Cuando alguien caía en una cierta profundidad de depravación, su línea de fondo sería solo eso: vivir.

Miró el rostro joven e infantil de Susie. Una vida tan brillante y colorida como la de ella era algo que Jane nunca podría esperar volver a tocar.

“¡Tú! ¡¿Cómo puedes seguir sonriendo?!” Susie pisoteó con el pie. "Quítame esto, Jane, pero no importa cuánto dinero ganes, ¡porque todos te desprecian! ¡Incluso las modelos del departamento de relaciones públicas que venden sus cuerpos por dinero en efectivo tienen más dignidad que tú! Tiraste todo tu orgullo cuando hiciste algo así, entonces, ¿quién te respetaría ahora?”

Con eso, gruñó fríamente y se alejó de Jane. Jane se quedó allí un buen rato antes de volver a su dormitorio. El agotamiento estaba escrito en todo su rostro, y las palabras de Susie todavía resonaban en sus oídos... “Solo hago esto para ganar algo de dinero para la matrícula y los gastos de vida. A diferencia de ti, no haré nada ni todo por dinero”.

Jane se echó a reír .