Esta reunión duró casi una hora.

Como siempre, Callen Feroch se quedó en la esquina del bar, bebiendo vino tranquilamente mientras hablaba con el secretario principal.

Cuando Jane salió de las puertas corredizas de vidrio, dejó su copa con elegancia y se puso de pie.

"Vámonos. Has estado apurada para tomar tu avión todo el tiempo y no has tenido tiempo para descansar. Debes estar cansada. ¿Debería acompañarte de regreso a tu habitación?”.

“Callen, espera. ¿No quieres tomar una copa conmigo?".

Michel sonrió y miró por las puertas de vidrio en las que estaba apoyado.

Al escuchar eso, los nervios tensos de Jane se calmaron. "Bueno, no voy a interrumpir para que ustedes dos se pongan al día".

Naturalmente, la reacción de ella fue notada por Callen y su aguda vista. Sus profundas pupilas se oscurecieron levemente, pero era un hombre inteligente. A sabiendas retrocedió y no insistió en acompañar a Jane de regreso a su habitación.

"Está bien", dijo él mientras volteó la cabeza hacia M