Willie estaba tan enfadado que su rostro se ensombreció. Alargó la mano para golpearme, pero yo lo esquivé ágilmente y seguí gritando: "Willie, ya basta. ¿Sólo sabes intimidar a las mujeres?".Willie estaba a punto de volverse loco. Le ignoré y continué provocándole. "¡Willie, suéltame y aléjate de
Suspiré en mi corazón. Por fin tenía que enfrentarme a este problema. Anoche, Willie ya había revelado que conocían mi identidad. Hoy, naturalmente, explicaría este asunto claramente. Esto también era bueno. Cuanto antes habláramos de ello, más fácil sería inventar una historia. Había imaginado innu
Ted volvió a tocarme la mejilla y me secó las lágrimas con los dedos. Sonrió y dijo: "Vale, Liana, las cosas no volverán a ser así. No te preocupes. Yo te protegeré".Al final, mis emociones se calmaron un poco. Cuando vi a Ted, en realidad me sentí indescriptiblemente incómoda. Debido a la conexión
Me sonrió. Su sonrisa era cálida y soleada. Por alguna razón, me recordó a Edmond. Siempre lo hacía cada vez que me veía, y me producía una abrumadora sensación de placer. Empecé a preguntarme por qué este sentimiento aparecía con Ted. ¿Había algo mal? ¡Esto no estaba bien! Edmond era claramente mi
Me dije: 'Liana, qué tonta eres. Ya que le odias, deberías dejar de preocuparte por él. ¿Por qué tienes que sufrir así?".No pude reprimir el dolor en mi corazón. ¿Era éste el vínculo de pareja? Aunque lo odiara y huyera de él, aún podía sentir este dolor desgarrador. ¡Diosa de la Luna! Ayúdame. No
No pude evitar sonreír al pensarlo, pero enseguida dejé de hacerlo. Asentí a Willie y le dije: "Vale, Willie. No te preocupes. No me importará. Todos estamos haciendo esto por Ted".Pero Willie seguía viendo mi expresión. Me miró como si quisiera comerme vivo, pero yo ya no le tenía miedo. Sin embar
Edmond me había hecho la misma pregunta. ¿A quién se parecería más mi bebé lobo? Tenía la esperanza de que mi hijo fuera tan valiente como Edmond y fuera un luchador invencible. También quería que mi hijo fuera bonito y lindo, como nosotros dos. Pero ahora, no me hacía ilusiones. Sólo quería que mi
Rápidamente la consolé. "Estoy bien, Nico. No te preocupes por mí. Ted no me hizo nada. Al contrario, me protegió muy bien y no se atrevió a dejarme salir. Edmond tampoco dio con mi paradero, pero...". Dudé un segundo y luego continué: "Sospecho que Ted se encontró con Edmond anoche. Ambos estaban h