Me había quedado dormida en el regazo de Andrew. Y ahora era la mañana de Navidad.
Me desperté con el olor de los panqueques y el ruido de las ollas y sartenes que suenan juntas.
-Mierda -lo escuché gritar haciendo que una sonrisa se extendiera en mi cara mientras estaba acostada en la cama. Unos minutos más tarde, Andrew entró con una bandeja llena de desayuno y una taza de chocolate caliente. Fingí estar dormida para no arruinar la sorpresa del desayuno que me había hecho.
-Joder -se susurró a sí mismo, caminando por la habitación. Creo que se golpeó el dedo del pie de la cama mientras caminaba para despertarme.
-Oye -Andrew me sacudió suavemente. Gemí en respuesta-. Hice
Estábamos afuera en la nieve.-Dos esquís, por favor -le pedí a la señora que nos entregó dos juegos de esquís con una cara muy reacia.-Puedo llevar mi propio paquete de esquís -le puse los ojos en blanco. -Lo sé -respondió, pero no me los entregó. Aprecié las pequeñas cosas que hacía por mí, como abrirme puertas o revisarme, para ver si estaba bien. Nunca he conocido a un tipo que hiciera eso por mí.Sin embargo, tenía una pregunta que hacerle mientras caminamos por la pista de esquí nevada. -Siempre me he preguntado por qué no me dejaste despedirme de mis hermanos la primera vez que nos conocimos.<
Llegué al fondo, con Andrew millas detrás, todavía esquiando por la pista. Me quité el casco y me reí histéricamente. Éramos muy tontos, pero me encantó.Adoraba verlo esquiar; cómo no tenía miedo de morir, así que simplemente disparaba por la pista como si no hubiera mañana. Ojalá pudiera ser más como él y no preocuparme tanto por las pequeñas cosas.Esta había sido mi mejor Navidad con diferencia.———————Me acosté en nuestra cama, eran alrededor de las 11 de la tarde y estábamos viendo una película. John Wick. -Sal conmigo Andrew me agitó la mano, envolviendo su abrigo de casa alrededor de él.-No, hace dema
Me acosté sobre su pecho mientras hablábamos. La única luz de la habitación era el televisor que daba a nuestra cama.-Enséñame un poco de italiano -canté, jugando con su mano que descansaba sobre mi cintura, acercándome a él. -Mm, vale -se acostó sobre su otro brazo-. Cagna es una perra -Su acento cambió cuando hablaba italiano, se hizo más profundo. -Cagna -repetí, asintiendo con la cabeza a Andrew. -Suela es el sol.Las palabras se quitaron de la lengua como si no hubiera hecho ningún esfuerzo. -Suela -sonreí, sabiendo que lo pronuncié mal. -El triste es triste -rodó su R. Intenté copiarlo, pero él se rió de mí cuand
-¿Cómo reaccionaste después de matarlo? -no estaba segura de si quería seguir haciendo preguntas al respecto, ya que podía ver que Andrew todavía no lo ha superado hasta el día de hoy.-Me fui a casa y lloré durante días. Me sentí mal por él, pero pensé que merecía mis castigos y todo mi abuso. Ahora sé cómo Andrew ve a mi padre. Él ve a mi padre como yo veo a su padre; un cruel monstruo manipulador y si no se salieran con la suya, "castigarían" a la gente por sus propios errores. Me enfureció... tan furiosa estaba que quería llorar.La culpa que había estado llevando durante años se había levantado y sentí que finalmente podía respirar de nuevo. Nunc
Punto de vista de Sofía:Habían pasado unas semanas y ahora era febrero. Estábamos de vuelta en casa. Volví a la escuela de enfermería y finalmente fue el fin de semana.Estaba hablando con Ice. Nos habíamos acercado bastante en las pocas semanas. -No Ice, no puedes... -me reí. -Acabo de hacer -levantó las cejas después de ponerse una de las camisas de Andrew. -Te va a matar -murmuré, sacudiendo la cabeza. -Lo que llevas puesto es su camiseta, ¿por qué no puedo hacerlo yo? -Ice me miró en broma. -Porque realmente
-Oye Sof, soy Raúl.No había oído su voz en tanto tiempo. Parecían años desde la última vez que hablé con él. -Hola Raúl -murmuré en voz baja. No sé cómo me siento cuando me llama, espera... ¿cómo consiguió mi número? Joder, estamos en la mafia, todo es posible. -¿Cómo estás? -su voz sonaba fuerte y segura. Me había olvidado por completo de que se hiciera cargo de la mafia de mi padre.-Bien -mi voz croó. Estaba al borde de las lágrimas, lista para llorar hasta que Andrew entró y me perdonó. -Te llamo para invitarte a ti y a Andrew a cenar mañana por l
-Un bate de béisbol -murmuró Andrew, con los ojos cerrados.-Mantente despierto, todavía no sé si tienes una conmoción cerebral -le advertí mientras hablaba con un tono suave; me estaba rompiendo el corazón. Podía sentir que la preocupación empezaba a acumularse en mi pecho. Mis ojos se mojaron mientras presionaba suavemente la tela contra su clavícula, ganándome un silbido.Toda la casa estaba en silencio y todavía, excepto Ice, que hacía ruido desde el interior de la sala de estar. Se me escapó una lágrima del ojo al ver herido a Andrew. Vi cómo sus ojos agotados se elevaban a los míos cuando me oyó olfatear. Tomó su mano y limpió la lágrima que se deslizaba lentamente por mi mejilla. <
Andrew nos llevó a mi antigua casa.Su mano derecha agarró el volante mientras su izquierda descansaba sobre mi muslo. -¿Estás seguro de que estás bien para verlos? -Andrew cuestiona con un tono preocupante. -Sí, por supuesto, estoy bien -asintió. Dejó un suspiro de frustración-. Prométeme que no serás grosero.Tomé su mano y la puse en la mía; encajaron como dos piezas de un rompecabezas. -No puedo prometer nada -murmuró al pensar en mis hermanos. Hice pucheros, tratando de dar mis mejores ojos de cachorro. Su ceño fruncido se debilitó, pero todavía estaba enfadado-. Odio lo que no hicieron -dijo-. Pero no los mataré, si eso es lo que te preocupa -puso los ojos en blanco.