CAPITULO 67Finalmente Imery Klou decidió alejarse de Darién Dorrerbell con temor a hacer algo que vaya a incomodar o enojar a ese Rey. — ¿Quieres salir a caminar un rato? —Preguntó Darién quién evitaba verla directamente a los ojos con una expresión nerviosa. — ¿Prefieres quedarte a descansar aquí y tomar una pequeña siesta? Imery estaba de pie en la habitación del castillo Perla del Reino de Esrud, donde se quedaría con su esposo esos tres días. Pero lo cierto es que aunque era una preciosa habitación y la cama era bastante cómoda, ella no quería estar ahí, no en ese momento y no con su esposo Darién, Imery tenía los nervios de punta, su corazón latía aceleradamente y no quería actuar indebidamente y sabía que si estaban los dos juntos en la cama no sería capaz de controlarse más. "Espero sentirme más calmada para esta noche… Yo no sé si sea capaz de soportar tanto… ¡Maldición! ¡Apenas llegamos aquí y yo no dejo de pensar en querer pasar más tiempo con él y en besarle! Debería e
CAPITULO 68Cuando la bella sexta esposa llegó hasta el enorme estanque lo miro detenidamente, el agua aparecía ser bastante limpia aunque el fondo del mismo no se viera, el tenía un color verdoso, sin embargo, a esas horas de la tarde el agua reflejaba el cielo pintándose de hermosos tonos naranjas y rojizos. — ¡Es precioso! Me encanta este lugar… Entiendo por qué a ti también de niño, es bastante extenso y seguro tenías muchas cosas por explorar. ¿Alguna vez pudiste traer a Ginelly aquí? Ya que este no es terreno principal de realeza. — Mi padre la odiaba… No había forma que me permitiera traerla conmigo a un lugar suyo y que a él le gusta tanto. — Oh… No debí preguntar, que mal que Jonathan haya sido contigo… — Imery guardo silencio observando al hermoso y joven Rey que la acompañaba, el cual se había sentado en una de las bancas cercanas al estanque y posaba extendiendo a uno de sus brazos en el apoyo de dicha banca, mientras su mirada de un azul profundo parecía perderse en e
CAPITULO 69>> ¿No puedo tomarlo? ¿Realmente no puedo hacerlo? De todas formas no será mío… De todas formas debo devolverlo… ¿Si lo tengo solo un poco? Si es… Solo un poco ¿Afectará mucho? Yo… ¿Que debería hacer? <
CAPITULO 70Eran las seis en punto en el Reino de Esrud y Darién e Imery estaban en su habitación preparándose para la cena, cuando llamaron a la puerta; cuando Imery abrió, vió que era el mayordomo del Rey retirado Jonathan junto a una elegante mujer con un bello atuendo de dos piezas color dorado brillante, la mujer de cabello rubio mostaza ingresó a la habitación sin siquiera ser invitada y llamó a varias sirvientas que venían con ella y traían algunas elegantes cajas largas y delgadas se color negro con el emblema de los Dorrerbell. — Su majestad el Rey retirado Jonathan Dorrerbell, me ha enviado a entregar estos obsequios y asegurarme que sean debidamente utilizados para la fiesta de está noche. — ¡¿QUE?! — Dijo Imery exaltada — ¿Fiesta está noche? Pero… ¿Por qué? No sabía nada al respecto. ¿Tu sí? — Preguntó ella dirigiéndose a Darién quien la veía igual de confundido. — No lo se, no me dijo nada. — Respondió Darién abriendo las cajas enviadas para ver qué en todas ellas ve
CAPITULO 71— No bailaría contigo… Eso a Darién no le gustará. — Respondió ella preocupada. — Es la forma en la que podemos hablar sin que escuchen por accidente o sin que sospechen al vernos solos. — Respondió Tevyan de inmediato. Imery se sintió incómoda con la voz burlista que le dedicaba ese hombre de ojos azules claros y cabello corto rizado, pero sabía que él tenía razón y tomó su mano dirigiéndose hacía el salón de baile, donde había una gran cantidad de parejas disfrutando de la noche juntos.Cuando ellos se dirigieron al centro del salón varías parejas se les quedaban viendo murmurando entre ellas, por supuesto, la escena no paso desapercibida para Jonathan y su hijo Darién, ambos estaban hablando de la fiesta y Darién se quejaba del porqué organizó algo así sin avisarles primero. Cuando su mirada fue robada de inmediato por la mujer extranjera con la que se había casado, quien iba tomada de la mano del hombre que más odiaba, Tevyan, al centro del salón y comenzaron a bai
CAPITULO 72La elegante mujer caminaba a pasos rápidos dirigiéndose hacía el balcón donde le pareció haber visto a su esposo el joven Rey Darién. Sin embargo, iba tan rápido y concentrada en ver por las paredes de cristal del balcón si aún estaba su marido ahí o no, que no vió hacía sus lados y chocó con una mujer que iba caminando mientras sostenía su copa con vino tinto, la cual accidentalmente regó encima de Imery Klou.— Oh, su majestad. Perdóname, no fue mi intención. — Respondió asustada la mujer de una edad mayor mientras cubría su boca delicadamente con su mano enguantada. — No, está bien… No se preocupe y siga disfrutando de la fiesta. — Respondió Imery con una sonrisa amable fingida. Mientras veía el hermoso vestido que le obsequio el Rey retirado Jonathan manchado y húmedo. Fue hasta que su mirada se posó en la mujer apenada del acto cometido, que vió a dos hombres maduros y elegantes atrás de ella hablando amistosamente. Reconoció a uno de ellos de inmediato. "¡Es
CAPITULO 73Darién guardo silencio por unos instantes mientras apartaba su vista de Imery, la cual lo veía seriamente sin decir nada."No entiendo… Pensé que Imery tenía sentimientos por mí… Yo, yo mismo la escuché y ví diciéndolo a Juri, no parecía que mentía pero le dijo a mi padre que no sentía nada y aunque no pude ver su expresión… Ella sonaba muy segura de sus palabras. ¿Quizá me equivoqué?" Pensó Darién deprimido soltando a Imery y alejándose un poco de ella. Pero Imery se aferró a él en ese precisó momento, lo que causó que Darién se sorprendiera viéndola nuevamente. — ¡El lo sabe! ¡Tu padre sabe lo del contrato! Pensé que ya no tenía caso fingir y tomé la decisión de un rápido cambio de planes, es mejor que el sepa que este es un contrato que cumpliré y me iré de regreso a Chirth, ya que no dejó de decirme lo mucho que odiaba a Nelly, a mi país y a mí por el simple hecho de ser de ese Reino. — Imery decía todo eso bastante rápido y alterada mientras veía fijamente a esos he
CAPITULO 74Con ese último pensamiento de enojó en su mente Imery se abajo de la cama y se dirigió hacía el balcón de la hermosa habitación. El viento frío proviniendo del océano soplaba con fuerza y eran más de las ocho de la noche, el cielo estrellado tras los enormes y altos árboles, era una preciosa vista nocturna. Pero su corazón se sentía tan frío como esa brisa oceánica. Dolía. Le dolía en gran manera haber sido nuevamente rechazada por el hombre del que estaba irremediablemente enamorada. — ¡Eres un idiota Darién! — Gritó Imery a grandes voces en el balcón, sabiendo que el se encontraba dentro del baño y no podía escucharla. "¿Por qué siempre los hombres de los que me enamoró aman a otra? ¡Vaya suerte la que tengo en el amor!" "Siempre las eligen por encima de mi… ¿No soy suficiente? ¿No soy tan atractiva como ellas? Quizá… El hecho de que sea una militar hace que no quieran estar conmigo." Imery no era alguien que tuviera una delicada autoestima, mucho menos de ponerse