“Con pensar que la orgullosa Señorita Dunn del pasado está dispuesta ahora a rogar por piedad en sus rodillas e incluso besar a un sirviente en frente de tanta gente. Dime, ¿qué tan humillado crees que ese viejo señor Joseph Dunn estaría si escuchara sobre esto?” Joseph era el padre de Jane.El cuerpo de Jane se sacudió y se tornó pálida instantáneamente, pero en el siguiente instante, ella recordó algo y replicó con sus pálidos labios, “La familia Dunn no tienen una hija llamada Jane. No soy más que una simple convicta.” Ella miró hacia el hermoso rostro que estaba enfrente de ella. Alguna vez, este era el rostro de sus sueños, pero ahora no quería nada más ni nada menos que darle una enorme paliza.“Sr. Stewart, soy una mera convicta. Un gran hombre como usted no debería tener absolutamente nada conmigo, así que por favor déjeme ir.” Ella obligó su terror hacia él a ocultarse y trató de actuar lo más modesta posible. Todo lo que ella quería era vivir en paz relativamente.¿Qué sig
Había un cajero automático del lado contrario de su pequeña vecindad. Ella puso su tarjeta dentro y cuando vio los números mostrados sobre la pantalla, Jane apretó sus dientes y retiró dos mil dólares.Una vez que tuvo el dinero, llamó al taxi y dijo, “Por favor llévame a…” Sólo fue cuando estaba dentro del carro que se dio cuenta que… ella estaba en apuro de escaparse, pero no tenía a dónde escaparse.“¿A dónde vas?” dijo el taxista impacientemente. “¿A dónde voy…?” Jane estaba desorientada. De repente, se dio cuenta que a pesar de lo enorme que era el mundo, ella no tenía a dónde ir.“¿Vas a algún lado o no?” Si no, sal del carro. Tengo negocios que hacer.” El taxista frunció y le dio una mirada de menosprecio a Jane. Tsk… ¿qué era lo que sucedía con su suerte? Se encontró con mala suerte en su primer viaje desde que salió de la casa.“…Disculpe, no he descifrado a dónde quiero ir,” Jane decía despacio. Aunque el taxista estaba de mal humor y se quejó con ella, ella no discutió
Un segundo después, hubo dos golpes en la ventana del conductor. Jane escuchó una voz como de negocios fuera de la ventana, diciendo: “Por favor, abra la puerta del taxi.”La voz era muy fría y formal, sin ningún rastro de emoción. Aunque usó la palabra'Por favor', era una orden mas no una solicitud... Los subordinados de Sean eran justamente como él en ese sentido.Jane le gritó al taxista: “¡No abras la puerta!” Ella dijo, “Te pagaré...”De repente…¡Smash!Hubo un estruendoso sonido y luego la ventana del lado del pasajero se rompió en pedazos. Esa repentina escalada asustó a Jane hasta los nervios, pero también espantó al taxista en el asiento del conductor.“¡V-v-voy a llamar a los policías! ¡Eso es violar la... ley!”¡Swoosh! Justo en ese momento, una pila de billetes nuevos cayó sobre el taxista. Tenía que haber alrededor de diez mil según estimaciones solamente. Afuera de la ventana del auto, un guardaespaldas con un corte de pelo y un traje negro preguntó con rigidez,
Para ese entonces, incluso ella le decía con seriedad: “Sean, eres demasiado influencial y poderoso. Tienes demasiados enemigos, por lo tanto, no deberías tener ninguna debilidad. En primer lugar, tu mujer no puede ser tu debilidad. Rosaline es demasiado débil, así que ella no puede ser. ¡Pero seré perfecta para ti!”Cada vez, él la largaba, diciendo: “¡¿Cómo pudiste ser tan despreciable? ¿Ir tras el hombre de tu amiga?!” Sin embargo, todas las veces, ella echaba la cabeza hacia atrás y respondía con, “Estás soltero ahora, Sean. Una vez que Rosaline se convierta oficialmente en tu novia, ¡te daré un amplio espacio! ¡En mi nombre como Jane Dunn!”¡Ella solía ser una mujer tan arrogante!“Te lo ruego, por favor devuélveme mi dinero.” Todo lo que él podía escuchar ahora era la patética súplica de ella.La expresión de Sean estaba firme… ¿Ella era realmente Jane Dunn? ¿Esa mujer repleta de orgullo y confianza?La agarró por la muñeca y la arrastró de vuelta a su carro.“¡Dinero, mi
Jane se paró enfrente de Sean con inquietud. Prontamente, alguien tocó la puerta y Sean dijo en su profunda y magnética voz, “Adelante.”Jane miró a la persona que entró con algo de pánico - Era Alora Smith, la que la entrevistó hace tres meses atrás.“Hola, Alora.” El corazón de Jane estaba en su garganta. Ella miró cuidadosamente a Sean, quien estaba sentado en un sillón de un solo asiento, y luego se volteó para mirar a Alora, quien había aparecido allí de repente. Su corazón latía con fuerza; no tenía idea de lo que este hombre ilegible estaba tramando ahora.“Saludos, Sr. Stewart.” Alora estaba vestida con un traje blanco perfectamente entallada a su medida, y no opacaba sus encantos en lo absoluto. Ella sabía exactamente cómo comportarse enfrente de Sean, diciendo: “¿Cómo puedo ayudarlo, señor?”Jane encontró la actitud de Alora hacía Sean un poco extraña, como si Sean fuera su patrón o jefe... Lo que Jane no sabía era que Sean realmente era el gran jefe de Alora. Jane había pasa
Mientras más pensaba Jane en ello, más fuerte negaba con su cabeza. “No, Sr. Stewart, no quiero ir al departamento de relaciones públicas.” Suplicaba del pánico, “Sé que me equivoqué, perdóneme, Sr. Stewart. Ya estuve tres años en la prisión y pagué el precio por lo que hice. Deme mi tarjeta del banco, señor, y desapareceré de inmediato. Me iré lejos, muy lejos, y le juro que nunca me volverá a ver más.”Todo lo que Jane podía hacer era rogar. No notó la sorpresa en los ojos de Alora cuando ésta última se enteró de que ella estuvo en la prisión. Alora se había mudado a la ciudad hace solo dos años, y ella no era de allí, por lo que no sabía nada de Jane.Cualquiera que hubiera trabajado con Sean durante un poco más de tiempo sabría todo sobre la infamante Jane Dunn.Los ojos largos de Sean se entrecerraron peligrosamente... ¿Seguía tratando de escapar?¿Quería que él nunca la volviera a ver?“Hah~” Él resopló silenciosamente y sacó su teléfono, dando a sus subordinados algunas órdenes.
Ya habían pasado tres días. Tres días después de que Jane fue trasladada al departamento de relaciones públicas, ella aún no había ganado un solo centavo. Miró la hora y vio que eran las 23:07. Ese era precisamente el momento en que el negocio comenzaba a prosperar allí.Todo el Departamento de R.P. estaba vacío, y ella era la única que quedaba en la sala de espera. Todos sus colegas del departamento se habían ido para hacer sus trabajos. Para ser honesto, todos los miembros del Departamento de R.P. allí en East Emperor ganaban bastante. La clientela consistía de la clase alta de la sociedad, después de todo, y los ricos y poderosos siempre eran generosos con su dinero.Jane solo había estado allí por tres días, pero ya había escuchado. Jenny, la mujer que atrapó coqueteando con el Amo Soros en las escaleras en ese entonces, estuvo presumiendo ayer sobre lo generoso que un magnate de Hong Kong había sido con ella. Solo su propina fue de cincuenta mil.Diez veces cincuenta mil eran q
“Yo...” Jane abrió la boca para declinar instintivamente. En esa oscuridad, los labios de Sean se curvaron...Lo sabía, sabía que la orgullosa señorita Dunn no sería capaz de renunciar a su dignidad y tomar este insulto acostada.“Me quedo con todo este dinero si lo recojo en un minuto, ¿dices? Y me darás otros cincuenta mil también, ¿verdad?Jane no pudo continuar lo que quería decir después de ese “yo” inicial. La escena ante sus ojos regresó a esa prisión oscura y a esa niña tonta, la única que le mostró alguna amabilidad.Ese sueño que vio mientras agonizaba... Todos los pensamientos pasaron por la cabeza de Jane, y ella cambió de opinión con fuerza. ¿Su orgullo? ¿Tenía ella algo así?En ese momento, Jane Dunn no tenía nada. Sin familia, sin parientes, sin amigos, sin pasado ... Todo lo que le quedaba era ella misma.¡¿Qué uso tuvo ella... para su pequeño orgullo?!El chico engreído se rió entre dientes. “Por supuesto. Mantengo mis promesas.” Había una pizca de broma en sus ojos mi