Una Esposa Por Contrato Para El Rey Asesino
Una Esposa Por Contrato Para El Rey Asesino
Por: Yosebeth Kaori 💚
Capitulo 01

¡BAM!

El fuerte sonido de los disparos resonaban por todo el castillo.

Bam, Bam…

Uno seguido de otro y otro más.

El castillo del príncipe heredero se volvió un caos.

"¡Alerta máxima!"

"¡El paradero y la seguridad del príncipe es prioridad!"

Daban las órdenes los soldados superiores de seguridad del Reino de "Esrud".

Un Reino de un mundo con tecnología avanzada un poco peculiar.

De inmediato fue alertado el castillo principal del Linaje Dorrerbell. El Rey Jonathan salió alterado exigiendo que trajeran a su hijo de inmediato.

— No se preocupe su majestad, el paradero del príncipe ya fue localizado, estará acá lo más pronto posible.

Comento su mano derecha y consejero principal, el comandante Fierth.

El Rey se sentó en su trono con un rostro de terrible enojo.

Eran la 2:35 de la madrugada.

Mientras eso sucedía con el Rey Jonathan.

En el terreno del castillo del joven príncipe de diecinueve años de edad.

Una horrible noticia esperaba al rubio de ojos azul marino, quien era el príncipe heredero llamado "Darién Dorrerbell De Esrud".

¡La novia oficial había desaparecido!

¡Darién abrió sus ojos de par en par!

El pánico se apoderó de su cuerpo de inmediato provocando que comenzará a temblar…Su amada novia "Ginelly" había desaparecido.

Esa con la cual había mantenido una hermosa y romántica relación de un año y ocho meses y a pesar de toda la oposición por los origines humildes de la chica, aún así Darién insistió hasta que se le acepto en su familia y se le permitió vivir con él; El proceso de aceptación para la boda ya se estaba llevando a cabo.

Darién la había elegido como su compañera por toda la vida.

¡La amaba!

¡La amaba demasiado y quería volverla su única esposa y su futura Reina!

¡Por ella estaba dispuesto a cualquier cosa!

Por ella duro un año entero convenciendo a su padre, el Rey Jonathan en aceptarla.

Por ella daría su propia vida si así lo pidiera.

…..

Ginelly Lorán.

Una mujer con veinte años de edad, de aspecto inocente, cabello rojizo oscuro muy corto hasta el largo de sus hombros, ojos grandes y hermosos de un color dorado amielado, su gran sonrisa con un pequeño lunar al lado izquierdo de su delgado labio inferior.

Esa era la mujer que por accidente Darién conoció en el último año del instituto privado varonil de la capital.

Una mujer hija de una de las Cheff del instituto, "Gini", como le decía su madre de cariño, había ido un día a dejarle algunas cosas olvidadas a ella; Cuando fue acosada por algunos engreídos estudiantes del último año de ese instituto.

Darién no fue el típico príncipe que la ayudaría.

Él odiaba meterse en problemas o llamar mucho la atención, aunque por su título y aspecto físico sus intentos siempre terminaban en vano.

El suceso que lo llevo hasta Gini ocurrió frente a sus ojos, cuando iba caminando hacía la biblioteca, fue en ese momento que Darién sintió atracción por primera vez en toda su vida sin siquiera darse cuenta de ello hasta más tarde.

Vió como Gini se defendió por si misma y logro huir de esos chicos con éxito.

Darién fue el primero en hablar, pues la felicito y ella sin saber que era el príncipe del Reino le trato con normalidad y hablándole informal, tuvieron una amena charla corta.

Ella se había sentido atraída y con un poco de curiosidad por el chico rubio y bastante guapo con quién comenzaba a entablar una amistad.

Ginelly comenzó a ir más a ese instituto con la excusa de ayudar a su madre, la cual era tan respetada en el lugar, que le daban libre acceso a su hija.

Los encuentros entre Ginelly y Darién se hacían más y más frecuentes.

De la atracción que sentían y la amistad que crearon, nació inevitablemente el amor.

Para cuando ella se enteró de la verdadera identidad de Darién, poco le importaría.

¡Ya estaba perdidamente enamorada!

Lo seguiría hasta el fin del mundo si era necesario.

Por eso cuando Darién le propuso mudarse con él y luchar juntos por su aceptación ella ni siquiera lo pensó.

No le importo el difícil camino que tomaría, sabía que si Darién estaba a su lado tomando su mano ella se sentiría capaz de continuar; después de todo Gini no era para nada una mujer que le gustará darse por vencida.

La noche de su desaparición, en medio del caos y ataque al castillo del príncipe heredero.

Darién salió corriendo liberándose de los guardias que le llevaban al terreno dónde se encontraba el castillo principal del Reino y hogar de su padre, el Rey Jonathan.

Los disparos se seguían escuchando dentro del castillo. No sabían cuántos infiltrados eran, ni de que grupo terrorista, oposición o reino enemigo se trataba. Uno de los soldados logró alcanzar a Darién quien corría lo más rápido que podía dejando a muchos atrás. Se le lanzó encima de él deteniendo a la fuerza a ese príncipe sobre el césped con el peso de su cuerpo.

— ¡Sueltame! ¡Maldita sea, sueltame! ¡ES UNA ORDEN! ¡No me toques o serás hombre muerto!

— ¡Lo lamentamos mucho su alteza! Pero tenemos ordenes directas del Rey de llevarlo con nosotros. — Dijo uno de los soldados que se acercaban a él.

— ¡NO! ¡Déjenme ir! ¡Gini está ahí dentro! ¡Debo ir por ella! — Gritaba desesperado y en llanto el príncipe Darién.

Darién luchaba para zafarse del agarré del soldado, lo rasguñaba, golpeaba, él incluso lo mordió varias veces, pero entre más lo hacía, más soldados lo retuvieron y lo llevaron consigo.

— Por favor su alteza, debe entender que por su bienestar debe venir con nosotros. —Dijo en tono pacífico uno de los soldados que le sostenía.

Darién fingió calma y serenidad.

Sabía que era la única forma en que ellos bajarán la guardia y no fueran tan duros con él.

Comenzaron a caminar.

Dos soldados lo retenían de cada extremo de sus brazos y varios más iban detrás de él para capturarle en cualquier momento si decidía volver a intentar huir.

¡BAM! ¡BAM!

Comenzaron a escucharse más disparos, pero conforme más se alejaba Darién de su castillo el sonido era cada vez menor.

¡BOOOM!

El ruidoso y rotundo sonido de una explosión dentro del castillo causó que un sector del mismo de derrumbara. Fue imposible para todos los soldados que se marchaban con el príncipe custodiado como para todos los que comenzaban a llegar para repeler el ataque no voltear sus miradas enfocadas al área de la explosión.

¡Quedaron sorprendidos!

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