No pude evitar sonreír al pensarlo, pero enseguida dejé de hacerlo. Asentí a Willie y le dije: "Vale, Willie. No te preocupes. No me importará. Todos estamos haciendo esto por Ted".Pero Willie seguía viendo mi expresión. Me miró como si quisiera comerme vivo, pero yo ya no le tenía miedo. Sin embar
Edmond me había hecho la misma pregunta. ¿A quién se parecería más mi bebé lobo? Tenía la esperanza de que mi hijo fuera tan valiente como Edmond y fuera un luchador invencible. También quería que mi hijo fuera bonito y lindo, como nosotros dos. Pero ahora, no me hacía ilusiones. Sólo quería que mi
Rápidamente la consolé. "Estoy bien, Nico. No te preocupes por mí. Ted no me hizo nada. Al contrario, me protegió muy bien y no se atrevió a dejarme salir. Edmond tampoco dio con mi paradero, pero...". Dudé un segundo y luego continué: "Sospecho que Ted se encontró con Edmond anoche. Ambos estaban h
Nico no podía volver inmediatamente, así que decidió pasar aquí la noche. Me sentí incómoda, así que volví a llamarla en secreto y le recordé que hiciera unas cuantas rondas más antes de salir mañana para evitar que la siguieran. Después de todo, había gente de Ted protegiéndome por el hotel. Alguie
Me quedé un poco en shock. ¿Se había enterado de lo mío con Nico anoche? ¿Había seguido a Nico? Fingí no entender de qué estaba hablando. "¿Qué pasó anoche? Los guardaespaldas de Ted están por todas partes. Todo está bien. Puedes preguntarles".Willie hizo una mueca y dijo: "No intentes ocultarme na
Había sospecha en los ojos de Ted. Me miró y dijo con una sonrisa: "¿Conoces a esa mujer?".Fingí estar confuso y pregunté: "No conozco a esa mujer. ¿Pasó algo?"Ted sonrió. "Tus guardaespaldas la siguieron por tu seguridad. Querían averiguar quién era y ver si suponía una amenaza para ti, pero ella
Fingí insatisfacción y me abracé a su cuello. "¿Por qué siempre piensas que no puedo olvidarle? Ya te dije que me vi obligada a estar con él. Lo viste cuando me perseguía. Si tanto te preocupa, me iré. No me importa si eres un Alfa. Pero de verdad tienes que dudar de mí así, mejor me voy". Fingí est
Sentí como si hubiera una especie de poder en mi vientre que se extendía a mi cuerpo. Me llenaba todas las venas del cuerpo, hasta la punta de los dedos. Parecía un poder indescriptible. De repente me incorporé y miré a mi alrededor. Todavía estaba en la cama de la villa y mi cuerpo estaba cubierto