaba como si fuera una muñeca de porcelana. Me acerco a él, tomando su cara y besando sus deliciosos labios. Abro mi boca intentando atrapar la suya. Parpadea varias veces saliendo de sus pensamientos. Detiene el beso, viéndome con intensidad, su cálida lengua roza mis labios haciéndome abrirla de a poco. Sonríe pícaro y atrapa mi labio inferior, chupándolo, abro más mi boca, dándole paso a su lengua para que se encuentre con la mía. Me besa con profundidad acercándome a su cuerpo.Se detiene con dificultad, para verme nuevamente preocupado.—¿Estás segura? —pregunta, casi en un susurro.Sí, estaba demasiado segura. Quería que fuera él. No me veía estando con alguien más, que no fuese Günther.—¿Tienes miedo? —respondo con una pregunta.Me toma por las mejillas volviendo a besarme con desespero. Baja
Daphne.Cuando por fin me había armado de valor para hablar algunas cosas con Günther, pues, tocaron la puerta y tuvimos que regresarnos a la ciudad nuevamente. Ivan y él debían encontrarse con algunas personas importantes. Al parecer venían dos princesas que eran amigas de los dos, entonces, tendrían una comida con ellas y los encargados de la seguridad. Quisiera poder decirle que me encuentro nerviosa por la situación con Leah, pero no sé ni por dónde empezar con eso.Solo quisiera que las cosas vayan mejor y que esa mujer no vaya a cometer una locura, por el odio que me tiene.—¿Hasta cuándo vas a estar así, Daphne? —pregunta Tina, con preocupación—. Günther está a cargo de todo, no es como si van a ver a cualquier persona. Son princesas y aunque no lo creas, eso trae buenas vistas e ingresos para la empresa.—No me preocupa en lo absoluto, ver que comparta con otras personas, Tina —estamos en la oficina de juntas, arreglando la mesa para la reunión de hoy—. Sé qué las personas que
Daphne.Y como si la vida me odiara, tengo que seguir esperando. La ginecóloga me explicó que no podía saber si estaba embarazada o no, ya que había transcurrido poco tiempo. Tampoco me pude poner un anticonceptivo por sospechas de embarazo.Hablé con Günther sobre la graduación y le dije que debía ausentarme por unos días del trabajo, por mis responsabilidades con la universidad. Ahora estoy de permiso por esa misma razón. Con tanto tiempo libre no sé cuántas veces he limpiado la casa y para ser honesta, me gusta. Me distrae muchísimo de lo que pasa en mi mundo, con la música alta limpiar me hace sentir en las nubes.—Es que yo tengo a la mujer más bella del universo —susurra Günther en mi oído, abrazándome por la espalda.Me alejo aterrada, llevándome la mano al corazón.—Casi me matas, Dios mío… —tomo el celular y le pongo pausa a la canción.Mirror deberá seguir esperando.—Estabas tan inspirada limpiando y bailando, que no quería interrumpirte, pero igual lo hice —se acerca y me
En algún lugar abandonado.Berlín-Alemania.Porque su respiro, me está dejando mal.Todo está revuelto en el palacio desde que el ruso de mierda, le envió una amenaza a Leah. Quisiera poder tenerlo enfrente para decirle sus verdades en la cara. Si supera lo peligrosa que es esa mujer, se le quitaría lo rudo.Iluso.Piensa que, por mostrarle los estados de cuenta y la malversación de fondos que tiene con la empresa de su padre, la va a someter. El último que intentó amenazarla terminó con una bala en el pecho y su cuerpo en un barranco despedazado por una explosión. Si las cosas tan solo las dejara fluir, él no tendría por qué seguir siendo así y haberse metido. Si Daphne no le hubiese robado su amor. Si el estúpido que está con ella, no fuera querido tanto a esa mujer de manera tan ciega, todo sería diferente. Soy primo de Leah y la verdad es que la ayudo por lástima. Tiene un amor unilateral y ha hecho cosas muy malas, pero debería tener más cuidado ahora.Desde que supe que Leah ase
GüntherTenía muchos sentimientos encontrados. Primero, no esperaba que la mujer que yo quería y siempre tenía una sonrisa, tuviera tantas inseguridades. Segundo, no esperaba que le tuviera tanto miedo a Leah y tercero, aunque lo deseara, no lo esperaba. Que la mujer que amas te diga que puede que seas padre no tiene comparación alguna.Me siento inmensamente feliz y el hombre más afortunado de la tierra. Fui premiado con ser padre de nuevo.—Aunque no está confirmado, todavía puede que tengas un hermanito —le cuento a la lápida de mi bebé—. Serás quién le toqué el título de mayor —pongo unas flores de colores olorosas en un jarrón—. Encárgate de cuidarla mientras es una angelita y cuando llegue a la tierra, me encargo yo.Me levanto de la grama y siento mi corazón partirse. Siempre me pasa esto cuando me toca marcharme de aquí.—Como desearía que estuvieses aquí —suspiro y veo al cielo—. Te amo, espero que cuides de nosotros.Empecé a salir del cementerio. Pasaría a buscar a Daph en
Un respiro, eso es lo que busco.Berlín-Alemania.Dos días para la graduación.Despedirme del hombre que amo fue lo más duro que me pudo pasar. Sé que puede ser que estoy exagerando, tengo miedo de Leah. Ella había sido tan mala conmigo sin razones y su amenaza, me hizo sentir vulnerable. Una última noche de amor le pedí. Ambos nos entregamos en cuerpo y alma. Fue perfecta, pero a la vez muy triste. Esa sería nuestra última vez juntos y sin problemas. Eso es lo que me hacía sentir esta separación. Si tan solo no existiera ese contrato, las cosas no temblarían para nuestra reputación. Sería una vergüenza y pérdida total para la compañía.Günther, ese hombre, perdería todo por lo que un día luchó.—¿Estás segura de lo que vas a hacer? —pregunta Sasha mientras tomamos café—. Vi a alguien mientras fui a saludar a tus enemigos. ¿Quieres saber quién es?—Estoy muy segura. Solamente tú sabes lo que voy a hacer —me da una mirada de reproche—. No puedo arriesgarme a que él pierda todo, Sasha.